Por Fabián Quezada
León Ben Whittaker (De Niro) es un adulto en plenitud de 70 años, que está jubilado pero que no se encuentra lo suficientemente satisfecha con su vida de “Dolce far niente” y que después de haber tenido varios años trabajos estables, encuentra su nueva modalidad de desempleado un tanto aburrida. Afortunadamente para él, una empresa de venta de ropa por internet instaura un novedoso programa enfocado a “personas mayores de 65”; sin más, se presenta a la entrevista y se queda con el grado de interno; a partir de ahí la vida de Ben y de su inquieta y dinámica jefa Jules Ostin (Hathaway) van a cambiar radicalmente.
Sí, es una cinta de Chick Flick, sí es una cinta de Feel good y pareciera que poner estos calificativos debería ser sinónimo de muchas cosas… algunas nada satisfactorias, pero, después de todo ¿quién dijo que solamente debes ir al cine a sufrir la gota gorda con dramas intensísimos o a partirte el cerebro en pedacitos tratando de descifrar una escena que dura 35 minutos y que es un caracol arrastrándose en el piso?
No, Nancy Meyers la directora y escritora de esta cinta y de otras como (Alguien tiene que ceder, Lo que quieren las mujeres, El padre de la novia, Baby Boom) tiene bien definido su público y los temas de los que le interesa hablar, mujeres, relaciones, romance, adultez… y lo hace bien, satisface a su público y por eso esta cinta debe verse desde ese punto de vista, es efectiva y específicamente dirigida a un mercado al que habla cara a cara, no
trata de ser nada más y hay honestidad en ello.
De Niro y Hathaway se encargan de llevar esta historia, y tienen una magnífica química en pantalla, en la que lo primero que salta a la vista es el empeño de Hathaway por ser el dinamo que cotidianamente deben ser millones de mujeres en el mundo que con una admirable ubiquidad son ejecutivas, madres, esposas e hijas.
Y aunque en fechas recientes hemos visto más a De Niro en papeles de comedias un tanto cuanto insulsas, no deja de ejercer su estupenda atracción en pantalla. Con Ben logra esa sintonía con el público mayor de 50 que sin duda no dejará de figurarse que pasará con su propia existencia cuando sea un jubilado con ganas de seguir trabajando.
Y abre así mismo esta disyuntiva a la que cada vez es más frecuente
enfrentarse; el “viejo mundo” contra el “nuevo mundo” y aunque como dice la
cinta la experiencia nunca pasa de moda, es un hecho contundente que los
jóvenes y los adultos (y más los adultos mayores) poco o nada saben de cierto
los unos de los otros en muchos puntos que construyen el mundo hoy por hoy. 
Eso se marca definitivamente en el guión, aunque no significa que no pueda haber una integración entre las generaciones, lo cual implica un trabajo para ambos segmentos; unos deberán descifrar la tecnología, otros deberán adquirir capacidades intelectuales y estilísticas, pero ambos retos son perfectamente salvables si hay el interés de comunicarse unos con otros.
Jules, en el otro extremo, es ese singular ejemplo de esta generación de niñas a las que se empujó a ser exitosas, poderosas, ejecutivas, independientes, (mucho más que lo que se les inculcó esa noción a los niños como ella misma dice en algún momento) ella ha fundado una compañía que en solo 18 meses ha catapultado al éxito, ya tiene más de 200 empleados: jóvenes,
llenos de energía y ambiciones,
capaces de trabajar sin descanso (como se supone que debe ser) así que la
empresa es un suceso instantáneo, un
éxito tan arrasador que en su camino se ha almorzado a todo lo que encuentra en
el camino (incluida Jules y su familia) la cuestión es que ni ella misma se ha
dado la suficiente cuenta. 
Atiborrada de trabajo, Jules ha dejado a cargo de Matt (Holm) su esposo, el manejo de la casa y la crianza de su pequeña hija Paige (Kushner) hasta que los accionistas piden que Jules contrate a un CEO, alguien con experiencia que dirija la compañía; esto hace entrar en pánico a Jules. Después de todo, ella ha dado su vida entera por su compañía, es suya y la empujan a buscar a un jefe que la dirija.
Y esto nos lleva a descubrir las repercusiones que la presión y la entrega total al tema laboral han arrastrado a nuestras nuevas generaciones, la vida familiar de Jules es un desastre de manejo reservado.
Y entre sus compañeros, Ben también capta la atención de Fiona (una espectacular Rene Russo) quien debido a las “reglas orgánicas” de esta progresista compañía es la masajista de la empresa (nada mal eh?)
Lo importante del guión y de la película es que en distintas secuencias nos
expone de manera muy simple la cotidianeidad actual, trabajo, trabajo, trabajo
y poca inventiva/fuerza/asertividad para
sobrellevar desde las relaciones
personales hasta las propias frustraciones o manías, como no soportar a las
personas que no parpadean… Entonces, paso a paso, la trama se hace tan personal
y cercana que apela a la afectividad de una manera directa y es difícil no
encontrar alguno de los personajes con quien identificarse.
Para esto la forma que tiene Meyers de acercarse es lo suficientemente confortable, suave y familiar, como para que el espectador vaya siguiendo como Ben y Jules comprenden cada uno el mundo del otro, para pasar de “Tan cerca no es cómodo” a “no quieres algo del frigobar? Recuéstate para que veamos una vieja película nocturna”
Director: Nancy Meyers
Reparto: Robert De Niro, Anne Hathaway, Rene Russo, Anders Holm, Adam DeVine, Andrew Rannells,
Linda Lavin Zack Pearlman,
Jason Orley, JoJo Kushner, Nat Wolff, Christina Scherer.
País: Estados Unidos
Año:
2015
Género:
Comedia
Duración:
2
hr. 1 min.
Clasificación:
Mayores de 13. Temática.
Fecha de
estreno: 1 de octubre de 2015
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