viernes, 9 de junio de 2017

LA MOMIA (THE MUMMY)



Por Fabián Quezada León

Universal, el estudio donde los monstruos clásicos del cine vieron la luz de la pantalla entre las décadas que abarcaron desde 1920-50s, ha decidido revitalizar sus archivos monsturificos, con la flamante apertura de lo que ha denominado “Dark Universe”  y para ello abre la cortina con esta Momia, auspiciada con el carisma de Cruise y la fama aun recordada de la franquicia que previamente “resucitara” en 1999 con Brendan Fraser a la cabeza.


De esta forma y con Kurtzman al mando, nos embarcamos en la inauguración del regreso de los monstruos en el sentido “vintage” de la palabra. Ya sabemos que “La novia de Frankenstein” tiene fecha de salida para 2019…


Pero, si esta Momia es el precedente, seguro el estudio va a necesitar hacer algunos arreglitos mayores para sacar a flote todo este universo. Una momia no tiene una buena connotación en cuanto a identificación con “modernidad” ni “innovación”. Y mucho menos con “terror del siglo XXI”. 
Por ello este tipo de cintas debe gozar, además de un jugoso presupuesto en CGI, de un festivo sentido del humor, personajes adorables y acción incesante. Además, claro está de que el “Monstruo” en cuestión sea muy taquillero.


No es que le idea de ver de nuevo en la pantalla a Drácula, el hombre lobo, Dr. Jekyll y demás amiguitos no sea atrayente y hasta “romántica”, pero recargarlos va a requerir, entre otras cosas, de hacer una conciencia en el público de que lo que se le ofrece es un universo de algo que podría llamarse “terror vintage/romántico” que por definición en sus villanos es algo más ligero, más fantasioso, más divertido que el terror actual,  que puede ir de intenso, moderno, acelerado, al horror franco y descarnado en todas sus presentaciones del gore al slasher pasando por los thriller, las comedias de horror, el exploit, las series “B” o las de sobrevivencia, llegando a las de posesiones demoniacas de todas índoles, violaciones y venganzas hasta los más sofisticados entuertos distópico/espaciales de todos los cuales ya hemos consumido ad nauseam en nuestros días.


La ventaja del concepto de “Dark Universe” es que el público se ha acostumbrado a consumir “series”, secuelas o franquicias alrededor de un tema, eso facilita la visión y la comprensión de este proyecto que pretende durar y durar… al menos tanto como los monstruos sigan vigentes. Lo único es esperar que este primer paso no sea lo que los marque a todos. Una momia que se ve ligada por tantas trabas que no puede moverse libremente.  


En esta historia de momias se cometen faltas, algunas graves, algunas imperceptibles… pero que si se suman van a dar una extraña y poco afortunada mezcla al final.


El guión tiene errores sutiles como aseverar que se “momificó a alguien vivo”, esta sutil denominación puede resultar inofensiva al leer, pero  para efectos de la historia, puede significarlo todo. Para hacer una momificación en el estilo Egipcio (no de forma natural) se requiere básicamente de embalsamar el cuerpo y extraer los órganos lo cual por principio de cuenta es imposible si el sujeto está vivo.

Pero bueno, vamos a considerar que son “licencias literarias”.


De ahí nos vamos con el tratamiento del personaje central: Tom Cruise; Nick Morton es un sargento inmaduro, algo sinvergüenza y despreocupado… con una personalidad que ajustaría perfectamente con un hombre en sus primeros treintas. Pero cuando el sujeto tiene 54 años… no, por más bien que se vea en pantalla. Tom tiene el encanto para seducir en pantalla es cierto, pero tiene también más carácter que Nick… indudablemente.


Nick es el prototipo del  antihéroe adulto joven, medio cínico, ladrón, seductor, que salva el día por su buen corazón más que por destrezas… algo que aquel Rick O’Conell de Fraser de finales de los 90’s sí encarnaba, pero que después de ver las evidentes habilidades de Cruise en la acción en muchas de sus cintas en esta  no logra remontarse.


El guión se construye dejando al descubierto desde muy temprano cuál va a ser el destino de Nick por lo que el suspenso sobre el destino del personaje es inexistente. El equipo de escritores: Koepp, McQuarrie, Kussman que se basaron en una historia de Spaihts, Kurtzman y Lumet, transitan el guión tratando de hacer la amalgama entre acción y comedia con resultados muy pobres en su protagónico y añadiéndole efectos especiales y una relación mucho más que forzada con Ahmanet la ex heredera del imperio egipcio, (ahora conocida como “momia”) anclándolos además con el personaje de Crowe: El Dr. Henry Jekill, quien aparentemente será el eje de toda esta cosmogonía monstruosa en Universal.


Nick obvio, posee su fiel escudero; su compañero en el crimen quien es otro ladrón de antigüedades ambicioso: Chris Vail (Johnson) juntos han transcurrido muchas batallas y hecho muchas fechorías para establecer la dinámica de “vayamos contra el sistema, tomemos riesgos… divirtámonos, porque somos sinvergüenzas” este patiño que todo antihéroe necesita para colocar al “bromance” en el aire.


Por razones que no vamos a explicar, Nick y Chris van a descubrir accidentalmente la vedada tumba de la momia de  Ahmanet (Boutella)…  en pleno Irak.


Es ahí donde una atractiva arqueóloga, Jenny Halsey (Wallis) entra en el juego para hacer la liga con Dr. Jekill . Halsey disimula saber más de lo que se supone, dentro de un misterioso juego con agencias secretas paragubernamentales.

A partir de este momento en la historia los acontecimientos echan mano de lo que sea  para encaminar la trama hacia demasiadas justificaciones y aseveraciones para fundar el universo oscuro.  

Se deja el desarrollo de los personajes a un lado para apurarse/centrarse  en los fundamentos del mundo que se desarrollará con los monstruos. Por ello no obstante que se quiera no hay manera de justificar muchas conductas en los protagonistas. 


En la versión de 1999,  Imhotep y Anck Su Namun eran una pareja sufriente y separada, su ansia de reencuentro y vida eterna tenía un sustrato; Ahmanet no tiene más que la pura ira un parricidio y un mal contrato con Seth (el dios de la fuerza bruta, lo desbocado, la sequía y el desierto) como su leimotiv... y la correlación de Ahmanet con Nick, los motivos que unen sus destinos son puestos como un mero accidente que se sostiene con alfileres.


Una vez que los hechos comienzan a fluir para llevar la acción a Inglaterra, todo el trabajo argumental se reduce en justificar, a como dé lugar, cualquier situación para poder llegar a un final anti climático que se supone debe servir de germen para la continuación de la saga…


Entre tanto tema, punto y contenido, da la impresión de que la película se trata a sí misma con mucho mayor seriedad de lo que es. Lo que resulta contraproducente porque para ser “seria” le faltarían litros y litros de terror, perversidad  y escalofrío.


Es evidente que para resucitar una leyenda hacía falta más que efectos especiales o el cartel de Tom y de su forzado personaje, hacía falta más que la figura unificadora de Crowe: Alias Jekill o de que el mal se encargara de transformar los ojos en doble pupilente, hacía falta dotar a los personajes de historia y de motivaciones, de vida y de asertividad no simplemente de hacerlos instrumentos para llegar a un final “no final”. 


Revivir a una momia siempre es un trabajo pesado, pero mucho más si se trata de hacerla la línea de salida paso para un universo que se intenta hacer lo suficientemente llamativo para provocar que el público vuelva a poner los ojos en todos aquellos  clásicos monstruosos que amamos, logrará dar el grito de “Está vivo!!” que eriza los cabellos… o caerá carcomida a pedazos fundiéndose con las arenas del tiempo?  


Director: Alex Kurtzman

Reparto: Tom Cruise, Russell Crowe, Annabelle Wallis, Sofia Boutella, Jake Johnson, Courtney B. Vance, Marwan Kenzari

País: Estados Unidos

Año: 2017

Género: Terror acción

Duración: 110 min

Clasificación: Mayores de 13

Fecha de estreno en México: 9 de Junio 2017

"LA MOMIA" SE EXHIBE EN CINEPOLIS 
Para información de horarios y cines consulta
www.cinépolis.com.mx

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