Por Julia Elena Melche.
Jean-Antoine Watteau fue un genial pintor del barroco francés del siglo XVIII, que retrató a la sociedad parisina de sus tiempos. En muchos de sus cuadros aparece una dama misteriosa siempre de espaldas y sin mostrar el rostro. Con bastante libertad se ha interpretado que es la presencia de un amor imposible y melancólico del autor.
Con una especial atracción hacia este gran pintor, el realizador galo Laurent de Bartillat, confecciona un intenso drama en torno a un enigma ocultado detrás de uno de los famosos lienzos de Watteau, considerado por el director como “el artista del misterio por excelencia, del que no se sabe mucho y era extraño, salvaje, y objeto de interpretaciones a menudo contradictorias".
Lo que mis ojos han visto no es un filme fácil. Abundan los juegos de espejos y de representaciones que invitan a la reflexión sobre el acto de mirar y ser observado, sobre el hecho de ver, percibir e interpretar imágenes.
El cineasta sigue los pasos de Lucie (Sylvie Testud), una joven estudiante de Historia del Arte, que lleva a cabo una investigación sobre los cuadros de Watteau, pues está convencida que algunas de sus obras esconden mensajes ocultos que no ha sido revelados. Es aquí donde el filme explora en las imágenes de una pintura, como proyección personal de la persona que las observa.
El empeño por aclarar la posible relación frustrada de Watteau con la mujer de sus cuadros, toma caminos psicológicos, pues es una proyección del deseo de Lucie por recuperar la memoria de su padre ya desaparecido, y de su propia madre, una actriz de teatro con la que mantiene una incómoda relación.
Drama amargo, pesimista y de ritmo lento que retrata con serenidad las obsesiones de la protagonista hasta llegar al fondo de las cosas. Ella percibe a su manera el misterio de los cuadros y encontrará una forma de transformar su búsqueda en su peculiar relación con el enigmático Vincent (James Thierrée), un hombre sordomudo de nacimiento que se gana la vida haciendo de estatua en una plaza desde donde la observa obsesivamente.
Se trata sin duda de un estupendo filme sobre la pasión y las obsesiones que guían nuestras conductas, muchas veces inexplicables.
Con una especial atracción hacia este gran pintor, el realizador galo Laurent de Bartillat, confecciona un intenso drama en torno a un enigma ocultado detrás de uno de los famosos lienzos de Watteau, considerado por el director como “el artista del misterio por excelencia, del que no se sabe mucho y era extraño, salvaje, y objeto de interpretaciones a menudo contradictorias".
Lo que mis ojos han visto no es un filme fácil. Abundan los juegos de espejos y de representaciones que invitan a la reflexión sobre el acto de mirar y ser observado, sobre el hecho de ver, percibir e interpretar imágenes.
El cineasta sigue los pasos de Lucie (Sylvie Testud), una joven estudiante de Historia del Arte, que lleva a cabo una investigación sobre los cuadros de Watteau, pues está convencida que algunas de sus obras esconden mensajes ocultos que no ha sido revelados. Es aquí donde el filme explora en las imágenes de una pintura, como proyección personal de la persona que las observa.
El empeño por aclarar la posible relación frustrada de Watteau con la mujer de sus cuadros, toma caminos psicológicos, pues es una proyección del deseo de Lucie por recuperar la memoria de su padre ya desaparecido, y de su propia madre, una actriz de teatro con la que mantiene una incómoda relación.
Drama amargo, pesimista y de ritmo lento que retrata con serenidad las obsesiones de la protagonista hasta llegar al fondo de las cosas. Ella percibe a su manera el misterio de los cuadros y encontrará una forma de transformar su búsqueda en su peculiar relación con el enigmático Vincent (James Thierrée), un hombre sordomudo de nacimiento que se gana la vida haciendo de estatua en una plaza desde donde la observa obsesivamente.
Se trata sin duda de un estupendo filme sobre la pasión y las obsesiones que guían nuestras conductas, muchas veces inexplicables.
Dirección: Laurent de Bartillat.
Reparto: Sylvie Testud, Jean-Pierre Marielle, James Thiérrée, Agathe Dronne, Christiane Millet, Miglen Mirtchev y Jean-Gabriel Nordmann.
País: Francia.
Año: 2007.
Género: Drama de suspenso.
Duración: 88 minutos.
Clasificación: Adolescentes y adultos.
Fecha de estreno: 19 de febrero de 2010.
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