Por Fabián Quezada
León
El nombre de Hercule Poirot es una referencia obligada cuando se piensa en grandes detectives legendarios engendrados en la literatura y este relato nos presenta una
de sus más elogiadas investigaciones. Producto de la creatividad de Agatha Christie.
El famosísimo Hercule (Branagh) y su bigote
legendario han pasado unos días en Jerusalén, donde Poirot ha resuelto uno más de sus
casos; el robo de una reliquia y del cual son sospechosos un Sacerdote, un
Rabino y un Imán.
Observador y previsor, Hercule como siempre ha
dado en el clavo y desenmascara al culpable. Invitado por un amigo y pensando ingenuamente que va a tener unos días de descanso, Hercule se
embarca de último momento en el lujosísimo Expreso de Oriente, en el cual va una exótica variedad
de pasajeros unidos secretamente por un terrible y oscuro pasado. Nadie sospecha que a bordo, entre ellos, va un asesino que
representará todo un rompecabezas para que el afamado detective lo resuelva antes de que tal vez se cometa un nuevo crimen.
Basado en la novela clásica de Agatha Christie (1934) y en la adaptación realizada por Sidney Lumet (1974), Branagh se lanza a dirigir y actuar para presentarnos a un magnífico reparto: Deep, Cruz, Pfeiffer, Dench, DaFoe, en lujosas locaciones y cuidado diseño de producción.
Branagh demuestra que es un talentoso actor y
que el carácter suspicaz y agudo de Poirot le sientan de maravilla. Dirige la
obra, que implica amplias restricciones dado la arena cerrada en la que se
desarrolla y deja que el personaje y su punzante intelecto se encarguen del
resto.
Obvio, la novela de Christie es un enorme clásico y su pluma desarrolló a un icono de las novelas de crimen y detectives, y esta versión es de una exquisita factura, pero también es cierto que el género detectivesco (a la manera clásica) se ha quedado ya un poco “estático” si lo comparamos con el ritmo de la gramática visual moderna.
La trama requiere tiempo para ir desarrollando los
hechos y haciendo análisis, meditando, deduciendo, volviéndose eventualmente
sobre los pasos para desmenuzar a profundidad, (elemento
muy poco usado en la actualidad) y que al momento de la narración pesa sobre la
fluidez de la cinta para un público más acostumbrado a la acción estilo
ametralladora. La explicación para entender los motivos de las mentes criminales aquí no se presenta como un proceso fácil ni instantáneo. Esto restringirá de alguna manera la popularidad con el "grueso" del público.
Si se toma el precedente de la
obra de Lumet, aunque el elenco de esta nueva versión es estelar, no llega al
grado de luminaria arrasadora que conjuntaba la versión del 74, donde cada personaje
era interpretado por una leyenda. Albert Finney como Poirot, Ingrid
Bergman, Sean Connery, Vanessa Redgrave, Richard Widmark, Lauren Bacall,
Anthony Perkins, Jacqueline Bisset, Michael York y Wendy Hiller son algunos de los nombres. Y ahí van a comenzar a brincar las comparaciones.
En cuanto a la trama, la llegada de los personajes a abordar el mítico tren es una parte importantísima, tanto para gozar del exquisito lujo y vestuario (De Alexandra Byrne) como para memorizar cada nombre y rostro, porque en el alud de pasajeros obviamente está el asesinado y el asesino. Pero son tantos, que un segundo perdido y el esquema de relaciones quedará confuso. Lo que queda muy claro es que todos tienen una segunda agenda entre manos, lo que los convierte de entrada en sospechosos.
Por eso ayuda remitirse a los prototipos que
representan: Deep “El Gangster”, DaFoe “El Profesor” ,Pfeiffer “La viuda”, Cruz
“La misionera”, Colman “La Sirvienta”, Dench “ La princesa Dragomiroff” ,Ridley
“La institutriz”, Gad “El Mayordomo” y Odom Jr. “El Doctor”. Cada uno tiene un breve tiempo en la trama y por ello demanda
completa atención si se quiere jugar a las deducciones con Poirot, pero a
nivel general todos los datos acaban por ser demasiada información y muchas vueltas para hacer hipótesis.
Al suceder un percance y
efectuarse el asesinato, las cosas se encierran aún más pues todo el escenario
disponible es dentro del tren con eventuales salidas al exterior en medio de la nieve y la nada. La acción
física decrece mientras que el diálogo, la formulación de hipótesis, los interrogatorios y las situaciones tensas crecen, (como dicta el género literario) pero esto hace que el
ritmo de la película sea demasiado introspectivo. Esto contrapuesto a la manera de contar cinematográficamente de hoy en día, que es mucho más acelerada,
puede hacer que la parte media de la trama sea pesada al seguir a Poirot en sus interrogatorios con los “sospechosos”.
Un punto singular es el hecho de
que siguiendo la moda de inclusión de
Hollywood, se introduzcan en esta versión, adaptada por Michael Green, ciertas variaciones
en los personajes para incluir un cartel de razas más "amplio"
Al final “Asesinato en el
Expreso de Oriente” con todo lo que tiene a nivel de producción, de cinematografía, la
presencia de Branagh y su tremendo bigote, no logra colocarse como un
renacimiento de las cintas de detectives y en aras de ser leales al ritmo y
marcos de la historia, se enfoca en el discurso deductivo pero queda baja en acción.
Tener tantos personajes también le
provee de cierta dificultad de empatizar e inclusive de “identificar” quién es
quién, y cuando se llega al último tercio de la cinta y se presentan las
resoluciones, se quedan en el tintero otras muchas líneas que se dibujaron a lo
largo de la trama, dando la sensación o de que se hará una continuación, (con
Asesinato en el Nilo) o de que en
realidad se tiraron líneas en el argumento que ni el mismísimo Poirot hubiera
sido capaz de solucionar.
Reparto:
Kenneth Branagh, Penelope Cruz, Willem Dafoe, Judi Dench, Johnny Depp, Josh
Gad, Derek Jacobi, Leslie Odom Jr., Michelle Pfeiffer, Daisy Ridley, Marwan
Kenzari, Olivia Colman, Lucy Boynton, Manuel Garcia Rulfo, Sergei Polunin, Tom
Bateman
Año:
2017
País:
Estados Unidos
Género:
Misterio
Duración:
114min
Clasificación:
Mayores de 13
Fecha de estreno en México: 10 de
Noviembre 2017
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