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Por Fabián Quezada León
Tras sobrevivir a la catástrofe de una ola gigante en Geiranger, su pequeña ciudad, el geólogo Kristian Eikjord (Kristoffer Joner) está pasando la peor de sus épocas. Sufre de estrés post traumático, se ha separado de su familia, su esposa Indun (Ane Dahl Torp) sus hijos Julia (Edith Haagenrud-Sande) y Sondre (Jonas Hoff Oftebro) se han mudado a Oslo, un lugar sin peligro de tsunamis... pero no de terremotos. Científicos han empezado a detectar señales de que un sismo de gran magnitud está a punto de suceder y el desastre que podría ocasionar sería de consecuencias inimaginables.
Por Fabián Quezada León
Tras sobrevivir a la catástrofe de una ola gigante en Geiranger, su pequeña ciudad, el geólogo Kristian Eikjord (Kristoffer Joner) está pasando la peor de sus épocas. Sufre de estrés post traumático, se ha separado de su familia, su esposa Indun (Ane Dahl Torp) sus hijos Julia (Edith Haagenrud-Sande) y Sondre (Jonas Hoff Oftebro) se han mudado a Oslo, un lugar sin peligro de tsunamis... pero no de terremotos. Científicos han empezado a detectar señales de que un sismo de gran magnitud está a punto de suceder y el desastre que podría ocasionar sería de consecuencias inimaginables.
Terremotos, no son solo un asunto de San Andrés.
Si pensabas que las fallas geológicas eran cosa de América
(la Falla de San Andrés y eso…) además de la parte asiática del océano pacífico…
tenemos noticias para ti. Eso no es cierto. En 1904 un terremoto de 5.4 grados
en la escala de Richter sacudió la ciudad de Oslo. El epicentro sucedió en la
fosa tectónica que corre directamente a través de la capital Noruega y a diario
se registran movimientos en esa zona, de hecho Noruega es la zona al norte de
Europa con más sismos.
Re encontrándose con los sobrevivientes
Una vez dicho lo cual, es necesario que pongamos énfasis
en algunos hechos significativos. Si bien
esta es la segunda cinta dedicada al género de desastres a la manera Noruega,
con el mismo reparto central de la anterior (La tercera Ola) y que aquí intenta
acomodar a los personajes en una vida que parecería que encontrará la paz
finalmente, no deja de ser un tema que atemoriza y atrapa a la audiencia.
Un amigo con un agudo síndrome post traumático
El drama principal no es los apabullantes efectos
especiales en los que vemos como la capital de Noruega se desbarata, que sí hay
escenas que lo muestran de una forma aterradora, pero además la base del guion
es el transcurrir de la tragedia sobre una familia. Una familia que ya ha
sufrido los embates de la naturaleza y cuyos miembros están aislados unos de
los otros por las repercusiones que ese evento les dejó, o sea, estamos
hablando de personajes que han tenido un desarrollo ante un evento que los ha
afectado psicológicamente y que ha hecho una herida en sus vidas. Así que es
como si encontramos a un amigo de hace años que ha vivido un drama.
Eso sucede cuando encontramos a Kristian
absolutamente abrumado y tembloroso aún, sin poder sobreponerse por completo a
la tragedia del Tsunami en los fiordos. Kristian lo ha perdido todo y aún
cuando su pequeña hija llega a visitarlo, él no puede lidiar con ello y decide
que su hija debe regresar a Oslo con su madre.
No digan que no se los advertí
Las tribulaciones de Kristian no son infundadas, sin duda. El hecho se
confirma cuando uno de sus colegas muere en un túnel tras un derrumbe causado
por un temblor. Este es un hecho sintomático de las cintas de desastre; en la fórmula
siempre hay alguien que va a dar la voz
de alarma a tiempo y poderosas fuerzas gubernamentales que detienen sus
esfuerzos para salvar a la población, desacreditándolo. Como ya todos sabemos,
eso no lleva a nada bueno.
Kristian decide acercarse por su cuenta a casa de su colega y queda
pasmado cuando comienza a interesarse en las notas y apuntes del geólogo
muerto. La hija de este, Marit (Kathrine
Thorborg Johansen) al principio no cree en las palabras de Kristian, pero
cuando este la convence de acompañarlo al sitio en que murió su padre, la
muchacha va comprendiendo que algo muy malo está a punto de suceder.
Desunir para unir
Los Eikjord son el perfecto
ejemplo de que la lucha contra la adversidad no se resuelve a solas, sino con
la familia. (o lo que se considere lo más cercano) y las actuaciones de Joner,
Thorp y Thorborg Johansen dan el dramatismo de la inútil lucha
humana contra las fuerzas desatadas de la naturaleza alejadas de toda sobredosis
melodramática.
La fuerza destructora de la culpa
La tragedia humana, fruto del desastre, que ha alejado a una
familia y a unos esposos que aún se aman, pero cuya vida en común atraviesa una
fuerte crisis, es un elemento desgarrador. Las culpas infundadas de uno han
desmoronado a la otra y herido a sus hijos.
Lo más desesperante es esperar qué va a hacer
Kristian para salvar una ciudad entera. Si la culpa de no haber podido salvar a
todos en el tsunami casi acaba con él,
no podemos ni imaginar lo que hará no haber podido hacer nada para salvar a los
más posibles en una ciudad como Oslo.
El temblor aumenta gradualmente
El Director John Andreas Andersen y sus escritores John Kåre
Raake, Harald Rosenløw-Eeg se enfocan en crear una escalada de suspenso
sin caer en los juegos del cine Hollywoodense y aprisionando a los personajes
cada vez más para cerrar sus opciones de sobrevivir y aumentar su ímpetu de
lucha. Además de tomarse el tiempo necesario para lograr la reconexión entre la
audiencia y los personajes. El desafío de Kristian ante su visión de lo
inevitable es el de avisar a cuantos pueda para que se pongan a salvo, pero una
vez más sus esfuerzos son saboteados.
Estas ruinas que ves...
Otra cuestión es que Andreas Andersen nos coloca primero mediante la
visión de la cámara a admirar los paisajes maravillosos de los fiordos y de la
moderna y estilizada Oslo en la que presentimos que tras el terremoto van a suceder
cosas terribles. Una vez que empieza el terremoto no hay solución posible el
mundo se desmorona bajo los pies de los aterrados protagonistas que como
siempre, en este género están en el
lugar menos indicado en el momento preciso
Viejas heridas
El ver como la ciudad se destruye tras un cataclismo telúrico no es una
sensación desconocida en la Ciudad de México, por lo que podemos prever que la
angustia de la pantalla removerá muchos sentimientos entre los que hayan sido
testigos de un evento similar en la vida real. Por lo que no es de extrañar que
los primeros lugares que se vendan en las funciones sean los que están cerca de
la salida de emergencia.
Tras de la tempestad, regresa la calma.
Como también es un clásico dentro de las cintas de desastre, la tragedia
se teje alrededor de personajes que necesitaban reunirse y juntar fuerzas,
vencer sus miedos y sacar lo necesario para salvar a sus seres queridos y
demostrarle a todos los que no quisieron oírlos que al final del día (y de la
tragedia) ellos tenían razón, eso sucede sin duda dentro de Terremoto 9 grados y al mismo tiempo
nos recuerda que siempre, sin importar lo seguro y orgullosos que estemos de
nuestro desarrollo urbano, contra la fuerza de la naturaleza no hay quien no se
rinda.
Reparto: Kristoffer
Joner (Kristian Eikjord)
Ane Dahl Torp (Idun Karlsen)
Jonas Hoff
Oftebro (Sondre)
Edith Haagenrud-Sande (Julia)
Kathrine Thorborg Johansen (Marit)
País: Noruega
Año: 2018
Género(s): Acción, Drama, Thriller
Duración: 106 min
Clasificación: Mayores de 13
Fecha
de estreno en México: 22
de Marzo 2019
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