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Por Fabián Quezada León
La vida de Víctor, (Daniel Auteuil) un hombre de 60 años bastante desilusionado, cambia radicalmente al conocer a Antoine, (Guillaume Canet) un brillante empresario que le ofrece un nuevo tipo de atracción: mezclando artificios teatrales y reconstrucción histórica, su compañía propone a sus clientes volver al momento de su vida que elijan. Víctor decide volver a vivir la semana más importante de su existencia, en la que 40 años atrás, conoció al amor de su vida. ¿Tú qué harías?
Bienvenidos al multiverso amoroso
Hoy por hoy, cuando cualquier multiverso es algo
perfectamente comprensible para la mayoría de nosotros se genera esta cinta que
usa un twist toma elementos de aquí y de allá (la factibilidad de hacer
un sueño posible+ la recreación estilo tableaux vivants+ la capacidad de crear
efectos especiales del cine) y las transforma en una comedia romántica sobre
los amores perdidos y/o mal vividos.
Desafiando nuestra capacidad de dejarnos ir de frente
subidos en el tren de la recreación amorosa La Belle Epoque nos
conduce a este multiverso en el que sin perder la noción de que es una
recreación y de que es un universo fantástico, logra atraparnos para llevarnos
en la trama romántica a olvidarnos de que es la ficción y cuál es la ficción
dentro de la ficción y en un punto estamos a dos aguas entre los universos
dramáticos de la trama.
De qué están hechos los recuerdos?
La Belle Epóque no es simplemente ese lugar feliz del
pasado sino que se amplía para hacerse la fantasía/realidad de recuperar una
vida en el presente y no simplemente una, sino la de varios personajes que se
ven inmiscuidos en la historia. Lo rico de la película es esa sensación de “esto
es un sueño, pero no desperdicies la posibilidad de vivirlo plenamente”
El alto precio del pasado
El relato, aunque está basado en la vida de un hombre
maduro, no está dirigido a un público específicamente adulto, dado que el mismo
Victor Drumond decide revivir cierto tiempo en el año de 1974, en el que tenía
25 años, la circunstancia y la causa quedan perfectamente definidas al
comprender, en el comienzo de la cinta, el estado de la relación que lleva con
su esposa: Marianne, (Fanny Ardant) una psicoterapeuta bastante inflexible y
cáustica.
Su hijo, Maxime, (Michaël Cohen) decide acercarse a uno de sus
mejores amigos: Antoine, que ha creado este concepto de hacer realidad el montaje
de “viaje en el tiempo” a quién pueda permitirse el lujo de pagarlo y embarca a
su padre a vivir esa época en 1974.
Victor está reticente al principio, pero obviamente la
tentación es demasiado grande, volver a vivir la mejor etapa de su vida no es
un plan para desdeñarse. La cuestión es … ¿qué va a suceder si revive ese
pasado? ¿A dónde lo va a llevar en el presente?
La ficción dentro de otra ficción
Con un guion que se disfruta en cada escena y una “puesta
de la puesta en escena” nos hace pasar
de una a otra atmósfera permeando los universos e involucrándonos en los
sentimientos de los protagonistas haciendo que la cinta fluya en su propia
manera.
Esta oportunidad de viajar a los deseos secretos de los
clientes de Antoine (que además de ser dueño de la empresa es un neurótico
director de escena de sus creaciones) nos va probando que la fantasía no conoce
límites ni… espacios políticamente correctos (y para ello solo basta ver la
escena inicial) donde el script parece salido de una parte muy oscura de la
conciencia del guionista….
El indiscreto encanto de la ironía
Por el otro lado en una secuencia que derrocha lo más ácido
del declive moral de sus personajes tenemos una cena entre un grupo de
sofisticados amigos, donde las más estrictas reglas de etiqueta parecieran prevalecer,
pero en la que los comentarios cáusticos son lanzados sin mesura alguna. Contraponiendo el hecho de que, en cualquiera de las realidades, la ironía humana es un caldo
de cultivo espeso y ardiente.
Cuando después de una pelea que es llevada al extremo por
una épica Ardant Victor decide aceptar la oferta de “revivir una época de su
vida” comienza este viaje donde el juego es el ingrediente principal, puesto
que Victor decide que él mismo jugará el papel, de esa forma con un exterior de
hombre maduro pretenderá que tiene 25 años y conocerá al amor de su vida.
Los
resortes del amor verdadero, del amor recordado y del amor inventado se ponen
en funcionamiento al mismo tiempo y aunque la recreación exacta del barrio en
el que pasó su juventud se lleva a cabo, Victor está consciente, pero decide
engañarse a sí mismo de que el set es la vida real.
Enamorándose como la primera vez...
Al mismo tiempo las cosas en el exterior comienzan a
cambiar y el guion se divierte entretejiéndonos la ironía de la vida en ambos
lados del universo haciéndonos caer en el juego. Imaginando las posibilidades
de reinventar nuestros propios pasados.
Y en este juego comienza a desplegar su encanto la versión joven de Marianne, Margot, (Doria Tillier) una actriz que tiene su propia agenda y que lleva a tal perfección su rol de Margot que no es difícil imaginar por qué Victor se enamora.
Conclusiones
Bedos hace un estupendo trabajo con el manejo de la farsa y
logra dejar ese sabor agridulce apoyado por los exquisitos Ardant y Auteuil.
Y nos regresa (no importa a si viviste esa época o no) a ese tiempo que hoy parece tan eternamente lejano (más si comparamos el fragor de la era pre pandemia llena de redes sociales, incomunicación y vidas absorbidas por los celulares).
Victor asiste a un café, donde lo conocen por su nombre, donde
puede charlar con las personas, conoce gente real (no por Tinder) y hasta tiene
experiencias psicodélicas en una manera “a la vieja usanza” uno termina preguntándose
cuales son las ventajas reales de estar en siglo XXI
Director-guionista: Nicolas Bedos
Reparto: Daniel Auteuil, Guillaume Canet, Doria Tillier, Fanny Ardant, Pierre Arditi, Denis Podalydes
País: Francia
Año: 2019
Género: Comedia Romance
Duración: 115 min
Clasificación: Mayores de 18
Director de fotografía: Nicolas Bolduc
Diseño de producción: Stephane Rozenbaum
Musica: Nicolas Bedos, Anne-Sophie Versnaeyen
Fecha de estreno en México: 24 Tour de cine Francés
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