Por Julia Elena Melche.
El doctor en medicina para mujeres Robert Dalrymple, explica a un joven colega que en Londres una
de cada dos mujeres padece de histeria, cuyos síntomas son insomnio, retención de líquidos, pesadez
abdominal, espasmos musculares, falta de apetito e irritabilidad. Es la
Inglaterra victoriana de 1880 y en un
barrio elegante se encuentra el consultorio del doctor Dalrymple, donde acuden mujeres
maduras de clase pudiente para recibir el tratamiento que cure ese padecimiento
y que supuestamente estimula el sistema nervioso. Lo que hacía el prestigiado
médico era dar masajes en el útero a sus pacientes o sencillamente masturbarlas
para que alcanzaran el punto máximo de paroxismo, término que se usó para referirse al orgasmo,
abordado con elegancia y discreción.

Con un excelente
reparto, una ambientación de época inmejorable y un buen ritmo, la cinta se desarrolla en un
tono de comedia sonriente para abordar
con cierta ligereza una crítica social feminista hacia la mojigatería de esos
años, cuando la sociedad acusaba de histéricas y trataba como enfermas a las mujeres que se salían de su rol
tradicional, que no obedecían las reglas establecidas o que eran luchadoras
sociales como la hija mayor del doctor Dalrymple (Jonathan Pryce), la rebelde
Charlotte (Maggie Gyllenhaal), quien se hace cargo de un albergue para las
clases desfavorecidas, ayudando y protegiendo a las mujeres que ahí llegan para hacer valer
sus derechos.
Al consultorio del doctor Dalrymple llega el joven médico
Joseph Mortimer Granville (Hugh Dancy)
para solicitar trabajo. Pronto, se convierte en ayudante de Dalrymple y aprende el método para aliviar a las pacientes,
que era sencillamente darles placer. Cuando empieza a padecer fuertes calambres en la mano, regresa a la pensión donde vivía con
su mecenas Edmund St. John (Rupert Everett), quien además se dedica a hacer
experimentos y su reciente invento es un plumero eléctrico. El aparato le servirá
de inspiración para crear un aparato que sea la nueva herramienta para los
masajes a las pacientes.
La realizadora del filme, la estadunidense Tanya Wexler,
aborda con humor chispeante el asunto del invento revolucionario del primer
vibrador femenino y las reacciones de placer que les brinda a las mujeres. No obstante, le
resta importancia al tema del feminismo que abandera Charlotte y prefiere
enfocarse mayormente en sus encuentros y desencuentros amorosos con el
atractivo Joseph.
Entre la comedia sexual y el retrato de costumbres, la
cinta resulta un divertido entretenimiento que retrata los códigos victorianos que
se esforzaban en nulificar los derechos de la mujer y reprimir su sexualidad.
Dirección: Tanya Wexler.
Reparto: Jonathan Pryce, Hugh Dacy, Maggie Gyllenhaal,
Rupert Evertett y Felicity Jones.
País: Reino Unido.
Año: 2011.
Género: Comedia romántica.
Duración: 103minutos.
Clasificación: Adolescentes y adultos.
Fecha de estreno en México: 31 de agosto de 2012.
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