Por Julia Elena Melche.
Luego de revelarse como una cineasta muy prometedora en su debut Vírgenes suicidas (00), Sofia Coppola hipnotizó a la audiencia con Perdidos en Tokio (03), reconfirmando su inclinación por la mesura narrativa, por el sutil trazo de los personajes, por su gusto estético y un talento para la creación de atmósferas. En un rincón del corazón, su reciente trabajo, refleja el tacto de una directora más madura y con una notable sensibilidad para abordar los temas de la soledad y la insatisfacción que han estado presentes en todas sus cintas.
Ahora lo hace en el marco de los hoteles de lujo y de Hollywood, los mundos que conoce a la perfección, tras haber crecido en el ambiente del cine y vivir buena parte de su infancia en hoteles cuando acompañaba a su padre en las filmaciones. La hija del realizador de El padrino, escribe una trama casi minimalista. El personaje principal es un famoso actor hollywoodense que vive en el legendario Hotel Chateau Marmont de Los Ángeles, luego de su divorcio. Es Johnny Marco (Stephen Dorff, inmejorable), quien parece tenerlo todo; éxito, dinero, un Ferrari deportivo y mujeres. Su vida transita entre alcohol, somníferos, fiestas, strippers y sexo, hasta que sorpresivamente aparece su hija de once años Cleo (una estupenda Elle Fanning, hermana de Dakota) para pasar un tiempo con él. Su presencia será el detonador de un cambio en el hombre, hacia su estabilidad emocional.
Si bien, Coppola aporta el tono melancólico de Perdidos en Tokio, consigue a su vez una afortunada mezcla entre ésta y María Antonieta, su tercer largometraje. De la primera es el aislamiento, el vacío en la habitación de un hotel, el insomnio y el extravío. De la segunda, la soledad de la fama, la inconsciencia de la frivolidad de la opulencia y el ocio. Pero de ambas, la mirada íntima y sugerente de las crisis personales.
En el proceso de la transformación de Johnny y la renovación de los lazos afectivos con Cloe se ignoran los núcleos melodramáticos y se crean momentos emotivos, llenos de matices, a través de un nuevo entendimiento padre-hija que dan forma a la parte más luminosa del relato Su interacción se alimenta de las experiencias más llanas y espontáneas; comer helado a medianoche, jugar en el fondo de una alberca, tomar el sol, preparar un desayuno. Todo esto se imprime desde una detenida contemplación en largos planos y en una economía de diálogos, pero también a manera de viñetas en un estilo videoclipero con una genial banda sonora a cargo del grupo francés de rock alternativo Phoenix.
En este relato con pinceladas autobiográficas, hay cabida para parodiar la ligereza y excentricidades de la industria del espectáculo, como el premio que recibe Johnny de la televisión italiana llamado “Telegatto”, que consiste en una estatuilla de un gato dorado y sonriente. Entre las grandes virtudes del filme se encuentra la dirección de actores, a quienes la cineasta extrae todo su potencial.
Dirección: Sofia Coppola.
Reparto: Stephen Dorff, Elle Fanning y Michelle Monaghan.
País: Estados Unidos.
Año: 2010.
Género: Comedia dramática.
Duración: 98 minutos.
Clasificación: Mayores de 15 años.
Fecha de estreno en México: 14 de enero de 2011.
1 comentario:
Yo la vi mientras estaba en el four seasons las vegas hotel una noche. Esta buenisima, se la recomiendo a todos para que la vean!!
Publicar un comentario