Anatasia Steele (Johnson) y su galán con
problemas de sadismo y millones en su cuenta bancaria, Christian Grey (Dornan) retoman su noviazgo buscando “confianza y comunicación” solo que en el camino
se topan con algunas de las “Ex” de Grey y con un vuelco inesperado en el nivel
de la relación. Mientras tienen sexo una y otra y otra y otra vez. Fondeados por
un altamente comercial soundtrack y rodeados por el paisaje propiedad de los
ricos, bellos y famosos de Seattle.
Desde que la trilogía de E.L. James golpeara (en
todos los sentidos) las listas de Best Sellers, se especuló acerca de la
adaptación cinematográfica y millones de fans enloquecidos en todo el mundo
comenzaron a especular sobre quienes deberían ser los protagonistas y de cómo se llevaría
escrupulosamente a cabo la narración del romance más candente enfocado a mamás que se hubiera
escrito jamás.
El tiempo pasó y decepciones fueron y vinieron,
hasta que la primera parte de la trilogía irrumpió en los cines, y aún su recaudación en taquilla
no evitó que que una parte importante de la población consumidora les diera la espalda,
inconforme con la elección de los protagonistas o la manera en la que se plasmó la historia.
Pero ese fue solamente un asunto que gastó litros
y litros de tinta en las páginas de la prensa del corazón y espectáculos. La realidad era que al final, había aún dos películas por realizar.
Ahora llega la segunda parte de la trilogía y
sabemos por definición que las partes de "en medio" de una serie narrativa usualmente se
enfrentan con el gran desafío de: hasta dónde avanzar para no acercare demasiado
al final y seguir conquistando fans de la saga para las siguientes entregas. (Simplificado en este caso por que se trata de versionar tres libros diferentes)
Bueno, entonces, la trama intermedia es simplemente un puente para llegar a un final (cualquiera
que este sea).
En este caso, si la primera parte adolecía de varias cosas que le
dieran coherencia, en mucho debido a que la estructura del libro original es
bastante floja, nos encontramos con que esta entrega se basa fundamentalmente en maratónicas sesiones
de sexo, mientras que el personaje de Grey muda de rol de dominador a sumiso. (Bueno,
todos tarde o temprano tienen su Waterloo)
El más evidente de los no pocos problemas que enfrenta
esta presentación, es que tal vez por un pudor muy extraño, no da el paso para
llegar ni siquiera a ser soft porn lo cual no deja de ser "inquietante" dado que la trilogía entera ha enarbolando un tema de sexo sadomaso, dentro
de la categoría de “erotismo para mamás” y la cuestión desconcertante es que
cualquiera de las fogosas lectoras del libro pudieron haber imaginado muchísimo
más en sus mentecillas que lo que la película muestra.
La ansiedad de no pasar
los límites de la clasificación ronda a cada momento.
Además de las escenas de sexo, la película
sigue apostando obviamente por el “paisajismo económico” y continúa haciendo un
extraño intríngulis entre los excesos de poder y la garantía de seducción,
estableciendo que Grey además de su atractivo físico, puede lograr lo que quiera,
(elemento que asegura la seducción de cualquier mujer, según las leyes de la
gramática de la autora) porque simplemente paga por
ello en cantidades exorbitantes.
Millones en el banco, portadas de revistas y ranquing entre los V.I.P., un yate, un departamento en Nueva York y otro
en Seattle, autos, champagne, viajes y joyas y cualquier mujer se rendirá a tus pies. No importa si se rinde por decisión propia, finalmente se rendirá.
Para atizar más la cuestión, la actitud misma de
Anastasia que según nos lo recuerdan huyó de Grey porque “vio un lado oscuro después de sus prácticas sexuales en el cuarto de juegos” y
concede sin pensarlo una segunda oportunidad a Christian pero eso sí, le recomienda que irán despacio... para tres segundos después caer en la cama y un poco más
tarde pedir “unas nalgaditas” y un regreso triunfal al cuarto rojo del placer... no porque se esté volviendo una voraz alumna
de su "amo", o porque la tentación de ser dominatrix luche por salir a flote en
el centro de su alma, sino porque… nada más ya le gustó “ese modo” de su galán.
Obvio, para rescatar la imagen femenina de alguna
manera y no parecer un cuento misógino, se hace hincapié en que Ana es
profesional, responsable, liberada, autosuficiente, y se sabe defender sola... pero… bueno… la chica
también tiene su lado B.
James Foley toma la dirección de estas “sombras más oscuras” y en
lugar de alcanzar la oscuridad les da un medio tono "vainillesco" que se queda en el limbo de las pretensiones
eróticas.
Sí, ciertamente, hay más sexo que en la primera entrega, (como
lo marca el libro) pero los protagónicos, aunque son atractivos, en pantalla
son fríos y a eso hay que añadirle: el cambio de escenario sentimental y las
escenas ad látere (por aquello de que:
“bueno y además de cama… qué más tiene la cinta?) que se deben resolver con
premura, porque si no la duración de la película se extendería por tres horas, todo
esto da como resultado que de improviso se llegue las “simpáticas e inesperadas escenas de humor
involuntario” al resolver conflictos en … ¿tres minutos? O borrar un mapa escrito
con labial en el cuerpo…. y según diversas fuentes (directas y no tan directas), no solamente el público de
la función de prensa rió, sino que… (ups!) los fans también lo han hecho.
Entonces cabe preguntarse si la dirección y el trabajo de guión fueron
en el rumbo correcto.
En este ultimo punto si hay que reconocer el esfuerzo titánico por
transformar el contenido del libro a una “segunda parte: sin reglas” de algo
que el público objeto ya leyó e interpretó según los límites y recursos de su propia imaginación (y hay que ver que se
pueden tener toda clase de excesos mentales en estos temas) y tratar de
conservar a la audiencia, con lo que el director y el estudio aprueben y al
mismo tiempo hacer ese “puente” para que se cumpla el ciclo y los fans se
queden esperando a ver el “romántico desenlace” de la historia, que a juzgar
por lo que ya se sabe, terminará siendo la cruel, palpable y triste realidad de
aquel viejo chiste misógino de “por qué las mujeres ven porno”…
Director:
James Foley
Reparto: Dakota Johnson, Jamie Dornan, Eric Johnson, Marcia Gay Harden, Kim Basinger, Bella Heathcote, Rita Ora, Luke Grimes, Eloise Mumford, Max Martini, Victor Rasuk, Robinne Lee, Bruce Altman, Fay Masterson, Andrew Airlie.
País: Estados Unidos
Reparto: Dakota Johnson, Jamie Dornan, Eric Johnson, Marcia Gay Harden, Kim Basinger, Bella Heathcote, Rita Ora, Luke Grimes, Eloise Mumford, Max Martini, Victor Rasuk, Robinne Lee, Bruce Altman, Fay Masterson, Andrew Airlie.
País: Estados Unidos
Año: 2017
Género: Drama erótico
Duración 118 min
Clasificación: Adultos escenas
sexuales, desnudos, temática
Fecha de estreno en México: 10 de
Febrero de 2017.
CINCUENTA SOMBRAS MÁS OSCURAS (FIFTY SHADES DARKER) SE EXHIBE EN CINÉPOLIS.
PARA INFORMACIÓN DE HORARIOS Y SALAS, CONSULTAR: www,cinepolis.com.mx
CINCUENTA SOMBRAS MÁS OSCURAS (FIFTY SHADES DARKER) SE EXHIBE EN CINÉPOLIS.
PARA INFORMACIÓN DE HORARIOS Y SALAS, CONSULTAR: www,cinepolis.com.mx
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