Por Julia Elena Melche.
Se dice que cuando una historia se cuenta varias veces, va perdiendo gracia e interés y sobre todo si se trata de un relato sencillo que no permite grandes variaciones narrativas. Es el caso de Actividad paranormal 0: El origen, secuela japonesa de Toshikazu Nagae, que fue filmada cuando se realizaba la primera, Actividad paranormal de Oren Peli, cineasta israelí afincado en Hollywood, quien debutó con este filme,
La cinta de Peli se convirtió en un gran éxito de taquilla y en un hype cinematográfico, es decir, un producto mediático que es objeto de una excesiva publicidad. Filmada con una sola cámara, en la casa del realizador y con un presupuesto de 11 mil dólares, el filme consiguió un enorme impacto entre el público y ha recaudado alrededor de 104 millones de dólares. ¿Las razones? su estilo seudo documental con una cámara fija en la recámara que registra todo lo que sucede durante la noche mientras la pareja protagónica duerme, pues se cree que existe un espíritu maligno en la casa. Lo que activó más su atractivo, fue el efectivo manejo del suspenso, más que del terror, al trasmitir al espectador la presencia real de un ente desconocido que se manifestaba mediante puertas que se abrían y cerraban, luces que se prendían y apagaban solas, sonidos de pasos y golpes, huellas de pisadas en el piso hasta fuerzas paranormales que arrastraban a los personajes. El realizador manejo con gran eficacia el miedo hacia lo que no se pero que se percibe.
Para quienes vieron esta película, el filme nipón no les aportará nada nuevo. Lo único diferente son los personajes, las situaciones y el lugar de la historia. Ahora se trata de dos jóvenes hermanos japoneses. Haruka, la chica, regresa a su casa en Tokio en silla de ruedas, luego de su viaje a San Diego durante el cual sufrió un accidente automovilístico que le provocó la fractura de sus dos piernas. Su hermano Koichi se encargará de cuidarla y atenderla. Cuando Haruka le comenta a Koichi que ha visto que su silla de ruedas se mueve por sí sola, el chico decide colocar su videocámara en la habitación de la joven para capturar los eventos que ahí suceden.
Lo que sigue será el registro de puertas que se abren y cierran, ruidos y golpes que revelan la presencia de una entidad fantasmal. Lo novedoso es que Koichi coloca luego otra cámara en su recámara, registrando al mismo tiempo, los acontecimientos en ambos lugares. Como en la primera entrega, el terrible final tiene el objetivo de impactar y aterrorizar.
El cine japonés ha creado inmejorables filmes de terror, basta recordar El ojo, La maldición, El aro y Llamada perdida, de los cuales Hollywood se ha encargado de hacer sus respectivas adaptaciones. En esta ocasión ha sido lo contrario y no con excelentes resultados.
Dirección: Toshikazu Nagae.
Reparto: Aoi Nakamura y Noriko Aoyama.
País: Japón.
Año: 2010.
Género: Terror.
Duración: 90 minutos.
Clasificación: Adolescentes y adultos.
Fecha de estreno en México: 8 de julio de 2011.
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