sábado, 4 de febrero de 2012

LOS DESCENDIENTES (THE DESCENDANTS)

Por Fabián Quezada León

Los Descendientes, está basada en la novela de Kaui Hart Hemmings, y básicamente se trata de el viaje que tanto internamente como externamente, debe realizar Matt King, (Clooney)

Él es el albacea de una rica herencia en terrenos en Hawai. Confrontado con la oferta de vender la tierra a un consorcio hotelero, debe enfrenparse a una de las más rudas decisiones de su vida, hacerse cargo de sus dos hijas adolescentes tras el accidente que deja en coma a su mujer, y de paso buscar la verdad sobre una desagradable noticia que afectará toda!20su vida marital. Al fin Matt entenderá que tratándose de la familia, hay muchas cosas que le quedan por aprender.

Es rico, de buen porte, vive en un paraíso, es un hombre respetado y además es ¡George Clooney!… ¿qué más puede pedir? … uno difícilmente podría decir que es infeliz y/o sentirse congraciado si después de mucho pensarlo se tomara la decisión de que es un hombre en desgracia… y aquí es cuando la magia de una buena historia y una buena dirección nos hace pasar por alto esos detalles de la riqueza y la galanura para de verdad compadecer a este padre “renuente” que para colmo se entera de que su “bienamada” esposa que está en coma, lo engañaba que tiene responsabilidades más allá de las de negocios para consigo mismo y para con sus hijas y que al final los básicos, el amor a la familia, a la tierra y a la estirpe son temas tan actuales como lo han sido siempre, porque al final de cuentas en la vasta experiencia de la vivencia humana, menos, es más, nada hay más difícil de alcanzar que la simplicidad.

Lo principal es que Los Descendientes es una cinta rica en emociones, en situaciones y que sin forzarnos nos lleva a pasar de la comedia al drama, de lo externo a lo interno, nos conduce nada más y nada menos que a la vida de alguien que podría ser o nosotros mismos o el “señor de junto”

El detalle interesante es la manera en la que Payne, que nos tiene acostumbrados a un humor ácido (aunque entrañable) como el de Entre copas, Election o Las confesiones del señor Schmidt, en los que vamos de la risa morbosa a la culpable (pues siempre es muy negro su sentido del humor) ahora nos descubre un lado sí negro, pero también por qué no decirlo, terriblemente humano. Solo hay que ver a Matt espiar al amante de su mujer y llegar a intervenir en su vida. O no saber cómo tratar a sus hijas porque, es un asunto fuera de su rutina; entonces al comenzar a fluir la historia, muchas cosas toman sentido y nos proyectan un paso evolutivo, no solo del personaje de Matt, sino del mismo director.

Se hizo un poco de lado lo ácido por el sentir pena pero de una manera fraternal y como buenos “hermanos” podemos reírnos!20un poco del dolor ajeno .

Veamos la situación, Matt es un hombre como hay muchos, que ha puesto una mayor atención en su trabajo y en sus múltiples ocupaciones como administrador de la fortuna familiar que sobre su familia, pero es cuando un inesperado giro de fortuna le da en plena cara cuando debe enfrentarse con problemas mucho más complejos y fuera de control que!20cualquiera de sus negocios: lidiar con sus hijas, con una esposa en coma y unos suegros sacados de las páginas del infierno. Para no mencionar su incesante búsqueda de respuestas a preguntas de las que de antemano sabe que no quiere conocer las respuestas.

Sin embargo este tour de force, este viaje en etapas, para ir cumpliendo los estadios de su tarea (que resulta casi tan complicada como una Odisea) Matt va a descubrir muchísimas más cosas de las que su inquisitiva cabeza se atreviera jamás a preguntar, para colmo debe hacer el viaje rodeado de los desconocidos pedazos de ese rompecabezas, su inadecuación no le dejó ver con anticipación que tejía las piezas desde el principio para resolver su conflicto, solo que no sabía cómo encajaban unas con otras y eso hace que esas piezas se deban analizar con la óptica de la decepción, de la incomprensión y ¿por qué no? con algo de morbo, salpicado de un poco de cinismo juvenil y desacato familiar.

Entonces, este hombre, capaz de correr en sandalias por una carretera para ir a descubrir la verdad o de volar de isla en isla!20del archipiélago Hawaiano, para contemplar lo que; aun habiéndolo tenido toda la vida no se había percatado, se nos vuelve un hermano, un igual, un ser tremendamente cercano y capaz de hacernos embonar en medio de ese viaje desbocado en el que la frase: “Es él mejor que yo”, suena alto y claro haciéndonos sentir los ecos de eso; porque en definitiva… alguna vez por lo menos nos lo habremos preguntado.

Los Descendientes es también un retrato cotidiano de la familia, o de una nueva manera de concebir el término familia, que aunque haya evolucionado conserva las mismas preocupaciones que hace años… solo que en el camino se ha encontrado con nuevas y casi atemorizantes nuevas soluciones a viejos problemas.

Clooney crea un nuevo prototipo al que se podría colocar fácilmente de héroe melodramático. Es un papá-mamá engañado y desencanchado, es en suma esa parte de la historia familiar absolutamente contemporánea y de la que no se había hablado suficientemente: El hombre abandonado por la mujer, y que debe no obstante su renuencia, hacerse cargo de la prole y resolver su estadía emocional. Este giro en el estereotipo puede dar para muchas cosas aún, apenas es un vistazo del inesperado y poco explorado mundo de las emociones del padre soltero

Director: Alexander Payne

Reparto: George Clooney, Shailene Woodley, Amara Miller, Judy Greer, Beau Bridges.

País: Estados Unidos

Año: 2011

Género: Comedia, Drama

Duración: 1 hr. 55 min.

Clasificación: Mayores de 13

Fecha de estreno en México: 3 de Febrero

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