432 Magazine: EN LA ESTANCIA (THE LAND OF SILENCE)

viernes, 13 de noviembre de 2015

EN LA ESTANCIA (THE LAND OF SILENCE)

Por Fabián Quezada León

La Estancia es el nombre de un lugar, un sitio al que, igual que casi todos sus habitantes, el tiempo ha dejado abandonado; arrumbándolo entre el polvo y el silencio.

Solamente viven ahí dos hombres, un padre de 93 años y el más joven de sus 10 hijos, quien por ser el menor le tocó cuidar a su padre. Los demás que algún día vivieron ahí, igual un día se fueron y no regresaron; no importa lo que se quedara detrás… La estancia era la nada, el polvo, cajas de madera rellenas de recuerdos evaporados, cualquier cosa en el mundo tendría más sentido que permanecer viendo como el adobe quedaba pelón y el herrumbre carcomía todo.

A este pueblo fantasma llega Sebastián, un joven cineasta deseoso de hacer su película documental, de esas que se catalogan de “profundas y con sentido” con la postura del director al que le han enseñado que ir a pueblos remotos y sacar declaraciones de sus habitantes es algo “cool” solo que, como cualquiera en el mundo del cine lo sabe y lo ha experimentado, levantar un proyecto es una carrera de resistencia.

Sebastián hace sus imágenes, entrevista al padre: Don Jesús Vallejo y al hijo, Juan Diego pero… no puede acabar el documental. Tiempo después regresa con la intención de terminar, pero irónicamente para un lugar en donde el tiempo parece que se ha frenado, las cosas ya no son como las dejó.

Carlos Armella, (Toro Negro 2005) (Tierra y Pan 2008) llega con este su primer largometraje de ficción para mostrarnos en una historia donde los límites entre real y lo ficticio, lo fantasmal y lo abandonado nos narran una historia en tres capítulos, a la que de repente no sabemos si nos hace penetrar a un recuerdo real o a una realidad imaginaria porque ambas están cocidas con las mismas puntadas de la soledad, el silencio y tal abandono que de un momento a otro, pueden desvanecerse.

Los motivos de la migración pueden ser muchos y atribuirse a muy diversas causas, pero los hechos siempre son los mismos; ahí donde había algo ya no quedará nada.

Esta realidad que día a día se vive, no solamente en México, sino en el mundo tiene doble cara: la esperanza de encontrar un futuro mejor y la nostalgia de dejar todo lo que se tiene basándose solamente en un sueño.

De la misma manera Sebastián quien deja en suspenso su documental regresa a La Estancia a terminarlo sin saber siquiera (como todo en la vida) cual será el final.

La impronta del recuerdo, la doble cara de la realidad también lo absorben a él.

Antes de irse prometió cosas, antes de irse tenía otros proyectos y su regreso al pueblo, al contrario de todos los que se fueron es únicamente para encontrar fantasmas, fantasmas a los que se quiere materializar a toda costa para fines propios fantasmas a los que se necesita pero a los que realmente no se quiere.

Sin planearlo, sin buscarlo, Sebastián introduce a este escenario nuevos jugadores, en un juego del que ni el mismo conoce las reglas y que va a sorprenderlo con sus giros de trama.

La fotografía aunque en el mismo guión se le tilda de poesía barata tiene el singular encanto de los paisajes que, se quiera o no, evocan a ese otro pueblo fantasmal de Comala poblado también por estos seres callados y fantasmales que por algún extraño motivo jamás pudieron huir, cuyos sueños solamente son como remolinos de tierra del camino dan vueltas, se elevan y caminan sin salir de los límites para luego caer hechos polvo al suelo

Premios

Galardonado con el Premio a la Mejor Dirección en el San Diego Latino Film Festival, así como con los reconocimientos al Mejor Filme Latino, Mejor Guión y Mejor Actor en el Festival de Cinema de Gramado en 2015, y de la Mención Especial del Jurado en el Festival de Cine del Tigre de Argentina o del Premio TV UNAM en la más reciente edición de FICUNAM, el African, Asian and Latin American Film Festival of Milan,

Dirección: Carlos Armella.