Por Fabián Quezada León
Mathieu Vasseur (Niney) es un joven autor que cree
haber escrito perfectamente su primera obra; pero cuando el manuscrito es rechazado por la
editorial, a Mathieu no le queda más remedio que seguir trabajando como
asistente en mudanzas. Hasta que un día, al efectuar un trabajo encuentra entre las pertenencias del antiguo
dueño de casa, un cuaderno que relata la experiencia del hombre como soldado en
Argel en los cincuentas que comienza con la famosa frase de “Esta mañana he
matado a un hombre”…
Tras de leerlo, Mathieu decide transcribirlo y mandarlo al editor como propio... el dueño del cuaderno ahora está muerto y sin herederos que puedan reclamar… ¿Qué malo podría suceder?
Tras de leerlo, Mathieu decide transcribirlo y mandarlo al editor como propio... el dueño del cuaderno ahora está muerto y sin herederos que puedan reclamar… ¿Qué malo podría suceder?
El éxito no se hace esperar y “Black Sand” es un suceso y Mathieu pasa de ser un
absoluto desconocido con ambiciones, a un célebre “nuevo autor” que
hipotéticamente tiene a todo el mundo a sus pies, incluida a una exquisita y sofisticada
heredera, Alice (Girardot) pero desde luego, la mentira tiene patas cortas y
Mathieu lo va a encontrar muy pronto cayendo en un espiral de desgracia, mentira
y crimen.
Tomando como punto de partida la historia del
escritor impostor que ya hemos visto antes, como en “Words”
protagonizada Bradley Cooper. Comenzamos a ver cómo se desarrolla esta versión
de defraudador/fraude/testigo inesperado/chantaje/crimen.
De esta manera, desde el comienzo nuestras
perspectivas nos hacen pensar que el final de la historia no va a acabar muy
bien para el protagonista.
Niney se encarna
perfectamente como este aspirante a la fama y nuevo habitante en un
mundo fashion , recordando tal vez
sus propios inicios en el mundo del cine antes de protagonizar la biografía de Yves
Saint Laurent, que lo lanzara a la fama y a este mundo en el que se mueven
los ricos y famosos, los jet setters
y la realeza fílmica…Niney toma toda la historia y la hace suya perfectamente; se
mete en la piel de Mathieu y comienza a evolucionar dentro de la trama.
Si bien los caminos por los que va optando el personaje resultan cada vez más frágiles argumentalmente y sin embargo, lo seguimos interesados, esperando que giro va a tomar su historia.
Al pasar de su etapa de desconocido a su fama
inusitada, al irse despegando (y no) del argumento que ya hemos visto, la vida
de Mathieu va metiéndose cada vez más en este pantano de “no retorno” que
segundo a segundo lo va a hundir más y
va a precipitar su final (que ya se nos ha marcado en los 10 primeros segundos
de la película)
Sin embargo esta sensación de “anegamiento existencial” del thriller funciona efectivamente, para demostrar que no obstante se adivine el final del personaje, se desconoce el camino por el cual se va a llegar a ese final y eso mantiene la atención del espectador.
Evidentemente,
el personaje tiene una serie de motivaciones para realizar su “estafa” además
de desear fuertemente ser un escritor famoso, se topa con Alice, rica,
intelectual experta en literatura… una meta inalcanzable para él desde su
plataforma inicial, pero no para un escritor estrella.
Claro que Mathieu no llega a donde llega sin ninguna preparación previa, en sus primeros pasos planea escrupulosamente su estrategia, se informa, construye su estafa con bases verídicas; (vamos a ver, es escritor, no?…) se dedica a fabricar una historia que crean los que la lean (su propia vida y el cómo llegó a escribir su libro.) Lo que escapó a su plan fue un detalle “pequeñito, pequeñito, pero muy importantito”… el final de su historia.
Y de una extraña manera, en el guión de la cinta también el final queda deslucido. Solucionando problemas difíciles de una manera apresurada y sin fuerza.
A partir
del rompimiento de tiempo y transcurso de tres años en el que Mathieu y Alice
van a casa de los padres de ella en la costa, la historia comienza a tener
fracturas, situaciones que se obvian, pero cuya resolución parece no
corresponder a la historia como debiera.
Cierto es que los escenarios y la ambientación de Moreaux, que son fotografiados exquisitamente por Roch , apoyan la imagen de sofisticación en la que se mueven estos miembros de la riqueza y fama, pero no nos queda claro por qué el protagónico comete ciertas fallas o excesos de confianza, que no concuerdan con la introducción que tuvimos de él.
Obvio que
sabemos perfectamente que para figurar en ese mundo en el que se ha desenvuelto
hace falta, además de carisma, una abultada cartera; misma que Mathieu según
nos enteramos, ha desinflado y llenado de deudas con adelantos que se ha
gastado alegremente, esto nos llevaría a pensar que el protagónico ha sido
mordido por esa ambición, que va más allá de la fama y desencadena la soberbia y el ansia de poder .Así que nos vemos
obligados a concluir que presumiblemente
esto obstruyó su capacidad de razonar… justo en el peor momento; cuando reaparece otro de los elementos de esta
trama de fraude; el chantajeador.
Y lo hace en la figura de un ex compañero de armas del muerto cuyas memorias Mathieu ha usado para hacerse famoso. Como si eso fuera poco, otro peligro amenaza; la intempestiva llegada de un ex pretendiente y amigo de toda la vida de Alice. Sí, eso es una mala combinación.
Obviamente las pinzas se cierran alrededor del cuello del protagonista corroyendo a cada segundo su imagen de “hombre ideal” en ese preciso momento, urge a los guionistas (el propio Gozlan, Guillaume Lemans y Gregoire Vigneron) rescatar al personaje y tomar las correctas decisiones para transformarlo para bien o para mal. Pero por desgracia se elige una salida falsa… comienza una mímesis lúdica entre las malas decisiones del personaje y las decisiones de los guionistas y de ahí al final todo está dicho, para resolver de una manera melodramática la historia que pudo haber terminado como un elogio a la maldad y el triunfo en el delicado y sofisticado arte de salirse con la suya.
Reparto: Pierre
Niney, Ana Girardot, Andre Marcon, Valeria Cavalli, Thibault Vincon, Marc
Barbe, Laurent Grevill, Sacha Mijovic.
País:
Francia
Año: 2015
Género:
Thriller
Duración:
103 min.
Clasificación:
Mayores de 13
Fecha de
estreno: Enero 1 de 2016.
UN HOMBRE IDEAL (UN HOMME IDEAL) SE EXHIBE EN CINEPOLIS A PARTIR DEL 1 DE ENERO DE 2016.
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