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Por
Fabián Quezada León
Laurie Strode (Lee Curtis), quién logró escapar de la matanza
en la noche de Halloween hace cuatro décadas, llegará a su confrontación final
con el siempre recordado Michael Myers.
Había una vez, hace mucho, pero mucho tiempo…
Hace
cuarenta años John Carpenter dio a conocer su primer film de lo que después se transformaría
en una franquicia. Hecho básicamente como un film independiente,
con un presupuesto de alrededor de $3,000,000. Dlls. Produjo en su época más de 47 millones de recaudación en taquilla
y de ahí se generaron una serie de “secuelas” lo que la coloca como una de las
películas independientes más exitosas de la historia del cine.
Carpenter
supo colocar varias características del género en el escenario, nos llevó a ver
a través de un punto de vista escalofriante, desde el ojo del asesino con cámara
subjetiva, develándonos además la potencial peligrosidad mortal de lo que “aparentemente”
es un tranquilo y amigable vecindario suburbano, lo importante es el clima, la
atmósfera de tensión que se va generando alrededor, todo eso se retoma como un
estilizado homenaje en esta entrega.
El regreso a los básicos
Y
lo valioso es que no obstante lo lejano que se hayan situado las otras
historias relacionadas con la saga, ahora se regresa plenamente a los básicos y
esto es un giro maestro Gordon Green y su equipo nos atraen a el verdadero
comienzo desde la iconografía de la entrada, todo atrae poderosamente para
regresarnos en el tiempo histórico sin regresarnos en el tiempo real. De
repente es por completo el espíritu de la noche de Halloween de 1978, saltando
dimensiones temporales y haciéndose real en 2018.
Y
nos lleva a revivir la presencia maligna real de Michael que sin moverse, sin
pronunciar una sola palabra emana tal maldad que sin salir de un cuadrángulo
dibujado en el piso contagia su poder a
todos los pacientes del recinto psiquiátrico y a otras “pobres almas en
desgracia” Además como si fuera una reliquia del mal la terrorífica máscara es
un elemento unificador para si acaso hay alguien en las nuevas generaciones que
no sepan quién es este ser.
Por
el otro lado tenemos la historia de Laurie quien ha venido cargando con una
maldición, el recuerdo de Michael y sus crímenes… y una sola plegaria que Michael regrese a ella para matarlo.
Amor
fraterno…
Desde luego la historia ha
transcurrido y Laurie tiene 40 años esperando ese momento, ha pasado preparándose,
fortificando su casa y aleccionando a su hija (quien se ha alejado de ella creyéndola
un poco exagerada, o sea loca) Ahora su hija también tiene una hija y eso provoca
cierta inquietud cuando uno recuerda que la línea que maneja Michael, son las
jovencitas…
Laurie ha pasado por el tiempo
ansiando su acto final, en un cierto sentido se ha convertido en una especie
del reflejo de Michael, aislada, siendo juzgada hasta por su propia hija, con
simplemente el deseo de muerte corriendo por sus venas. Las fijaciones parecen
ser parte de la familia…
Michael va a ser transferido a
otra institución mental y Laurie lo sabe, conoce al dedillo día, hora y minuto
de ese traslado y esa posibilidad se hace a la vez pesadilla y anhelo, será que
el cielo ha escuchado sus plegarias y le otorgará que esas pesadillas se
cumplan? Será que podrá ver la muerte de Michael… o la suya propia?
Secretos
de sobrevivencia
Como si fuera poco en este
homenaje se repasan las reglas que han definido al género. Aquí una breve lista
de las situaciones de las que se debe huir si se está en una película de
terror: Los ataques suceden en habitaciones en penumbras en las cuales la
víctima entra sin prender la luz, y no la prende jamás.
Los closets/armarios
son escondites preferidos para los asesinos (sobre todo si tienen rejillas),
los jóvenes promiscuos son asesinados después de pecar carnalmente. Cualquier
asesino es capaz de revivir innumerables veces cuando las víctimas creen que
está muerto. Cada vez que alguien dice tranquilizándose “no hay nada aquí” el
asesino salta desde un punto inimaginable y lo ataca. El asesino pareciera que
va a atacar a alguien y pasa de largo.
Siempre
hay un cuchillo de 35 Cm en la cocina o una herramienta de chimenea a la mano. Los
asesinos siempre tienen una extraña habilidad de atrapar los pies de sus víctimas
y jalarlos hacia ellos. La víctima siempre abre la puerta o deja una ventana
sin atender aún sabiendo que el asesino anda en el vecindario. La víctima
siempre va a buscar algo de comer y la única luz en el cuarto es la del
refrigerador. Los consumidores de alcohol y/o drogas también son exterminados. La
protagonista joven descubre que su pareja le es infiel y se queda sola a enfrentar
al asesino. Los autos, garajes y gasolineras son lugares para atraer al
asesino. Las víctimas pierden la capacidad de avisar su paradero a sus posibles
aliados o rescatadores. El asesino prevee y conoce todas las vías de escape de
cualquier escenario. El asesino puede asechar y matar a 15 personas en dos
horas sin cansarse jamás.
Lo
que ves… y lo que no ves
El film (escrito por Green, Danny
McBride y Jeff Fradley) exuda sin pudor la reverencia que el grupo tiene a la
obra de Carpenter así que lo que desean es hacer una conexión directa con la primera cinta, preservando lo más posible
la magia, la esencia de esa historia. Colocando la arena en el medio justo y
dando a Lee Curtis un espectacular re encuentro con sus raíces.
Green y Michael Simmonds complementan el
homenaje con una excelente cinematografía sin que sea opresiva, la atmósfera
otoñal, oscura y aislada va penetrando la película y en el sentido, es como si
hiciéramos una inmersión en un pantano el peligro está latente y no sabemos
cuán profundo será el fondo. Hay reflejos tomas subjetivas y tomas a la
oscuridad desde donde en cualquier momento puede aparecer la mano del asesino.
Pero la cereza del
pastel en esta confrontación es Lee Curtis un ícono vivo de la saga que finalmente
tiene la oportunidad de enfrentar su destino habiendo pasado todas las pruebas
y haciéndose una profesional. Laurie no es una dulce abuelita desamparada, es
una cazadora de monstruos experta tan ruda y sagaz como su contraparte. El
tiempo esperando le ha dado nivel de maestría.
Y he aquí un poquito de la historia de Laurie: tuvo dos divorcios y además fue separada de su hija Karen (Judy Greer) acusándola de ser una madre incompetente dada su fijación con el regreso de Michael; No obstante, en el tiempo que crió a su hija la aleccionó lo suficiente para "estar prevenida" claro que Karen acabó pensando que su madre había perdido un tornillo y por ello mantiene a su propia hija Allyson (Andi Matichak). "alejada" de su abuela,
La forma
en la que Green y su equipo manejan la trama es también un cumulo de ansiedades
anticipatorias, mucha de la acción ruda del asesinato sucede sin que lo veamos gráficamente,
nuestra mente nos tortura esperando las sangrientas y terribles consecuencias.
Acércate hombre, déjame
que te vea…
Halloween
funciona y funciona bien como un entusiasta homenaje a un clásico que inauguró
géneros, perturba y cautiva al mismo tiempo cuando los peores miedos que se
generaron hace 40 años regresan brillando en el filo de cuchillos gigantescos y
en sombríos pueblos otoñales que esconden terribles secretos. Respira tensión y
revive las reglas básicas del género del asesino serial contrastándolo con la
eterna y desequilibrada espera de poder por fin ver a Michael cara a cara, como
si el tiempo hubiera salido directamente de un agujero negro y fuera alumbrado por el fuego del hogar.
Director David
Gordon Green
Reparto: Jamie
Lee Curtis, Jefferson Hall, Judy Greer, Miles Robbins, Nick Castle, Omar J.
Dorsey,Rhian Rees, Toby Huss, Will Patton
País: Estados Unidos,
Año: 2018
Género: Terror, Thriller
Duración: 106 min
Clasificación: B15
Fecha de estreno en México: 19 de Octubre 2018
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