Por Fabián Quezada
León



Suena
lo suficientemente desquiciado no es cierto? Y mucho más cuando Joseph Gordon
Levitt se “fusila” materialmente a Bruce Willis demostrando que es uno de los
actores más versátiles de su generación y uno de los más
valiosos este año.
Para ello se vale además de las obvias aplicaciones prostéticas y lentes de
contacto de su indudable talento y
capacidad camaleónica. Y cabe citar que Hollywood siempre aplaude a estos
actores que en aras de un personaje sacrifican su imagen en pantalla pero
cuando la versión digamos “real” encarnada por Willis y su “versión juvenil” se
enfrentan en la misma película es simplemente fuera de serie


La
historia es una vuelta sobre otra con alocados giros que mezclarían “The Fury”
“Carrie” y Die Hard en una alucinante
coctelera entrecruzando la saga de
acción con la ciencia ficción y los deberes éticos de matarte a ti mismo porque
el sistema así lo indica un
interesante punto a reflexión si se empieza a
fantasear sobre las macabras posibilidades de que cada quién esté de alguna
manera creando una leyenda para el futuro que tal vez no acabe siendo la
proyectada y ambiciosa visión de uno mismo y termine siendo una esquizofrénica
pesadilla porque el destino fue torciendo los
botones de las casualidades y los
planes tuvieron cambios que terminaron llevándonos a otro lado completamente
diferente al tan fantasiosamente planeado.


En
medio de toda esta debacle, la presencia de un elemento tangencial, el cambio
del futuro si en el presente se hubieran realizado las acciones correctas pero
con el detalle de que…
¡oh, espera! Podemos
viajar en el tiempo y conocer los resultados del futuro por lo que podemos cambiarlos en el presente!
… Si eso fuera cierto, ¿cómo afectaría mover la historia un poco para poder
alterar el futuro? La historia si bien
cae en los excesos y tiene puntos vulnerables en cantidad se protege bajo el
ala ancha de que no sale del contexto “Ciencia
Ficción” que es su premisa
básica, y entonces se engolosina con la premisa de todo se vale, bajo el
paraguas de la ciencia ficción. Aunque las
explicaciones y las soluciones sean simples aun pueden decir que funcionan. Obviamente
como lo dijimos esta mezcla de ejes focales se
ve inevitablemente condimentada
por la presencia y el arsenal de armas que el mismo Bruce Willis lleva ya
inscrito como segundo nombre.



Pero
un punto extra es que la premisa del viaje en el tiempo es solo una más de las
opciones que la trama toca que son arrastradas por la corriente de sentimientos
que provocará el
enfrentamiento entre el yo presente con el yo futuro y la
eminente eliminación de uno por el otro bajo la óptica del espectador que
siempre esperará que hasta en el último minuto las cosas puedan resolverse para
bien, (por qué se piensa eso, aún en estos tiempos? Sigue siendo un misterio)
un destino puede ser cambiado, un
niño puede ser salvado, los amantes pueden
reunirse para vivir felices… conjeturas y deseos que aumentan la corriente de
sentimientos en la que se deja ir la trama.


Al
final tal vez el resultado al acabar la película sea la mencionada “inestabilidad”
y fritura de sesos y demás efectos
colaterales que se dice en la misma cinta produce “viajar en el tiempo” ¿Estás
dispuesto a realizar el loop? Sólo después de que la veas lo sabrás
Elenco: Bruce Willis, Joseph Gordon-Levitt , Emily Blunt, Paul Dano, Piper
Perabo , Jeff Daniels , Garrett Dillahunt, Noah Segan.
País: USA.
Año: 2012.
Género: Acción, ciencia-ficción,
thriller.
Duración:
1 hr. 59 min.
Clasificación:
Mayores de 15, violencia, uso de drogas, breves escenas de desnudos
Fecha de
estreno en México: 12 de octubre
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