El
cineasta e investigador Gibrán Bazán, confiesa estar sorprendido del silencio
que a lo largo de las décadas se ha guardado en México, referente a dos temas
que involucran directamente, tanto al oficio como al legado cinematográfico, y
de los cuales da cuenta en su magnífico documental Los Rollos Perdidos. El primer tema es referente a las
filmaciones que realizó el cineasta Servando González, de la matanza de
estudiantes, ocurrida en Tlatelolco el 2 de octubre de 1968, y para la cual
utilizó un equipo de ocho cámaras, así como reconocidos cinefotógrafos.
“Mi
interés en el caso surge de dos interrogantes: una sicológica y otra práctica.
¿Cómo pudo un cineasta dedicado a hacer cine de ficción (Yanco, Viento Negro, El último túnel) y habitualmente hacer
filmaciones oficiales, guardar silencio hasta su muerte sobre todo aquello que
vio y filmó desde las seis de la tarde de aquel 2 de octubre, en los pisos 17 y
19 de la Torre de Relaciones Exteriores?”, se pregunta el cineasta. La otra
interrogante, afirma, es saber cuál fue el destino de esas ocho horas de
material filmadas por Servando González y su equipo en Tlatelolco y que
registraban todo lo ocurrido con el detalle que dan las cámaras Arriflex de 35
milímetros.
De
todo esto se da cuenta en la primera parte de Los rollos perdidos y se
sigue la pista del material filmado por Servando González, los cuales fueron
revelados en la madrugada del 3 de octubre en los Estudios Churubusco y de
acuerdo a las declaraciones de un presunto testigo, más de una hora de las
pruebas del positivo de los filmes se salvaron y fueron guardados durante años
en una lata bajo otro nombre. “Supuestamente, años después, en 1976, cuando la
Cineteca Nacional de Tlalpan y Churubusco se encontraba reuniendo su acervo,
fueron depositadas en sus bóvedas, para la propia seguridad de quienes habían
conservado el material”, menciona el director.
La
segunda parte del documental se centra en el incendio de la Cineteca Nacional
de 1982, dando voz a testigos que estuvieron aquel 24 de marzo de 1982 y
presenciaron el incendio y las explosiones ocurridas en la máxima casa de cine
de la ciudad de México, presuntamente a causa de material de nitrato guardado
en sus bóvedas. “Durante el proceso de investigación para ambas historias me
encontré, sin embargo, con una extraña resistencia a hablar y conceder
entrevistas acerca de los hechos, que en lo personal atribuyo mas a una
creencia errónea o inercia de auto censura, de hecho solicitamos más de 70
entrevistas con personas que podían dar un testimonio, y de ellas, menos de la
tercera parte accedieron a aparecer en el filme”.
De
esta experiencia, afirma el director, quizá surja la explicación de que en más
de 40 años de las filmaciones realizadas por Servando González y tres décadas
del incendio de la Cineteca, este sea el primer documental de la historia de
México que aborda ambos temas. Entre los especialistas que participan con sus
testimonios en Los rollos perdidos, se encuentran: Jorge Ayala Blanco, Nicolás
Echevarría, Susana López Aranda, Alfredo Gurrola, Oscar Menéndez, Humberto
Campos, Juan Jiménez Patiño, Laura Gorham, Juan Muñoz Ravelo, Cecilia Rascón,
entre otros. Otra característica de este documental es que buscará una
distribución abierta, por lo que cualquier escuela, universidad, recintos
culturales o asociaciones civiles podrán solicitar proyecciones en sus sedes al
correo rollosperdidosdocumental@gmail.com además de que las personas
interesadas en obtener una copia podrán pedirla a la misma dirección
electrónica.
Los rollos perdidos, es así un
documental que apuesta por recuperar la memoria, por recordar que en la ciudad
de México se perdió material fílmico que era una parte esencial de nuestra
historia, así como un trabajo que evidencia, con base en los testimonios, que
los errores del pasado, no deben volver a repetirse.
El documental se ocupa de dos
historias en las que está presente la pérdida de valioso material fílmico en la
ciudad de México, comenzando con las filmaciones que el cineasta Servando
González realizó junto con su equipo el 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco,
para después centrarse en el incendio del 24 de marzo de 1982 en la Cineteca
Nacional y que destruyó una parte importante del material fílmico de México.
En la primera parte del
documental, y con base en testimonios de testigos y especialistas, se narra la
manera como Servando González fue contratado por la suma de 20 mil pesos por el
Gobierno Mexicano, para filmar una manifestación que tendría lugar en la Plaza
de las Tres Culturas, y que sería dispersada con mano dura.
El equipo de Los rollos perdidos subió después de cuatro décadas a los pisos 17
y 19 de la ex Torre de Relaciones Exteriores, desde donde el cineasta filmó la
masacre, utilizando un equipo de ocho cámaras, apoyado por camarógrafos como
Ángel Bilbatúa y Alex Phillips, para tratar de recrear lo ocurrido aquel día.
Asimismo se incluyen diversas
teorías sobre el destino de esas ocho horas de material filmadas que reunían 14
mil pies de película y que fueron reveladas en los Estudios Churubusco la
madrugada del 3 de octubre, evidenciando la costumbre que tenía el entonces
Secretario de Gobernación, Luis Echeverría, de registrar cualquier
acontecimiento en cine.
La segunda parte de Los
rollos perdidos se centra en el incendio del 24 de marzo de 1982
en la Cineteca Nacional, ubicada en Churubusco y Tlalpan, y en los testimonios
de testigos que presenciaron el incendio y las explosiones ocurridas ese día
Se da cuenta también de la
riqueza del acervo que se guardaba en el recinto y se da voz a especialistas
que formulan diversas teorías para explicar lo ocurrido y que van desde la
explosión de los tanques de gas de una cafetería, sabotajes, material de
nitrato, mostrando ante todo la confusión que prevalece con respecto al tema.
Asimismo se incluye la versión del investigador y
crítico de cine Jorge Ayala Blanco, quien se centra en la misteriosa e
inexplicable primera explosión que ocurre desde detrás de la pantalla de la
Sala Fernando de Fuentes, donde supuestamente no existía nada almacenado.
Los rollos perdidos. Género:
Documental, Año de producción: 2012. Marsash Producciones-Xibalba Films.
Director: Gibrán Bazán; Narración: Daniel Giménez Cacho; Fotografía: Ingmar
Montes; Edición: Francisco García.
Gibrán Bazán (Director): único alumno del
cineasta de culto Juan López Moctezuma, realizador de cintas como Alucarda, La mansión de la Locura
y Bloody Mary. Participó
a lo largo de 10 años con Moctezuma en numerosos proyectos que incluyen la
serie de mediometrajes Yo Vampiro
y participó en la última película de este creador El alimento del miedo. Asimismo es coautor con Moctezuma del
guión del largometraje Pinocho Negro,
que sería protagonizado por el actor David Carradine en el papel de un Gepetto
cyberpunk, y que el director no pudo realizar por su fallecimiento en los años
noventa.
Como
director, Gibrán Bazán ha realizado los cortometrajes Retrofuga en off, Canok, el hombre perdido y Ruta Camus. En 2011 concluye el
proyecto de su primer largometraje Generación
Spielberg con guión de su autoría, protagonizado por Bruno
Bichir, Sophie Gómez, Silvia Carusillo, Alejandro Duran, entre otros.
PROGRAMACIÓN:
Cine
Lido (Centro Cultural Bella Época, Tamaulipas y Benjamín Hill, colonia
Condesa) Viernes 12 14:00 horas. Sábado 13 14:00 horas. Domingo
14 15:00 horas. Lunes 15 18:15 horas. Miércoles 17 14:00 horas.
Viernes
19 al Domingo 22 (consultar horarios en www.cinetecanacional.net)
Centro
Cultural España (Embajada de España, Guatemala 18, colonia
Centro) Sábado 13: 17:00 horas (con presencia del director del documental)
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