En la tradición de los relatos sobre casas encantadas e
historias de fantasmas y posesiones, el cineasta malasio James Wan realizó un
inmejorable homenaje al cine de terror clásico en su filme El conjuro (2013),
tomando la esencia del género de finales de los setenta y la década de los
ochenta para producir sobresalto tras sobresalto.
El encargado de la fotografía
fue el californiano John R. Leonetti, convertido en el colaborador habitual de
Wan y con destacados trabajos como en Chucky, el muñeco diabólico 3 (91), La
máscara (94), El rey escorpión (02), El
títere (2007) y Piraña 3D (2010), entre otros.
Luego de su debut como realizador en Mortal Kombat: Aniquilación
en 1997, Leonetti dirigió El efecto mariposa 2. Ahora, Leonetti,
lleva a la pantalla la esperada Annabelle,
precuela y un spin-off de El Conjuro, sobre la tétrica e inquietante
muñeca poseída por un espíritu demoníaco que apareció en esta cinta.
Como en el
principio del trabajo de James Wan, Annabelle
arranca cuando Ed y Lorraine Warren, los investigadores de fenómenos
paranormales de El conjuro, platican con varias jovencitas sobre sus experiencias
con una muñeca a la que habían llamado Annabelle y que supuestamente estaba
encantada. Luego, retrocede a 1969, cuando John (Ward Horton) le regala a su
esposa embarazada Mia (Annabelle Wallis), una muñeca antigua de porcelana que
siempre había buscado.
Una noche, son atacados por un par de psicópatas que
intentan asesinarlos para realizar un ritual satánico. Mia queda gravemente
herida pero logra dar a luz una bebita. Poco tiempo después, empiezan a ocurrir
fenómenos extraños en la casa, se escuchan ruidos y Mia tiene visiones
espeluznantes. Convencida que el origen de todo está en su querida muñeca, le
pide a su marido se deshaga de ella, pero esta aparecerá en el departamento al
que se mudan.
Es evidente que Annabelle no
cuenta con los mismos talentos que El conjuro. Es interpretada por
actores prácticamente desconocidos que no aportan ninguna progresión dramática
a la historia. El guión de Gary Dauberman, un escritor de filmes de terror,
ofrece una trama poco original, sin sorpresas argumentales y con lugares
comunes del género, que en el final de la película naufraga, para dejar abierta
la puerta para una segunda parte.
Por su parte, John R. Leonetti muestra su experiencia como
cinefotógrafo (aunque la fotografía esté a cargo de James Kniest, un operador
de cámara de varias series televisivas), dejando ver una gran habilidad en el manejo de las atmósferas
malsanas y sobrenaturales, mediante un excelente juego de luces y sombras.
No
obstante, no consigue dominar los mecanismos del terror alcanzados por Wan,
quien logró celebridad en el 2004 con Saw (El juego del miedo), al
crear un horror enfermizo que mostraba una violencia explícita a través de las
terribles torturas de que son víctimas
los personajes, colocándose así como uno de los nuevos iconos del cine de
terror norteamericano e inaugurando la porno tortura.
El problema de los colaboradores técnicos que han demostrado
eficacia en su área, (ahora un experimentado fotógrafo), es creer que ese
talento es suficiente para dirigir actores y contar bien una historia. Muchas
veces solo logran atmósferas enrarecidas y siniestras, pero eso no basta.
En su
mayoría, las recientes películas de terror caen en los clichés más socorridos
del género, en una sobreexplotación de los recursos técnicos para crear
suspenso, como las apariciones repentinas de seres fantasmagóricos acompañadas
de un elevado golpe de sonido, que solo asustan por el factor sorpresa, pero no
porque sean lo suficientemente terroríficos en esencia para provocar horror.
Sin embargo, el realizador sabe aprovechar a su protagonista,
cuya presencia es suficiente para provocar tensión y escalofríos en el
espectador. La espantosa Annabelle aparece en todos los ángulos posibles, como
en los aterradores y efectivos primeros planos, pero sin cobrar vida o
deformaciones innecesarias, lo que la hace más inquietante.
Con alusiones a los terribles asesinatos cometidos por
Charles Mason y su grupo de seguidores, que otorgan a la historia un toque de
realismo y ecos de El bebé de Rosemary (68), El títere y Poltergeist, juegos diabólicos
(82), la cinta consigue una efectiva realización técnica y cumple su objetivo
de entretener por el tono sobrenatural del relato.
Dirección: John R. Leonetti.
Reparto:
Annabelle Wallis (Mia), Ward Horton (John), Alfre Woodard (Evelyn), Tony
Amendola (padre Perez), Kerry O’Malley (Sharon), Eric Ladin (detective Clarkin)
y Brian Howe (Pete).
País: Estados Unidos.
Año: 2014.
Duración: 99 minutos.
Género: Terror.
Clasificación: Adolescentes y adultos.
Fecha de estreno en México: 23 de octubre de 2014.
ANNABELLE SE EXHIBE EN CINÉPOLIS.
PARA INFORMACIÓN DE
HORARIOS Y SALAS, CONSULTAR: www.cinepolis.com.mx
No hay comentarios:
Publicar un comentario