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Por Fabián Quezada León
Basada en hechos verdaderos. Durante la Segunda Guerra
Mundial, bajo terribles condiciones, sin armas y sin recursos el Comandante
Jack Johnson (Bruce Willis) enseña a la fuerza aérea China a combatir a la
Armada japonesa en la famosa batalla para mantener a la ciudad de Chongqing a
salvo. Johnson debe enfrentarse con los jóvenes pilotos chinos que desean
ardientemente poder salir a ofrendar sus vidas. En medio de todo ello, un espía
japonés se cuela en las filas Chinas haciéndose pasar por un refugiado para sabotear
un envío secreto. A lo largo del conflicto, dos familias, enfrascadas en una
pelea de cien años, tendrán que resolver sus diferencias para sobrevivir.
Cuando las desgracias vienen, no vienen solas…
Eso
parece cumplirse al pie de la letra en algunas desafortunadas cintas y esta
además posee el karma de haber sido la realización más cara jamás producida en
China y cuya mala suerte arrastró tras
ella a mucha gente y a muchos escándalos entre: evasión de impuestos, cambios
de nombre, ediciones sanguinarias y retrasos en su salida. De las peores cosas
es que los millones de dólares gastados, no dejan su huella en la pantalla (se filmó en
3D pero no hay copias en ese formato). Lo más que se puede decir de ella es: En
qué estaban pensando los productores/actores/director cuando la hacían?.
Bruce, Bruce… chico, qué has hecho?!!
Si
se ve en el poster a Adrian Brody, Bruce Willis y Segunda Guerra Mundial,
cualquiera se imagina una película con sobredosis de drama y testosterona pero
eso solo es una idea colateral. Y no es que no los tenga, pero la trama no
tiene sentido por lo que el drama y la testosterona tampoco lo tienen.
La
versión internacional es doblada al inglés en el mejor de los casos, con
algunas líneas dichas en japonés y subtituladas en inglés y español al unísono.
Pero
la cuestión es que Bruce es un colateral su personaje es un estereotipo andante
con los peores diálogos de cualquiera de los modelos que se usaran para “formarlo”
y Brody, si sale tres minutos en la película en sesiones de 15 segundos cada
escena, es mucho decir. Bruce está en la peor actuación de su vida por mucho y
la dura coraza de estereotipo “gringo” alentando a los Chinos es… fantasía
pura.
Bueno, sincera si es…
Si
algo se llama “El Bombardeo” tenemos claro que un picnic no va a ser… Así que en el más puro estilo de “gran fiesta
de explosivos china”, no pasan ni cinco minutos en los que algo explote y mate
a miríadas de inocentes chinitos que corren y corren solo para volar por los
aires.
Mientras que entre los pilotos de los aviones en combate oímos excelsas líneas
tipo “You Killed my brother, now I ‘ll Kill You” y ahí es cuando comienza
a despegarse lo malo de lo más malo para lograr una metamorfosis de la
película; no es una cinta de drama/guerra, es una gloria de la comicidad/bélica
involuntaria, que puede hacer que con poco esfuerzo se tengan ataques
psicóticos de risa.
El difícil arte de ser universal.
Es
meritorio cuando una producción local, (hecha con una visión muy particular), logra
colarse en los mercados internacionales en base a la empatía que provoca,
porque hace resonar el sentimiento humano en cualquier parte del mundo. Porque
sus personajes son empáticos y sus problemas son universales.
El tema bélico no
puede ser más universal; no hay pueblo alguno sobre la faz de la tierra que no
haya pasado por una guerra y todas las tragedias que esa situación acarrea.
Esa
sintonía se basa en las historias de los personajes, de las tragedias
personales el público se identifica con una historia de vida. Pero El Bombardeo, no logra llevar a sus
personajes a nivel de “protagónicos” porque descuida en conectar con los sentimientos, se dedica a
los efectos especiales y los personajes pasan a ser víctimas colaterales. Incluso
el discurso patriótico queda desdibujado ante la trama llena de huecos.
Demanden al editor!
Algunas
cintas chinas que han traspasado las fronteras, se caracterizan por su larga
duración, El Bombardeo no era para
nada la excepción. Se sabe que el primer corte de la película duraba más de
cinco horas. La edición para dejarla en 96 minutos fue una masacre que supera
con mucho cualquiera de las sanguinarias escenas de bombardeo de la ciudad y
sus habitantes.
Pero
eso no es lo único, al hacerlo las historias de los personajes pierden todo el
sentido. Rummer Willis sale en UNA (si UNA) escena y lo que le suceda a ella y
su entorno no interesa a nadie. Hay dos familias que pelean por una casa de té
y entre bombardeo y bombardeo pretenden dar un “descanso cómico” a la acción y
drama pero parece más un grupo de desequilibrados mentales que hacen concursos
de juego entre bombardeo y bombardeo y pelean por algo que, de un momento a
otro, volará por los aires.
Basada en hechos reales.
Este
bonito epígrafe se ha usado “ad nauseam” como gancho para inmisericordemente
explotar el morbo de algo que sucedió (pero no de la manera en la que se cuenta)
aquí el motivo del relato de la batalla, fuera de exaltar el nacionalismo Chino
y su actitud ante los ataques japoneses, no tiene más allá. Desgraciadamente
los ejecutantes de la acción y las múltiples subtramas pierden todo sentido; los
otros motivos, cualesquiera que estos hayan sido, quedan sumergidos entre los escombros
de las innumerables explosiones.
“Es que no les tienes paciencia”
La
película se abre en demasiadas historias que se tratan de interconectar dándoles
todos los giros posibles y usando recursos inimaginables para hacer que todos
converjan, aunque sea un nudo de
historias sin forma. El Col. Jack Johnson (Willis) es un asesor de las fuerzas
armadas chinas, que se dedica a hacer un acartonado superior que grita y regaña
pero que en el fondo tiene corazón de pollo y que hará lo que sea por “sus
muchachos”.
Para demostrar que “es el que manda” debe tratar de imponerse a tres pilotos: Seung-Heon Song, William Chan y
Nicholas Tse, quienes una y otra vez pelean
por poseer el honroso título de ser el primero en ser arrojado a la muerte. La película
y el argumento se esfuerzan por ser un explosivo circo de tres pistas, donde
nadie pone atención a nada.
Ok, suban, pero nos van a bombardear…
En otra parte del territorio, ex-piloto
Xue Gangtou (Ye Liu) es encomendado a realizar una importante misión,
transportar en un desvencijado camión un decodificador, pieza clave para la
batalla. En su camino se le van uniendo en insólita caravana una joven (Ma Su) y
varios niños, el espía japonés(Gent Le), un biólogo especialista en cerdos (Wu
Gang) y el hijo del competidor del
torneo de mahjong de la casa de Té. Si
escrito suena raro… creelo, en pantalla es peor.
Barra de ensaladas.
En
una serie de escenas casi inconexas, abrumadas por el peso de los explosivos
usados en cada una de ellas, la historia va avanzando a tropezones sin explicaciones
y casi sin lógica. Los muertos siguen ascendiendo más rápido que lo que se
pueden contar. Al final pareciera que las historias de los personajes son un
mero pretexto para seguir explotando aviones y bombas sin fin, como si se
tratara de una descomunal fiesta de año nuevo Chino. (con todo y tamborileros)
Llora, nene, llora…
En
medio de este desastre y de tantos plots
abiertos, las obvias “relaciones amorosas” surgen en los lugares menos
esperados y de las maneras más burdas. Los chispazos cómicos son francamente
desastrosos y… por qué no? No faltan los
segmentos en los que se debería de advertir “insertar lágrimas de audiencia
aquí”. Todo lo que pueda exacerbar el drama más facilote es bienvenido y lo peor es que, aun en medio de toda la
tragedia, no deja de ser tan abrumantemente mala que es casi una película de
Orol. Uno no puede más que pensar que las desaforadas escenas de explosiones y combate no tenían otro
sentido en la vida que ser el alivio cómico.
Conclusión
El Bombardeo es una “larga lista de eventos
desafortunados”. Grandes escándalos de dispendio la rodean, nos entrega una película
inconsistente, a la que dejando el mérito de la duda, podemos preguntar cómo debió
ser el corte original, que seguramente era cualquier otra cosa, no esta serie
de gags de humor involuntario, absurdamente lleno de situaciones exageradas,
con actuaciones bastante regulares. Que no obstante la gran inversión que se
realizó en ella, los efectos especiales son del calibre, violencia y fugacidad
de un videojuego. El tratamiento de todos los personajes y de los diálogos son
de una pobreza y bobería extrema. No tiene ritmo, ni propósito, ni nada. Ni la
presencia de Willis ni mucho menos la fugaz e inútil presentación de Brody
sirven para apuntalar el desastre.
Director: Xiao Feng
Reparto:
Bruce
Willis, Ye Liu, Rumer Willis, Seung-Heon Song, William Chan, Wei Fan, Wu Gang,
Ma Su, Yongli Che, Feng Yuangzheng, Geng Le, Ning Chang, Nicholas Tse, Fan
Bingbing, Chen Daoming, Adrien Brody, Lei Jia, Simon Yam, Ray Lui, Shibuya
Tenma, Hu Bing, Huang Haibing.
Año:
2018
País:
China/ Estados
Unidos
Género(s): Acción, Aventura, Drama, Guerra
Duración: 96 min
Clasificación:
Adolescentes y
adultos.
Guion: Chen
Ping, Yang Hsin-Yu, Zhang Hongyi, Zhang Hongyi, Yushi Wu, Xiaoqi Li, Qiao Wa.
Música:
Wang Liguang
Fecha de estreno en México: 3 de Mayo 2019
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