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Sue Ann (Octavia Spencer) es una mujer callada y solitaria, llena de
misterios y secretos dolorosos. Maggie (Diana Silvers) y su madre, Erica (Juliette Lewis) acaban de llegar, buscando una nueva oportunidad, al
pueblecito de Ohio donde Erica solía vivir de joven, Maggie no tarda en concentrar
nuevos amigos que la invitan a “celebrar” lo malo es que ninguno tiene edad
legal para comprar el alcohol para la fiesta.
Así que acuden al popular “señor, me compraría una botella en el super”
desgraciadamente para ellos no tienen mucho éxito, los adultos son tan insensibles
a las ansias etílicas de los jóvenes!.
Hasta que una bondadosa mujer acepta
realizar la comprar para ellos nada más y nada menos que Sue Ann, quien para
los “amigos” se llama a sí misma Ma. Los muchachos la ven como un verdadero
salvavidas y por ello cuando Ma les ofrece además su casa para hacer sus “reventones”
ellos se creen los más afortunados. Lo que obvio no saben es que Ma les tiene
preparada una sorpresita.
Cuando Scream choca de frente con
Misery
Ma es
de esas cintas que se deslizan sobre una hoja de cuchillo y en la que definitivamente
sin la presencia de Octavia serían un churrazo mas de "slasher en un pueblo pequeño de la América profunda ".
La
trama es simple y predecible unos incautos jovencitos tienen una relación absolutamente
por conveniencia con una perturbadora mujer que termina por convertirse en su
acosadora y en su potencial asesina de confianza.
La
cuestión es que los resortes para sostener la historia son una fórmula ya usada
bastantes veces; un ser que fue bulleado evoluciona hasta convertirse en un
asesino serial como la única manera de silenciar sus demonios internos.
La
novedad es que Ma es un poquito más sádica y no ataca directamente a todos sus
perturbadores amiguitos de prepa, sino a sus vástagos.
La perversidad empalagosa tiene un
nombre corto: Ma
Ma tiene
todos los elementos base de las historias de asesino psycho, un pueblito donde no pasa nada, perdido en la inmensidad de
ningún lado, gente que se conoce de 20 generaciones, grandes espacios entre una
y otra casa y una víctima de abusos por parte de prácticamente de medio pueblo.
En
este circunspecto campo de la América profunda, obvio tiene que llegar la “hija
pródiga” que enfrenta el regreso a las raíces tras de una no muy exitosa vida en la gran ciudad. La expectación de alguien recién
llegado al pueblo es como siempre una causa de casi una fiesta nacional.
Qué
podría sonar más inocente que un pueblo pequeño repleto de “conocidos”, donde
una generosa mujer madura te ayuda para tener una pachanga llena de alcohol y otras cosillas y además te presta su
sótano para reunirte en lugar de un incróspito lugar a campo abierto? No se
necesitan muchos más elementos para ver que es el cebo perfecto para una
juventud incauta y deseosa de alcohol.
Quiero serrrr tu amiiiiiiga…
Hasta
para unos desorientados jovenzuelos tanta melcocha resulta sospechosa y Ma no
tarda demasiado en sacar las garras en su desenfrenada búsqueda de “amiguitos
del bosque”.
Casi por fórmula matemática podemos ver lo que sucederá en las
siguientes escenas y eso va aumentando conforme pasan los minutos para hacernos
recordar todas las cintas de asesinos de jovencitos que hayamos visto donde los chicos protagonistas
jamás reaccionan con ni siquiera un bajo porcentaje de malicia, una y otra vez
caen en trampas a las que poco les faltaría para tener letreros en brillante neón
rojo y focos seguidores que dijeran “peligro aquí”
Los viejos desprecios.
Sin
una razón suficiente como para exculparla, conocemos el pasado terrible y
bochornoso de Ma, víctima de horrendos compañeritos de clase. Y aunque creamos
que efectivamente estuvieron lejos de ser simpáticos con ella, una vez más se nos refuerza la idea de que los
adolescentes son muy poco brillantes ni intuitivos.
Sue Ann replica a la
perfección cada una de las reglas del “no lo hagas” tanto que pareciera salida
de una campaña de “cuídate a ti misma” y sin embargo no lo hace.
De esa forma
se trata inútilmente de crear empatía por Ma pero… francamente la chica debió
de empacar sus cosas y marcharse de ahí en cuanto terminara la preparatoria.
Pero
si hubiera hecho eso no habría película, cierto? Entonces Sue Ann se dedica a
rumiar su exclusión de la sociedad y a preparar su trampa en la que su
principal objetivo es proporcionar de regreso un poco de toda esta sicótica existencia
que ha vivido. Por eso cuando Ben (Evans) entra de regreso a su vida sabemos
que bueno… hay gato encerrado. (Un gato a lo mejor más grande de lo que el
mismo guión nos explica)
Pintando por números… la trama continúa
Como
es de esperarse, aunque uno de los personajes tenga dudas razonables de Ma y su
comportamiento de “merodeador enfundado en uniforme veterinario” no recibe mucho apoyo de sus compañeros hasta
que ya Ma esta más loca que un rehilete.
El subsecuente
comienzo del desenlace es la continuación de la ecuación de “by the book” o “cómo
escribir tramas de asesinatos juveniles perpetrados por una demente de edad
madura” guía probada con instrucciones!
No hay nadie en todo el pueblo más letal
que una dama que es asistente de una veterinaria y tiene fascinación por los
escolares.
Tómate una selfie
Pero
cuando ya las cosas se salen de control la psycho
Ma ya nos ha mostrado que es capaz de matar con tanta sangre fría que hasta
el mismo Jason Voorhees aplaudiría entusiasmado. No solo eso, como buena fan de
la belleza adolescente Ma pide una sesión de selfies con sus víctimas (un
movimiento nada inteligente, pero todo sea por el ego)
Danzón dedicado a…
Octavia.
Sin ella la película sería una pérdida absoluta de tiempo. Octavia mantiene la
acción y sus innumerables cambios de humor de simpática señora de la fiesta a asesina serial mantienen al espectador.
El elenco de chicos
es el clásico pack de bonitos que adornan la pantalla, pero cuya suerte ya está
echada desde que conocen a Ma. Juliette Lewis regresa como la madre “buena onda”
pero su papel es solo un colateral, queda desperdiciada al igual que Allison Janney que como la jefa insufrible de Ma.
Solamente
esperamos el momento en el que la va a hacer pagar por sus desplantes pero
Janney es una magnífica actriz que podría haber dado mucho más a la trama.
Igual quedan semi desperdiciados Evan y Burgess que sin duda
tendrían que haber contado mucho más de la historia secreta de Ma.
Conclusión
Ma
no descubre el hilo negro en cuanto a personajes ni originalidad en la historia
se refiere, de hecho la trama deja abiertas demasiadas interrogantes sobre la
cruenta historia de Ma, o sus fijaciones. La actuación de los jóvenes es ceñida
por el estereotipo de carne de cañón de película slasher; pecadores, ingenuos y
despreocupados aún cuando vean el peligro enfrente.
Los
adultos de esa pequeña comunidad tan Wasp no son lo suficientemente explotados
para desenmarañar el perturbado cerebro de Ma, y el segmento de “puedo no morir,
aún con una herida contundente y sigo atacando a las víctimas con la fuerza de
una loca poseída” es tan de clishe
que da risa y el final… bueno… no puede ser más sobado.
Director: Tate Taylor
Reparto:
Octavia Spencer (Sue Ann)
Diana Silvers (Maggie)
Juliette Lewis (Erica)
McKaley Miller (Haley)
Corey
Fogelmanis (Andy)
Gianni Paolo (Chaz)
Dante Brown (Darrell)
Tanyell Waivers
(Genie)
Dominic Burgess
(Stu)
Heather Marie
Pate (Ashley)
Tate Taylor (Officer
Grainger)
Luke Evans (Ben)
Margaret Fegan (Stephanie)
Missi Pyle (Mercedes)
Allison Janney (Doctor
Brooks)
País: Estados
Unidos
Año: 2019
Género(s): Drama, Thriller, Horror
Duración: 99 min
Clasificación: Mayores de 18
Guion: Scotty
Landes, Tate Taylor
Música: Gregory
Tripi
Fotografía: Christina Voros
Fecha de estreno en México: 31 de Mayo 2019
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