viernes, 13 de enero de 2012

CABALLO DE GUERRA (WAR HORSE)

Por: Fabián Quezada León

La historia de una heroica amistad entre Albert (Irvine) y su caballo, Joey. Albert y sus padres viven en los tiempos de la primera guerra en la Inglaterra rural, son tiempos de penuria económica y cuando a eso se agrega un padre con gusto por la bebida las cosas se agravan.

Cuando Ted Narracott (Mullan) el padre de Albert compra a Joey por 30 guineas y lo lleva para ser usado como caballo de tiro y levantar la cosecha para salvar la granja en la que viven, jamás imagina la amistad y lealtad que surgirá entre su hijo Albert y Joey. Al estallar la guerra ambos se ven separados, el relato de su increíble historia va a ser una de las más luminosas épicas de amistad y coraje, al tiempo en que Joey va tocando las vidas de muchos en el camino entre Inglaterra y Francia.

Una cualidad maravillosa del cine es que puede mover las emociones de una manera mágica, siempre lo ha hecho, seduce y conduce, lleva hasta límites, lugares y sobre todo sentimientos que el espectador ama.

Lo mismo el romance que la épica, el coraje que el terror, la ira que la entrega y la fe. Las cintas donde la determinación y la fuerza de alguien es puesta a prueba siempre han hechizado al público y el dulce sabor de una historia de sentimientos siempre va a ser un imán. Las palancas del ensueño siguen funcionando en la oscuridad de una sala de cine, ahí está la magia de la pantalla de plata.

¿Quién no ama las historias de pasión, de valor, de entrega? ¡Son como un millón de dólares!

Y si alguien lo sabe es Spielberg, pero Caballo de Guerra no es sólo una manera de hacer funcionar una fórmula, es mucho más.

Por principio de cuentas es una historia muy bien contada argumentalmente, tiene todo para hacer que la entendamos, nos acerquemos y creemos lazos con ella. Un chico, un caballo, una situación de vida difícil, la guerra, la incomprensión y la amistad y cómo la historia se va desarrollando para ir acercando más situaciones y personajes, incrementando nuestra ansia de que las cosas se arreglen, de que Joey y Albert se vuelvan a ver algún día; no importa cómo. A los veinte minutos la historia ya nos hizo sus cómplices.

Luego, la foto y la música. Ya casi como un sello distintivo en el trabajo de Spielberg, son un homenaje a los grandes temas épicos de antaño, grandes espacios, magnificentes, engrandecedores de los sentimientos y minimizadores del poder real de los personajes para luchar en contra de la adversidad y los elementos, cuanto más terrible el adversario, mayor la gracia de la fuerza que lucha incansable.

El héroe es mayor en la medida que sobrepasa las dificultades. Un héroe que no soporta lo sobrehumano no es lo suficientemente héroe. La fuerza del héroe es que aún siendo completamente indefenso lucha hasta el extremo.

Entonces, como espectador de esto, imagina una escena con magníficos cielos con todas las tonalidades del rojo, naranja, amarillo, ocre, en el ocaso... en contraste las siluetas de los vencedores… ¿qué imagen puede ser más poderosa? Por algo los westerns y las historias románticas siempre usan una escena así, fondeada por un tema musical que prácticamente incendia la orquesta.

Sin duda, Caballo de Guerra puede sonar demasiado sensible, y seguramente habrá quien se queje del clásico momento “inserte lágrima aquí” pero seamos francos, ¿a veces no queremos que las cosas sean un poco “bellamente irreales” y mágicas?, que los buenos sean glorificados, que los amigos se reúnan, que los amores se realicen y que aún, en medio de lo peor exista, siempre nazca la esperanza de poder tomar un receso a las hostilidades?

Hay un viejo dicho que dice que como actor no debes trabajar ni con niños ni con animales, si quieres que sea “tu película” bueno, aquí hay bastante de eso; desde Albert o los hermanos alemanes (quienes apenas son todos unos jovenzuelos) hasta la adorable niñita francesa y desde luego; dos caballos que son esplendidos y de una belleza impresionante, así que los demás actores debieron de trabajar muy arduamente por capturar el ojo del público…. pero aún así, sin duda Joey debería estar nominado para “mejor actuación heroica en una película”.

Desde luego la taquilla será buena y las multi nominaciones a las que ya esta colocada como en los BAFTA, el Golden Globe y los SAG (y seguramente el Oscar) darán a Spielberg amplias satisfacciones.

Porque lo aceptemos o no, los "buenos y viejos finales felices", siempre van a dejarnos más contentos.

Director: Steven Spielberg

Reparto: Jeremy Irvine, Peter Mullan, Emily Watson, Niels Arestrup, David Thewlis.

País: Estados Unidos

Año: 2011

Género: Drama

Duración: 2 hr. 26 min.

Clasificación: Mayores de 13. Secuencias de violencia bélica

Fecha de estreno en México: 13 de Enero

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