Por Julia Elena Melche.
No esperes una historia sobre del súper héroe de la tira cómica. Se trata de un muy interesante documental sobre la crisis educativa en Norteamérica, pero que ni Superman puede salvarla: entre la lista de los 30 países desarrollados del orbe, Estados Unidos ocupa el lugar 25 en el rendimiento académico en Matemáticas entre niños de primaria y el 21 en Ciencias. Estadísticas sombrías para uno de los países más poderosos del mundo, en el que por desgracia no existe un sistema nacional de educación, sino que cada estado establece reglas para sus escuelas, colegios y universidades. El recorte a los presupuestos para la educación por parte del gobierno ha sido uno de los factores que han agudizado este problema y con esto también el cierre de escuelas. Discursos de Bush, Clinton y del propio Obama sobre un aumento en el gasto público para la educación han quedado en palabras.
El realizador y productor de 47 años, Davis Guggenheim, ganador del Oscar por su controvertido documental Una verdad incómoda (06), donde expuso los terribles efectos del calentamiento global generado por la actividad humana e industrial en el planeta, lanza otra mirada aguda en su nuevo trabajo para denunciar que la falla del sistema educativo en la Unión Americana se debe a los conflictos entre sindicatos de maestros y autoridades escolares. Como en muchas partes del mundo los sindicatos protegen a sus agremiados, aunque hagan mal su trabajo y un maestro ineficiente formará alumnos mediocres, “El destino de los Estados Unidos no será decidido en el campo de batalla, sino en los salones de clases”.
Otro problema que se plantea es el cierre de escuelas públicas por el abandono escolar de los alumnos y también la falta de plazas en los planteles. El director hace el seguimiento de varios niños y los problemas que enfrentan para seguir estudiado. Daisy, una niña de quinto año de Los Ángeles que desea ser médico o veterinaria para ayudar a los demás, Anthony, quien vive con su abuela y cuyo padre murió de sobredosis, espera un lugar en un internado público, Francisco, un niño del Bronx, Bianca una niña de Harlem, todos en situaciones similares, no sólo pertenecientes a las minorías raciales, sino sin recursos económicos, encuentran obstáculos para ser admitidos en las escuelas por los cupos limitados. Como si fuera una lotería, los niños esperan escuchar el número que tienen, entre los cientos de aspirantes, para ingresar a una escuela.
Las estadísticas que aporta Guggenheim son terribles, como los bajísimos porcentajes que ocupan los alumnos en el desempeño de las distintas materias escolares, o el alto costo que significa mantener a los delincuentes en las penitenciarías, comparado con lo que se podría invertir en la educación de un niño. Con un ritmo ágil y muchas pinceladas de humor irónico, Esperando a Supermán puede verse como un retrato doloroso y realista de lo que puede esperar un país de su niñez y juventud sin oportunidades, una radiografía social que no es nada diferente a la de otras partes del mundo, como a la nuestra, por ejemplo, donde las necesidades son también las de un profesorado altamente calificado, incrementar el interés de los padres y alumnos para llevar a cabo una reforma educativa y sobre todo el empeño real de los gobiernos para darle prioridad a la parte básica y fundamental de una sociedad; la educación y la cultura.
Como comenta el comprometido educador y activista Geoffrey Canada en la cinta, sobre los niños que cada año obtienen más bajas calificaciones que el año anterior, “O los niños se están volviendo más estúpidos año tras año, o algo anda muy mal en nuestro sistema educativo”, la respuesta es obvia. Es una pena que un filme tan ilustrativo, interesante y reflexivo sólo tenga una copia, exhibiéndose solamente en Cinépolis Plaza Universidad. No dejes de verlo. La cinta obtuvo el Premio del Púbico al Mejor Documental en el Festival de Cine de Sundance de este año.
Dirección: Davis Guggenheim.
País: Estados Unidos.
Año: 2010.
Género: Documental.
Duración: 111 minutos.
Clasificación: Todo público.
Fecha de estreno en México: 3 de diciembre de 2010.
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