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Por Fabián Quezada León
Kaurismaki el prolífico director/guionista/productor finlandés entre
cuyos trabajos más memorables se encuentran El Havre (2011) Un hombre sin
pasado (2002) Nubes pasajeras (1996), La vida de Bohemia (1992) regresa tras de
una ausencia para entregar, dentro de su peculiar estilo, una obra
candentemente actual llena de todas sus características estilísticas. El otro lado de la esperanza se ha llevado entre otros premios El oso de plata de Berlín para mejor director, La selección oficial en Toronto, en el Festival de cine de Nueva York, y en Telluride y obtuvo mejor película en el Gran Premio de Fipresci.
El mundo ha sufrido en los últimos años una severa crisis de
migraciones masivas, particularmente ha sido visible en Europa y alrededor de
ella se ha tejido toda una serie de discursos y posiciones, el desplazamiento
forzado de millones a consecuencia de las guerras y la ambición económica ha
puesto el dedo en la llaga en el sentido de la definición de
humanidad/xenofobia/terrorismo/pluralidad cultural. El fenómeno es tan diverso
y complejo que cada tema podría suscitar toda una serie de películas que lo abordaran.
En esta ocasión Kaurismaki dedica una mirada sobria pero cargada
de significados que caminan entre lo asombroso, la comedia, la tragedia y los
significados abiertos; que no hablan directamente, aunque sí de manera evidente
al espectador, por medio de un metalenguaje adecuado para hacer funcionar esa otra
parte del público que requiere un involucramiento con la obra.
Los elementos de la historia se presentan a la manera de estos tableaux vivants en los que se ha convertido el mundo moderno y al igual
que en esta manifestación artística, o como si se formara una edición con un
zapping normal dentro de una plataforma de contenidos pueden co-existir dentro
de un mismo espacio diversas culturas, acciones, sentimientos, y acciones un
segundo serán dramáticas y al siguiente pueden rayar en la comedia.
Partiendo de
una silente y tajante escena entre Wikstrom (Kuosmanen) y su esposa, nos
encontramos con que él es un comerciante con una extraordinaria buena suerte en
el juego, pero con patentes infortunios en el amor y otras cosas… la cuestión es que Wikstrom
decide dar un repentino zapping a su
vida, para dedicarse a ser dueño de un restaurant The Golden Pint, que se le
vende como un prometedor lugar con clientela establecida y PLUS tres eficientes empleados ya familiares con la clientela…
El excesivamente
ceremonioso hostess Calaminius (Koivula); un desmañanado cocinero que pareciera
sacado de un barco a la deriva Nyrhinen (Hyytiainen), cuyas aptitudes
culinarias son reducidas y la mesera Mirja (Koivu) que parece una inexpresiva
robot.
A este equipo se une un circusntancial perro que es adoptado con la
renuencia del dueño. De esta manera este exótico mundo familiar queda
construido con personajes que cada uno, es un mundo de historias de su propio tableau.
De
ese mundo la historia nos arroja junto con una pila de carbón en la llegada accidental de Khaled (Haji) un refugiado Sirio a Finlandia.
Ambos giran en torno a sus propias situaciones que podrían ser llamadas “desesperadas”
Khaled trae consigo a cuestas toda esa diaria
/terrible/negada/realidad de millones: una familia asesinada, una hermana
extraviada en la separación en la frontera, las penurias del camino huyendo,
las fronteras cerradas, los ataque xenofóbicos y las interminables luchas por
no regresar a Aleppo dónde, según las
autoridades, no existe peligro alguno para su seguridad y por lo tanto resulta
improcedente solicitar asilo.
Aún así Khaled sigue todos los procedimientos
legales para aspirar a esa solicitud, y como es Finlandia hay todo un sistema burocrático
de ayuda y recepción de solicitudes de refugio. En ese trance Khaled conoce a
otro aspirante y aunque ambos están prácticamente sin recursos la solidaridad
emerge entre ellos.
Khaled intenta desesperadamente dar con el rastro de Miriam
su hermana (Haji). La única superviviente del bombazo que mató a su familia
entera. Claro que todo esto solo refleja fragmentos de las múltiples caras del
fenómeno de la indolencia humana ante la migración forzada en pleno siglo XXI y
si no fueran tan patéticamente ciertas podrían resultar fruto de la imaginación
desbordada de un escritor de humor negro.
De
esa forma y aunque
ninguno de los dos lo sabe, los destinos de ambos hombres tendrán un punto en
el que confluirán. Y en ese momento el trabajo de Kaurismaki para componer este
Tableau donde el diálogo incesante no se basa en la palabra comienza.
Cuando
esto sucede pareciera que el giro sería que finalmente ambos han encontrado la
ansiada esperanza de la que habla el titulo. Khaled con su rostro imperturbable
(casi no parpadea!) y Wikstrom con su lucha por dar a su
restaurante un “aire diferente” van a relatar la vivencia del exilio: el físico
y el moral y la desesperada lucha por encontrar refugio.
Lo cual no le resta de
un refinado y sutil humor de tintes muy oscuros. La trama invisible pero
siempre presente es que la vida y la
esperanza son elementos elusivos que no siempre se dan en una lógica y que las
maneras de transitar en ellos son variadas, de forma tal que encontrar las
posibilidades deviene en una forma de vida.
Puede tenerse un momento de esperanza pero al siguiente puede huir para
luego ser encontrada en otras formas, por ejemplo en tratar de adaptar la
imagen del lugar siguiendo una estrambótica forma de marketing en un restaurant
de sushi.
De
esta forma cambiando y multiplicando los conceptos y las sensaciones de lo que
la esperanza es, los personajes en una soberbia economía de palabras dan toda
la vida a la película, el mensaje más importante es la presencia contrapuesta
de esta visión de la sociedad actual, de los esfuerzos por parecer moderno para
ir con los tiempos, sin identificar plenamente que son los “tiempos”, de los sentimientos
de indiferencia pero al mismo tiempo de ayuda, de la fortuna y el infortunio
diario donde siempre nuevas posibilidades se abren y se cierran y donde ningún final
está escrito.
Porque aún contra todo presagio cuando se piensa que todo está
perdido la esperanza puede dar un lengüetazo en plena cara.
Director-guionista:
Aki Kaurismaki
Reparto: Sherwan Haji, Sakari Kuosmanen, Ilkka Koivula, Janne Hyytiainen, Nuppu Koivu, Kaija Pakarinen, Niroz Haji, Simon Hussein Al-Bazoon
País: Finlandia Alemania
Reparto: Sherwan Haji, Sakari Kuosmanen, Ilkka Koivula, Janne Hyytiainen, Nuppu Koivu, Kaija Pakarinen, Niroz Haji, Simon Hussein Al-Bazoon
País: Finlandia Alemania
Año:
2017
Género:
Comedia Drama
Duración:
98 min
Clasificación:
Mayores de 15
Director
de fotografía: Timo Salminen
Diseño de producción: Aki Kaurismaki
Diseño de Vestuario: Tiina Kaukanen
Fecha
de estreno en México: 9 de Marzo 2018
Diseño de producción: Aki Kaurismaki
Diseño de Vestuario: Tiina Kaukanen
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