miércoles, 1 de junio de 2016

BUENOS VECINOS 2 (NEIGHBORS 2: SORORITY RISING)




Por : Fabián Quezada León

Hace dos años una apacible, pero muy moderna pareja, Mac (Rogen) y Kelly (Byrne) fauna típica de los suburbios, vio su tranquila existencia súbitamente destrozada cuando una escandalosa y combativa fraternidad se mudó a la casa contigua.
Tras de una serie de encuentros bélicos, los extenuados propietarios lograron recuperar la paz.

Ahora la pareja espera su segundo heredero y deciden vender su casa para “ir en busca de su nuevo y brillante futuro hogareño” solamente que nadie les advirtió, antes de lanzarse al estrellato de los bienes raíces que, deberían de pasar por un cierto periodo de “prueba” para poder vender su actual residencia. 

En ese tiempo, los posibles nuevos compradores tienen derecho de realizar inspecciones sorpresivas para comprobar el "estado" de la propiedad.  Mac y Kelly están seguros que lograrán colocar su casa y marcharse para siempre, pero desde luego no cuentan con que (por alguna perversión diabólica) el corredor inmobiliario de la casa de junto vuelve a rentarla a… una asociación estudiantil “ex campus” esta vez de “chicas outcast” lideradas por Shelby (Moretz)... 

 Si los problemas la primera vez parecían insalvables ahora lo parecen muchísimo más… pero esta vez Mac y Kelly contarán con la inesperada ayuda de un aliado experto en el tema.

Tal vez si se pidiera hacer la definición para esta película sería: una cadena de sorpresas y es que al lado de ser una secuela de algo que jamás se hubiera imaginado, la cinta dirigida por Stoller logra de una manera inusual colocarse como una visión inesperada del viejo problema de enfrentamiento generacional sin ser forzosamente extremo. 

Posee un atractivo gancho de reunir perfectamente  los intereses de los sectores poblacionales:  los treintañeros y al mismo tiempo los millennials.  En un alocado cocktail reúne asuntos  comunes  y actuales; el carácter de los universitarios outcast, la forzada (o no) actuación de los “nuevos adultos jóvenes” que al mismo tiempo que han transformado sus vidas con la paternidad y el matrimonio, no han abandonado sus hábitos “juveniles” como el sexo y las drogas, esto ha formado un nuevo perfil de esos “padres de familia” quienes, aunque lo nieguen, siguen siendo más pegados a los usos hábitos y actitudes de los más jóvenes que a lo que sus padres representan.

Otra "casi alarmante" revelación de la película es el hecho de comprobar que los aún jóvenes como Efron ya encuadran en personajes “de post universitarios” (con todo y sus múltiples escenas en six pack) cuando aún lo recordamos en High School Musical… (Oh sí, el tiempo pasa.)

La cinta está llena de humor rudo y duro, sin frenarse ante ninguna clase de excesos; sexo, droga y rock’n roll… el placer culposo de todo ello es que al fin del día esto deja de ser escándaloso y se convierte en “Así son las cosas hoy en día” para bien o para mal.

El giro de la cinta colocando a las chicas como una plaga mayor a la que significaron en su momento los hombres, es toda una adecuación a este “girl power” del que se habla tanto en varias películas últimamente. 

Pero esto no es nada más en ese sentido; hacerlas salvajes y alocadas no es el principal propósito, sino el que los personajes mismos se percaten de qué postura deben tomar frente a ello y cuáles particularidades de su ser deben conservar, sin detrimento a su nueva “libertad”, porque simple y llanamente es lo que desean, no lo que deben ser. En un cierto sentido, optan por su verdadera libertad más allá de los cánones.

Entonces, la trama no solo apela a los treintones (o más) sino que se coloca como mantequilla entre los universitarios y mete doble gol.
En otro sentido, la historia retrata perfectamente todo este popular fenómeno del síndrome de Peter Pan en el personaje de Teddy, quien mientras sus ex compañeros de fraternidad como Pete (Franco), han comenzado a desarrollar sus vidas dando "el gran paso", Teddy sigue tratando a toda costa de eternizar el “modo universitario en automático
La tarea en el guión recae en Andrew Jay Cohen y Brendan O’Brien, los mismos escritores de la primera parte, con los adendums de otros (incluido el mismo Rogen, quien además co-produce) lo cual garantiza cualquier tipo de “incorrecciones políticas” que seguramente levantarán más de una ceja. Pero aún después de todo lo caustico que pueda ser, lo irreverente o lo disparatado, el ritmo y el tono de la comedia no decae, es inclemente y los personajes en medio de esa marejada, logran exponer sus motivaciones.
Humor rudo? Sí. Temática políticamente incorrecta? También. Excesos… incluidos.  Pero no se puede negar que quien se acerque a este vecindario va a divertirse sin tapujos.
Director Nicholas Stoller.
Reparto: Seth Rogen, Zac Efron, Rose Byrne, Chloë Grace Moretz, Ike Barinholtz, Kiersey Clemons, Beanie Feldstein, Carla Gallo, Dave Franco, Liz Cackowski, Billy Eichner, Selena Gomez, Kelsey Grammer, Lisa Kudrow, Sam Richardson, Jerrod Carmichael, Christopher Mintz-Plasse, Hannibal Buress, Brian Husky, Awkwafina, Elise Vargas, Zoey Vargas.
País: Estados Unidos
Año: 2016
Género: Comedia
Duración: 92 min
Clasificación: Mayores de 18. Humor rudo, Temática sexual, consumo de sustancias prohibidas.

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