Por
: Fabián Quezada León
Hace dos años una apacible, pero muy
moderna pareja, Mac (Rogen) y Kelly (Byrne) fauna típica de los suburbios, vio
su tranquila existencia súbitamente destrozada cuando una escandalosa y combativa
fraternidad se mudó a la casa contigua.
Tras de una serie de encuentros
bélicos, los extenuados propietarios lograron recuperar la paz.
Ahora la pareja espera su segundo
heredero y deciden vender su casa para “ir en busca de su nuevo y brillante
futuro hogareño” solamente que nadie les advirtió, antes de lanzarse al
estrellato de los bienes raíces que, deberían de pasar por un cierto periodo de
“prueba” para poder vender su actual residencia.
En ese tiempo, los posibles
nuevos compradores tienen derecho de realizar inspecciones sorpresivas para
comprobar el "estado" de la propiedad. Mac
y Kelly están seguros que lograrán colocar su casa y marcharse para siempre,
pero desde luego no cuentan con que (por alguna perversión diabólica) el corredor
inmobiliario de la casa de junto vuelve a rentarla a… una asociación
estudiantil “ex campus” esta vez de “chicas outcast” lideradas por Shelby (Moretz)...
Si los problemas la primera vez parecían insalvables
ahora lo parecen muchísimo más… pero esta vez Mac y Kelly contarán con la
inesperada ayuda de un aliado experto en el tema.
Tal vez si se pidiera hacer la definición
para esta película sería: una cadena de sorpresas y es que al lado de ser una
secuela de algo que jamás se hubiera imaginado, la cinta dirigida por Stoller
logra de una manera inusual colocarse como una visión inesperada del viejo
problema de enfrentamiento generacional sin ser forzosamente extremo.
Posee un
atractivo gancho de reunir perfectamente los intereses de los sectores poblacionales: los treintañeros y al mismo tiempo los millennials. En un alocado cocktail reúne asuntos comunes
y actuales; el carácter de los universitarios outcast, la forzada (o no) actuación de los “nuevos adultos jóvenes”
que al mismo tiempo que han transformado sus vidas con la paternidad y el
matrimonio, no han abandonado sus hábitos “juveniles” como el sexo y las
drogas, esto ha formado un nuevo perfil de esos “padres de familia” quienes,
aunque lo nieguen, siguen siendo más pegados a los usos hábitos y actitudes de
los más jóvenes que a lo que sus padres representan.
Otra "casi alarmante" revelación de la película es el
hecho de comprobar que los aún jóvenes como Efron ya encuadran en personajes
“de post universitarios” (con todo y sus múltiples escenas en six pack) cuando
aún lo recordamos en High School Musical… (Oh sí, el tiempo pasa.)
La cinta está llena de humor rudo y
duro, sin frenarse ante ninguna clase de excesos; sexo, droga y rock’n roll… el
placer culposo de todo ello es que al fin del día esto deja de ser escándaloso y se convierte en “Así son
las cosas hoy en día” para bien o para mal.
El giro de la cinta colocando a las
chicas como una plaga mayor a la que significaron en su momento los hombres, es
toda una adecuación a este “girl power” del que se habla tanto en varias películas últimamente.
Pero esto no es nada más en ese sentido; hacerlas salvajes
y alocadas no es el principal propósito, sino el que los personajes mismos se
percaten de qué postura deben tomar frente a ello y cuáles particularidades de
su ser deben conservar, sin detrimento a su nueva “libertad”, porque simple y
llanamente es lo que desean, no lo que deben ser. En un cierto sentido, optan
por su verdadera libertad más allá de los cánones.
Entonces, la trama no solo apela a los
treintones (o más) sino que se coloca como mantequilla entre los universitarios
y mete doble gol.
En otro sentido, la historia retrata
perfectamente todo este popular fenómeno del síndrome de Peter Pan en el personaje de Teddy, quien mientras sus ex
compañeros de fraternidad como Pete (Franco), han
comenzado a desarrollar sus vidas dando "el gran paso", Teddy sigue tratando a toda costa de eternizar el
“modo universitario en automático”
La tarea en el guión recae en Andrew Jay Cohen y Brendan O’Brien,
los mismos escritores de la primera parte, con los adendums de otros (incluido
el mismo Rogen, quien además co-produce) lo cual garantiza cualquier tipo de
“incorrecciones políticas” que seguramente levantarán más de una ceja. Pero aún
después de todo lo caustico que pueda ser, lo irreverente o lo disparatado, el
ritmo y el tono de la comedia no decae, es inclemente y los personajes en medio
de esa marejada, logran exponer sus motivaciones.
Humor rudo? Sí. Temática políticamente incorrecta? También. Excesos…
incluidos. Pero no se puede negar que
quien se acerque a este vecindario va a divertirse sin tapujos.
Director Nicholas Stoller.
Reparto: Seth Rogen, Zac Efron, Rose Byrne,
Chloë Grace Moretz, Ike Barinholtz, Kiersey Clemons, Beanie Feldstein, Carla
Gallo, Dave Franco, Liz Cackowski, Billy Eichner, Selena Gomez, Kelsey Grammer,
Lisa Kudrow, Sam Richardson, Jerrod Carmichael, Christopher Mintz-Plasse,
Hannibal Buress, Brian Husky, Awkwafina, Elise Vargas, Zoey Vargas.
País: Estados Unidos
Año: 2016
Género: Comedia
Duración: 92 min
Clasificación: Mayores de 18. Humor rudo, Temática
sexual, consumo de sustancias prohibidas.
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