martes, 21 de junio de 2016

CINETECA NACIONAL EXHIBE: LAS MONTAÑAS DEBEN PARTIR.

Por Julia Elena Melche.

Casi desconocido en México, el joven realizador chino Jia Zhang-Ke es elogiado como el mayor talento de la llamada “sexta generación” o “generación urbana” del cine asiático, un grupo de autores que se han caracterizado por su interés hacia las personas marginadas y los sectores menos representados de la sociedad china.

Sus anteriores cintas las realizó de manera independiente y en un tono semi documental. Muchas de ellas, rodadas en la clandestinidad y algunas censuradas por el gobierno de su país, como Un toque de pecado (2013), que sigue prohibida, pues abordan las transformaciones sociales, económicas y culturales en las dos últimas décadas, con personajes desempleados, desarraigados y con fuertes crisis personales a causa del desigual reparto de la riqueza, que se mueven en una China que camina a pasos agigantados hacia la occidentalización.

En su nuevo trabajo, Las montañas deben partir, da un giro en el tono narrativo y opta por el melodrama para narrar una historia en tres tiempos y con tres formatos de pantalla diferentes, que van de la China de 1999, a la de 2014 y termina en la Australia futurista de 2025.

En la ciudad de Fenyang de finales de los noventas, Tao, es cortejada por sus dos amigos de la infancia, Zhang y Liangzi. El primero tiene un próspero negocio, una buena vida y acaba de comprar una mina de carbón. Mientras el segundo, es un joven y modesto minero. Tao termina casándose con Zhang y luego de tener un hijo, al que su padre llama Dólar, la pareja se separa. Zhang emigra a Shangai para continuar su ascenso  económico y social, y Tao se queda en Fenyang, tratando de tener algún contacto con el niño.

En la época futurista, Dólar se ha convertido en un adolescente que vive en Australia con su padre. Además de tener una relación distanciada, padre e hijo son incapaces de comunicarse debido a un abismo lingüístico; el padre no habla inglés y el hijo no sabe chino.


Como en Un toque de pecado, el realizador confecciona ahora otra crónica reflexiva de los tiempos cambiantes de su nación, retratando su desarrollo económico y las transformaciones de sus costumbres, de su identidad y de su inminente tránsito a un poderoso capitalismo salvaje. Si en su anterior filme lo hizo a través de un drama pesimista, brutal y amargo, en Las montañas deben partir, lo confecciona desde el melodrama de un triángulo amoroso y desde el sentir y la perspectiva de las nuevas generaciones  que han perdido su identidad, incluso su propio idioma, como el desubicado Dólar.

El cineasta refleja de nueva cuenta una mirada lúcida e inteligente que cuestiona de manera amarga al pasado, presente y futuro de una China contemporánea en una creciente diferencia de clases y marcada por el deseo de progreso económico y anhelos de riqueza, dejando claro que el dinero es un valor supremo en el país oriental. "El dinero se ha convertido en una idea-religión que está por encima de todo. La economía y el consumismo están afectando a los sentimientos", comenta el realizador, cuya cinta describe la manera en que las nuevas tecnologías están cambiando las relaciones personales, tanto en su país como en el resto del mundo.

PREMIOS Y FESTIVALES.

En 2015 recibió el Premio de la Audiencia en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, España. Fue exhibida en la Selección Oficial del Festival de Cannes, Francia, en la Presentación Especial del Festival Internacional de Cine de Toronto, Canadá, en la Selección Oficial del Festival Internacional de Cine de Shanghái, China y en la Selección Oficial del Festival Internacional de Cine Karlovy Vary de la República Checa. La actuación protagónica de Zhao Tao, esposa del director y colaboradora en muchos de sus pasados proyectos, fue merecedora de la nominación a Mejor Actriz durante Festival de Cine de Taipei 2015.

Dirección y guión: Jia Zhang-ke.
Reparto: Zhao Tao (Tao), Zhang Yi (Zhang Jinsheng), Jing Dong Liang (Liangzi), Zijian Dong (Dollar), Sylvia Chang (Mia).
País: China-Francia-Japón.
Año: 2015.
Género: Melodrama.
Duración: 131 minutos.
Clasificación: Adolescentes y adultos.
Fecha de estreno en México: 17 de junio de 2016.

EL DIRECTOR.

Jia Zhangke nació en Fenyang, China en 1970. Perteneciente a la “Sexta Generación” de cineastas chinos egresados de la Academia de Cine de Beijing, filmó su opera prima, Xiao Wu, en 1997, un documento excepcional sobre las reformas económicas y el tránsito entre la sociedad tradicional, el totalitarismo y el mercantilismo. Es considerado uno de los cineastas jóvenes más importantes en el panorama del cine mundial, tanto en el documental como en la ficción. 

Su cinta Still Life (Naturaleza muerta), realizada en 2006 y donde retrató a una China de concreto y asfalto, en constante edificación, obtuvo el León de Oro en la Muestra Internacional de Arte Cinematográfico de Venecia. En el panorama del cine chino, Jia Zhangke es reconocido como una figura relevante en cuanto a su desarrollo artístico y la lucha contra la censura oficial. Un toque de pecado, su primer filme de ficción, fue ganador por Mejor Guión en el Festival de Cine de Cannes 2013.

LAS MONTAÑAS DEBEN PARTIR ( SHAN HE GU REN) SE EXHIBE EN CINETECA NACIONAL.

PARA INFORMACIÓN DE HORARIOS Y SALAS, CONSULTAR:
www.cinetecanacional.net



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