En apenas cinco años, el joven realizador mexicano
Nicolás Pereda ha conseguido filmar un documental, cinco largometrajes de
ficción y un cortometraje, convirtiéndose en invitado frecuente de importantes
festivales de cine, tanto nacionales como internacionales. En sus cintas, combina
el documental con la ficción mediante historias no lineales, a manera de
viñetas que no concluyen, escasos diálogos y prolongados planos fijos. A estos
elementos narrativos se agrega su afición por trabajar con los mismos actores
que se representan a sí mismos y aparecen en sus diferentes filmes como si
fueran los mismos personajes.
Pereda insiste en el retrato de Gabino Rodríguez como
centro de sus tramas (actor de teatro y ganador del Ariel 2006 por su actuación
en La
niña en la piedra de Maryse Sistach). En ¿Dónde están sus historias?
(07) defendió la propiedad de su abuela de unos parientes mezquinos y visita a
su madre Teresa Sánchez a la que no ve desde niño. En Juntos (09) se dedicó a
buscar su perro perdido con su novia Luisa y su amigo Paco. En Perpetuum
Mobile (09), la relación con su madre sigue siendo distante y maneja un
camión de mudanzas con su novia trepada todo el tiempo. En El verano de Goliath (10)
es un soldado que regresa a su tierra y vive en un pueblo con su madre, recién
abandonada por su marido.
En Los mejores temas (12), Gabino tiene
28 años, se gana la vida vendiendo discos piratas en el metro y vive con su
mamá. Un día recibe la visita de su padre Emilio (José Rodríguez, su papá en la
vida real), quien abandonó el hogar hace muchos años. De repente, el padre es interpretado
por otro a la manera buñueliana de Ese
oscuro objeto del deseo y aparece quien dice ser el verdadero progenitor
de Gabino (Luis Rodríguez). Para mayor desconcierto, interviene el cineasta con
el equipo técnico, entrevistando a los personajes y los hechos anteriores
adquieren otra forma.
El director confecciona un complejo juego con la ambigua
frontera que separa la realidad de las apariencias, dando la impresión que es
dos veces la misma película o que son dos diferentes. Sin embargo, lo que
Pereda busca es proyectar el proceso de la representación, de los ensayos, de
la puesta en escena y de las repeticiones, permitiendo a los actores una
libertad para elaborar sus diálogos y dando todo el tiempo necesario a los
hechos cotidianos.
En la trama de ficción los actores van dejando ver lo que
piensan de los acontecimientos que van viviendo. En la parte documental o no
ficcional, responden como ellos mismos y no como personajes, en una especie de
“detrás de cámaras”. Mientras hablan e interactúan el cinefotógrafo los toma
desde diferentes ángulos en escenas que se repiten una y otra vez, y otra cámara
filma la acción.
Se trata de un cine minimalista e hiperrealista,
emparentado con las búsquedas estéticas del cine de Carlos Reygadas (Japón,
Batalla en el cielo), de Amat Escalante (Sangre) y de Fernando Eimbcke
(Temporada
de patos, Lake Tahoe) que sorprende como su inesperada banda sonora con
las Variaciones Goldberg de Bach y confirma la inventiva de su creador.
Los
mejores temas fue exhibida en el Festival de Locarno,
Suiza y reflexiona sobre la ausencia paterna y las familias fracturadas.
EL
DIRECTOR.
La primera cinta de Nicolás Pereda, ¿Dónde están sus historias?
fue premiada por el jurado francés del Festival
de Cine Latinoamericano de Toulouse, iniciando con éste una gran cosecha
de reconocimientos y alrededor de una veintena de retrospectivas de su obra se
han exhibido en Corea del Sur, Francia y Estados Unidos, entre otros países.
Desde hace nueve años radica en Canadá, donde ha conseguido el financiamiento
para sus filmes, donde lo importante no son las historias, sino el sentimiento,
la forma y los actores. Pereda es todo un hombre-orquesta, se hace cargo además
del guión, edición y sonido en sus trabajos. Con Los mejores temas espera
poner fin a un ciclo y concluir con la saga
de los personajes madre e hijo que ha creado y también con sus
conflictos intrafamiliares.
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