sábado, 14 de febrero de 2015

CINCUENTA SOMBRAS DE GREY (FIFTY SHADES OF GREY)



Por Fabián Quezada León



Qué se puede decir de uno de los fenómenos literarios más controversiales de los últimos años? catalogado como “porno para madres de familia” relata la historia de Anastasia Steele, una chica a punto de salir de la universidad que por juegos (perversos?) del destino, conoce al millonario/atractivo/misterioso/y “sado” señor Christian Grey. La atracción entre ellos será el camino por el cual Anastasia deje todo lo que podría considerarse “normal” para internarse en el torcido mundo de su “amo”.


Después de mas de 100 millones de copias vendidas de esta trilogía y de la ferviente admiración de parte de legiones de fans, que esperaban contando los minutos para lanzarse en tropel a las salas de cine desde que se anunciara que la cinta estaba realizando las primeras escenas, al fin, este 14 de febrero en pleno fin de semana de San Valentín, el mundo pudo, con temblorosa expectación, escuchar la famosa frase “El señor Grey la recibirá ahora”

Indudablemente resulta una tarea difícil comentar el fenómeno Grey sin mezclarlo con la película y viceversa;  la campaña publicitaria  fue excelente, la adoración sumisa de los fans y los indudables aumentos de las ventas en la industria del sexo: en juguetes, lencería y literatura, son solo unos de los indicadores que hacen referencia a la excitación a la que los fans, con gran entusiasmo se rinden en el mundo entero.


Pero vamos a ver, si tomamos la película en sus elementos propios el comentario, no es precisamente de una alabanza igual.

Sabemos que el sexo vende y venderá por siempre, eso no es ningún secreto. La opción de dirigirse al mercado femenino primordialmente fue una innovación, dada desde el material literario, mismo que simplemente aumentó en sus páginas las dosis de sexo y perversión, que ya habían mostrado su efectividad absoluta cuando millones de mujeres jóvenes en el mundo devoraron (literal y literariamente) sagas como Crepúsculo.

Las cincuenta sombras de Grey se posicionó como un fenómeno de bestseller erótico de los 2010 y eso nadie se lo quita, no obstante que no sea ni la primera saga erótica, y mucho menos, la mejor. (y no estoy hablando de simplemente la sintaxis) literariamente hay muchos argumentos para decir que se trata de un fenómeno de consumo rápido con una discutible calidad y un aun más cuestionable aporte al archivo de la creación literaria de la humanidad.

Entonces, qué expectativas se deberían de tener sobre una película basada en algo cuya calidad argumental es tan discutible? 
Obviamente quien tenga la expectativa de que verá en la pantalla algo literariamente superior está en un error. 
El tema es por demás conocido: la seducción, la perversidad y los desaforados intentos por hacer de una obra que enarbola el sadomasoquismo verse como algo románticamente aceptable, dará tela a kilómetros de análisis. 
El punto está en que en la película no se logra ni por asomo tener la visión que las millones de lectoras concebían cuando leían cada página de la trilogía. 
La imaginación exaltada de millones de mujeres es como la explosión de una supernova comparada a un chispazo de un encendedor dadas  las restricciones que las compañías cinematográficas/o la exhibición  pueden imponer sobre todo considerando la meta de asegurar abultados números en taquilla.



Con este arreglo, látigo en mano, la ansiosa presencia del sexo sumiso y doloroso hace su entrada triunfal en las salas de cine, eso sí con una carga “vainilla” a tope.

Solamente en su primer día en cartelera en México la cinta  logró mas de medio millón de espectadores, lo cual es un éxito sin discusión, pero, la película es realmente algo que deje satisfechas a sus consumidoras? Según la reacción de las redes sociales, no tanto. Cuando más, se dice que “cumple” y peor aún, que el soundtrack es mucho mejor que la cinta y eso, es un poquito inquietante.

La inmensa mayoría de los asistentes saben de antemano cuales son las características de Grey y de Anastasia y que Grey, básicamente, comienza su acción con un deseo/aviso de advertencia  de posesión y sumisión de parte de su “esclava sexual” y como Anastasia, gracias (o no) a su “diosa interna”, comienza su veloz tobogán en descenso hacia el placer/dolor/entrega a la sumisión.  Lo inquietante es que a nivel general, se identifica la respuesta sexual femenina satisfactoria con esta actividad  sadomasoquista y además se le coloca, para rematar,  un bonito marco de romance alrededor.

La cinta enfrenta de una forma poco afortunada el difícil y candente reto de conciliar el sexo duro con un romance hollywoodense. Fallas hay muchas, la selección de Dornan como Christian Grey es la más grave de ellas, en el libro, millones de veces se describe con pornográfica obsesión la “belleza” de Grey y sus innumerables atributos. 
Leyendo, cada mujer le daba la cara que más le prendiera, pero en la pantalla Dornan no llena es demasaido "modelo". De igual manera los personajes secundarios como José, el pretendiente de Anastasia, los hermanos de Grey y la inigualablemente bella Kate, amiga de Anastasia son un relleno standard que ni ayuda ni clama su importancia en la película.

Johnson, sin embargo (no obstante lo poco que la cuidaron con la cámara) es muy creíble en su rol, es una actriz dedicada y desempeña su Anastasia con la necesaria mezcla de inocencia/seguridad/y hasta perversión que le van a ir “modificando” conforme se sumarja en el mundo de Grey.  
Al final, la adaptación del libro al guión por Kelly Marcel es extremadamente fiel dejando inclusive momentos de humor involuntario si combinamos el texto en inglés con lo que la traducción decidió que era el significado correcto.

La producción se basa en el poderío económico de Grey y en ello no hay ningún problema en mostrar la inversión del estudio, planeadores, helicópteros,  departamentos de lujo, ropa, todo muy adhoc. Ese aspecto del mundo de Grey está cubierto, sin embargo, llama la atención un detalle, se trata de una cinta enfocada al público femenino primordialmente y  (seguramente por razones de  no sobrepasar la clasificación) Anastasia   tiene varios desnudos que se muestran de forma natural en la película y en cambio, no sucede lo mismo con Grey. Obviamente tampoco llega a los extremos de describir ni mostrar de todo el compendio de actividades eróticas en las que se embarcan el amo y su sumisa.

Es indudable que aún con todas las "licencias/omisiones literarias" mientras empieza y corre la cinta, el público reacciona de maneras poco usuales (como con murmullitos y risitas nerviosas a lo que se ve en la pantalla)

Cincuenta Sombras al final del día, tiene un reto alto y difícil de llenar, el competir con la imaginación de sus lectores y si bien no deja definida una postura de aplauso o de critica a las prácticas sexuales diversas, si abre todo un arsenal de preguntas y posibilidades en el ánimo de la sociedades de este siglo XXI.
Moda, morbo, innovación, apertura ? fenómeno social, rotundo éxito a nivel mercadotécnico o simple manera fácil de seguir presentando sexo en el cine?  Al momento en el que termine la trilogía en los multiplex del mundo lo tendremos más claro.



Dirección:Sam Taylor-Wood

Reparto: Jamie Dornan, Dakota Johnson, Luke Grimes, Jennifer Ehle, Marcia Gay Harden

País: Estados Unidos

Año: 2015

Género: Drama, sexo,

Duración: 2 hr. 4 min.

Clasificación: adultos. sexo, desnudos,referencias sexuales

Fecha de estreno en México: 13 de Febrero

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