GÜEROS: LA GRAN GANADORA EN LA RECIENTE ENTREGA DEL ARIEL.

Por Julia Elena Melche.

En la reciente entrega del Ariel que otorga la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas a lo mejor del cine mexicano en 2014, Güeros mereció el premio como Mejor Película, Mejor Dirección (Alonso Ruizpalacios), Mejor Ópera Prima, Mejor Fotografía (Damián García) y Mejor sonido.

En 2014 fue ganadora como Mejor Ópera Prima en el Festival Internacional de Cine de Berlín. Recibió el Premio FIPRESCI en el Festival de Cine de Jerusalén. Como Mejor Dirección de Fotografía a Damián García en el Festival de Cine de Tribeca en Nueva York. El Premio Horizontes Latinos en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián, y como Mejor Opera Prima en el Festival de Cine de Lima. Perú.

Por su simplicidad cromática en la imagen, la crítica internacional la ha calificado como un homenaje a la Nouvelle Vague, tanto por su formato cuadrado 4:3 como por su fotografía en blanco y negro. El cineasta comenta que filmó de esta manera para atemporalizar la película. "Cuando le quitas la especificidad temporal a algo, se hace mucho más universal y lo que quedan son los conflictos humanos más que los políticos. Los políticos suelen ser mucho más específicos y amarrados a las épocas. A mí lo que me interesaba era la parte social de los movimientos", afirma Ruizpalacios.

 

Güeros hace el seguimiento de dos amigos que viven en un modesto y desordenado departamento de la Ciudad de México. Ellos son Sombra (Tenoch Huerta) y Santos (Leonardo Ortizgris), unos adolescentes que se encuentran instalados en un amodorramiento existencial desde que estalló la huelga de la UNAM; “estamos en huelga de la huelga”, afirman los protagonistas, quienes no parecen tener propósitos concretos, ni definir su posición ante el movimiento estudiantil, pues no están a favor, pero tampoco en contra.

Su rutina se ve interrumpida con la llegada inesperada de Tomás (Sebastián Aguirre), el hermano menor de Sombra, cuyo mayor tesoro es una cinta musical, herencia de su padre, de un mítico roquero de los años sesenta que los dos hermanos escuchaban desde niños, y luego desapareció sin dejar huella. La presencia de Tomás cambiará el ánimo aletargado  de los muchachos y los tres deciden embarcarse en  un viaje para ir en busca del enigmático cantante, un tal Epigmenio Cruz, del que desconocen su paradero. En su aventura, a la que se une Ana (Ilse Salas), la novia de uno de ellos, encontrarán una Ciudad de México envuelta en problemas sociales y culturales.

En el marco de una huelga universitaria atemporal, el director mexicano Alonso Ruizpalacios. confecciona Güeros, una historia de amistad y de confusiones juveniles que conlleva el proceso de maduración que enfrentan los personajes. Aunque no se precisa la época del movimiento estudiantil, es evidente que ser trata del paro de 1999, cuando los jóvenes se levantaron por el derecho a la educación y exigían la derogación de las reformas aprobadas por el Consejo Universitario en junio de 1997, que incluían el cobro de cuotas semestrales obligatorias, por inscripciones y  servicios, y además eliminaban el pase automático

El realizador comenta que el tema de Güeros no es la huelga en sí, sino mostrar el aspecto de un movimiento que paraliza la ciudad de México con las marchas de los estudiantes, es decir, su parte social y no la política. En una entrevista para la revista semanal Proceso, declaró que la huelga de 1999 en la UNAM le afectó directamente y que fue uno de las más radicales porque si no estabas con los estudiantes, estabas contra ellos. Sin embargo, el asunto de la huelga siempre está presente en el filme y se percibe una abierta crítica a la misma.

No obstante su discurso conservador, Güeros sobresale por su excelente factura, con una inmejorable fotografía en blanco y negro que maneja con eficacia brillantes juegos de luces y cuidadosos planos a contraluz, otorgándole al filme un tono semi-documental y que ayuda a destemporalizar el relato. Esta propuesta visual parte de la intención del cineasta de apartarse de la visión exótica, colorida y llena de clichés que el cine nacional y extranjero ha reflejado de la Ciudad de México, resaltando así una ciudad de enormes contrastes sociales y políticos, “mostrando una urbe en blanco y negro, enorme y aterradora”, comenta el realizador.

A todo se esto, se une el acertado trabajo en la fotografía de Damián García, con una eficaz cámara en mano que contribuye a su tono de road movie para describir el largo viaje urbano de los protagonistas, capturando el clima caótico y claustrofóbico de la capital mexicana; sus barrios populares, sus calles ruidosas y saturadas de autos, las marchas y asambleas estudiantiles.

Si bien, se trata de otra cinta mexicana que aborda el tema de la juventud de nuestros días, retratando de manera convincente sus desencantos y confusiones existenciales, pero también sus esperanzas, es también una película reaccionaria, como financiada por un sistema neoliberal, resuelto a privatizar la educación superior del país.

Dirección: Alonso Ruizpalacios.

Guión: Alonso Ruizpalacios y Gibrán Portela.

Fotografía en blanco y negro: Damián García.

Música: Tomás Barreiro.

Reparto: Tenoch Huerta (Sombra), Sebastián Aguirre (Tomás), Ilse Salas (Ana), Leonardo Ortizgris (Santos), Raúl Briones (Furia) y Laura Almela (Isabel).

País: México.

Año: 2014.

Duración: 106 minutos.

Género: Drama.

EL DIRECTOR.

Alonso Ruizpalacios nació en la Ciudad de México en 1978. Estudió en la Royal Academy of Dramatic Art de Londres. Ha dirigido varias obras de teatro, entre ellas Rock & Roll de Tom Stoppard, La cocina de Arnold Wesker, La comedia de los errores de William Shakespeare y El playboy del oeste de John Millington Synge. En televisión, ha realizado la serie documental para National Geographic Expedición 1808, la serie de ficción XY y más de 300 segmentos en el programa Once Niños del Canal Once. Su cortometraje Café Paraíso ganó el Ariel al Mejor Cortometraje en 2009, así como distintos premios en los festivales de Guadalajara, Huesca, Toulouse y Sapporo; además, formó parte de la selección oficial en Tribeca y Clermont-Ferrand. Su cortometraje El último canto del pájaro cú también fue galardonado con el Ariel en 2011.

GÜEROS SE EXHIBE EN CINÉPOLIS Y EN CINETECA NACIONAL.  

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