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Por Fabián Quezada León
Han pasado
algunos ayeres (13 años para ser precisos) desde que vimos por primera vez “La
marcha de los pingüinos 1” y que contempláramos como se llevaba el Oscar.
En aquella
ocasión nos tocó conocer lo que entonces era el ya amenazado panorama del
hábitat de los pingüinos y la dura vida de esas aves que son un portento de
tenacidad, belleza y lucha. Aunque Jacquet no se enfoca ni toca para nada las consecuencias
del cambio climático, seguramente más de uno escuchará, además de los llamados
de los emperador buscando a su familia en medio de una colonia donde todos
lucen su trajes de etiqueta, como el hielo se hace más delgado y desaparece en
la lenta agonía del planeta.
Casi una década
después la situación ambiental no se ha mejorado para nada. Es más, es
aterradora. El planeta se está acabando y el calentamiento global pareciera una
mentira dicha por algunos fanáticos exacerbados ante los ojos de algunos
gobernantes del mundo.
Pero bueno, el
punto es que Jacquet regresa a la Antártida ese continente de 14 millones de kilómetros cuadrados, a darnos el relato de la vida
que llevan los pingüinos emperador en lo que ellos consideran su paraíso.
El
documental está narrado por Morgan Freeman que realmente lo hace majestuoso.
Jacquet y su
equipo se fueron de nuevo de expedición pero ahora cargados de cámaras 4K de
última tecnología para darnos impresionantes y bellísimas tomas de la vida en
la tundra. Le película es un portento visual, de eso no hay duda.
Dos meses de filmación
dieron fruto y todo el proceso de apareamiento y crianza del polluelo pingüino nos
conmueven profundamente. Por más que hayamos conocido en otras producciones el
difícil proceso de empollar un huevo en temperaturas de congelador, Jacquet logra por momentos casi meterse bajo
el padre pingüino para darnos la experiencia más total acerca de este prodigio
de la naturaleza.Y luego nos adentra en esa relación padre e hijo en medio de la vida salvaje que no puede ser más conmovedora. Cuántas cosas nos enseñan nuestros compañeros en el planeta y el humano es tan soberbio que no se da el tiempo de observar y aprender.
Filmar en la
Antártida, afrontar las bajísimas temperaturas y
todas las contrariedades que se deben para seguir el proceso del huevo, el
polluelo y su crecimiento, mientras la madre pingüino va al mar a muchos
kilómetros lejos de donde está la colonia, seguir la espera del padre que se
hace cargo del crío y el crecimiento del bebé enfrentando los peligros, el
hambre la sed y el ataque de los
depredadores es una tarea que al final encuentra su recompensa.
La vida reinicia su ciclo cuando los jóvenes pingüinos
abandonan la colonia para conocer el mar; sin que nadie les diga el camino, sin
que el camino sea el mismo, confiando simplemente en sus instintos para
arrojarse a sus olas es todo un poema; que tal vez sea de las últimas veces que
podamos contemplar si el planeta sigue derritiéndose.
Equipo: Dennis Storhøi, Dionysis Savvopoulos, Eduardo
Rêgo, Heikki Kinnunen,Lambert Wilson, Morgan Freeman, Pif, Rolf Lassgård, Sofie
Gråbøl, Thomas Acda,Zoltán Rátóti
Narrada por: Morgan Freeman
País: Francia
Año: 2018
Género(s): Familiar, Documental
Duración: 85 min
Clasificación: Toda la familia.
Guión: Jacquet, Billy Kimball.
Cámara (color, widescreen, HD): Jacquet, Jerome
Bouvier, Yanick Gentil, Manuel Lefevre.
Fecha de estreno en México: 21 de Septiembre 2018
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