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Por Fabián Quezada León
Rachel Chu (Wu) es una chica neoyorkina, quien como muchos otros hijos
de inmigrantes, jamás ha estado en la tierra de sus antepasados. Rachel tiene un novio: Nick Young (Golding) desde hace mucho tiempo y
cuando él le propone que lo acompañe a Singapur a la boda de un amigo, Rachel
tiene una idea muy diferente de que es lo que va a descubrir cuando realicen
ese viaje. Asustada por enfrentarse por primera vez con la familia de su novio,
Rachel lleva un montón de expectativas, las cuales no precisamente van a
resultar, ciertas.
En primera porque por más que “lidiar con la
suegra” (Yeoh) sea una negra leyenda urbana, ella jamás imaginó lo que iba a
encontrar…
Una de las cosillas “sin importancia” que Nick se
“olvidó” de mencionar a su novia es el hecho de que su familia es pornográficamente
rica, y obvio, él es un trofeo para cualquiera de las jóvenes casaderas de…
bueno, media Asia.
Locamente
millonarios está basada en la exitosa novela de Kevin Kwan
(2013) que dio lugar a toda una trilogía acerca de esas increíbles fortunas que
se han amasado en Asia. Los otros dos libros prometen no menos divertidos y
estúpidamente millonarios episodios. “La loca novia millonaria “”Problemas de
la gente Rica”.
Qué puede ser más
usado dentro del género del romance, ya sea cinematográfico, literario o
televisivo que la historia de la Cenicienta? Nada. Así que pensar en una cinta
de romance cenicientesco a estas alturas pudiera resultar algo que produciría
un sopor espectacular.
Por qué? Porque no
es nada “Nuevo bajo el sol”, y sin embargo
funciona maravillosamente.
Tenemos a Rachel (Wu) una protagónica adorable,
inteligente, preparada (da clases de economía en la universidad) buena, trabajadora,
con una belleza completamente con los pies en la tierra y que además no duda ni
cinco minutos en saber apreciar la buena mesa! Qué más se puede pedir?
Rachel es novia de Nick
(Golding) un chico simpático, guapo, ejecutivo, que siempre acaba comiéndose el
postre de Rachel cuando van a cenar, y quien aparentemente tiene una vida
normal. Rachel y Nick han sido pareja
por más de un año, pero él no le ha revelado el pequeño secretillo de que es
una especie de príncipe heredero de Singapur y sus alrededores, aunque al convencer a Rachel de acompañarlo a la
boda de su amigo el secreto es revelado dejando a Rachel un poco en shock pero
lo toma con inteligencia realmente lo más importante no son los millones de Nick
sino que lo ama.
Aquí
subyace uno de los secretos encantadores de la trama esta “Cenicienta revisitada” toma sus nutrientes del melodrama básico, pero con certeza y juicio los adapta a
una fase menos “sufrida” y más racional: en lugar de sufrir hay que luchar y si
se tiene que ganar, aceptar graciosamente la victoria.
Para ello toma a sus personajes
femeninos y los coloca en una arena nueva donde el juego es ganar en la
integración que los tiempos exigen se sea hombre o mujer hay que conciliar entre amor, familia,
tradición y modernidad.
De esta forma se redefinen las
características de los personajes, en especial de las mujeres y se les hace
entrar en un nuevo escenario la historia del mundo real se integra a los mundos
ficticios, nuevas necesidades y nuevas actitudes son requeridas para poder
afrontar esos retos y estos personajes los poseen.
Chu sabe que su público primario es
femenino y sabiamente hace que Nick sea lo suficientemente seductor y atractivo
(sin ser letal) no solo basta ser estúpidamente multimillonario como para
llamar la atención hay que ser sencillo, discreto y sensible (además de aparecer
sin camisa) pero más allá, Nick es un prototipo del hombre seductor actual, es
un hombre con sentimientos; es leal y puede llegar a confrontar a su misma
abuela y madre por amor a Rachel.
Hemos visto por décadas, de una forma
u otra, como las vidas de los super ricos/poderosos/famosos son puestas en la
vitrina de los shows televisivos, pero esos son shows Locamente millonarios posee todo el glam, el derroche y el lujo que sabemos que existe, pero lo nutre
con un elemento indispensable, la escena del sentimiento humano: el amor, el
apego a la tradición, la alegría, la decepción, y la intolerancia. Entonces
aunque no todas las audiencias del mundo tengan millones y millones de
dólares/euros/libras y jamás puedan costear una fiesta dada en la terraza
superior de algún edificio decadentemente esplendoroso, Todos tienen
sentimientos. Por eso se relacionan con los personajes.
Indudablemente Chu dirige la cinta haciendo brillar con todos
los elementos de lo más sofisticado del glam
las locaciones son fastuosas, las joyas, el vestuario, pero sobre todo la descripción
gráfica de las comidas y tradiciones de Singapur, (cuando visitan el único
mercado de comida popular que ha ganado estrellas Michelin dicen en la película)
con eso se nos hace agua la boca
imaginando los sabores pero más allá, fundamentalmente está el hecho cierto de
que alrededor de la mesa (y el compartir la comida) se fundamenta un pilar de
la socialización: comida, tradición y cultura fluyen siempre alrededor de una
mesa.
Obvio está decir que
pone especial fuerza en todos sus personajes femeninos; no solo Rachel, sino la
magnífica Eleanor como la suegra glacial y la multimillonaria pero frágil
Astrid. Haciendo que más allá del dinero
y el poder el relato sea de amores, familia y lucha. Una
competencia que todos pueden vivir.
Y en especial hay que
mencionar la actuación de la experimentada Yeoh como Eleanor donde a cada paso
ni siquiera necesita decir nada, su sola actitud como muralla de hierro podría
helar el corazón de la reina de las nieves. No es simplemente oponerse
económicamente es confrontar dos
mundos diferentes sobre la concepción de “ser” en occidente se pone empeño en seguir
la pasión de lograr “ser”, en Oriente en que ese “ser” perdure … y aparentemente no hay conciliación
posible. Sin embargo la justificación de Eleanor se da de una manera directa y
lógica cuando se debe de dar y el personaje se redime en una victoria poética.
Por el otro lado de la
historia de cuento de hadas también está la parte real y un tanto tenebrosa y esta le toca a la atribulada
Astrid (Chan) quien se atrevió a desafiar las reglas del poder y se casó con un
hombre que no tenía nada. Y aunque ella
es prácticamente una princesa y un ángel de bondad, hay abismos que son
imposibles de surcar cuando el amor comienza a flaquear.
Finalmente hay otras
dos mujeres vitales para completar el cuadro: La mejor amiga de Rachel: Peik
Lin (Awkwafina) que es el otro lado del espejo de la protagonista; fue una
estudiante que regresó a Singapur después de sus estudios (y cuya familia posee
todos los excesos de los nuevos ricos “contaminados” por la influencia “Occidental”)
que realiza ese gancho de comunicación entre lo “oriental y lo occidental” dando
el descanso cómico de una manera natural.
La madre de Rachel,
(Hua) una mujer humilde, que emigró de China y que a base de trabajo dio a su
hija un porvenir diferente al suyo y que la ha criado inserta en occidente con
algunas raíces en su nacionalidad. (Rachel
habla algo de su lengua materna y sabe de algunos juegos de estrategia
ancestrales)
El siguiente aspecto
para mencionar en el que Locamente Millonarios se coloca en el
plano de actualidad candente es su reivindicación étnica. En un periodo donde
el cine hollywoodense ha volteado a ver a las “minorías”; ya lo hicieron con
los afroamericanos, los gays y los latinos, ahora da otra mirada a las
comunidades asiáticas que han poblado ya Norteamérica y Canadá, esta ventana y
la interculturalidad renuevan a Cenicienta de manera increíble, sobre todo
cuando con integridad absoluta Rachel concientiza sobre su identidad como hija de inmigrantes, nacida en Estados
Unidos.
Locamente
millonarios posee
también una vena irrefutable de nostalgia, la nostalgia de la tierra de la que
se emigró, y nostalgia de ese lujo de la época de las grandes producciones
cinematográficas, con elaboradas coreografías y movimientos de cámara donde
cada detalle de la magnificencia quepa.
Chu hace tomas de grandes fiestas, grandes decorados nupciales, grandes
edificios, grandes panoramas de Singapur y los combina con un toque de los
gloriosos años veinte; de repente no hubiera sido nada raro entrar a una gran
escena de musical. (No. No hay ningún protagonista que cante) aunque sí que hay
un soundtrack realmente bueno.
Locamente Millonarios es una divertida y excéntrica muestra perfectamente
sincronizada con la actualidad de que la historia de amor es primordial para
ofrecer una película que enganche a las audiencias, no importa si es “Cenicienta
a estilo del siglo XXI”. Dándole la vuelta adecuada en el tratamiento a la
historia, respondiendo a lo que el público pide, empoderando personajes y
sirviendo de escaparate para conocer culturas y formas de pensar, siempre será
válida.
Si
además se le viste con lujo, nostalgia, comedia, cantidades idílicas de poder y
la intriga suficiente, donde más allá del dinero los sentimientos sean la arena
de conflicto, va a atrapar al público.
A
pesar de todo; mientras más cambian las cosas, más siguen siendo las mismas en
el fondo.
Director: Jon M. Chu
Reparto: Awkwafina, Chris Pang, Constance Wu,
Gemma Chan, Harry Shum Jr.,Henry Golding, Jimmy O. Yang, Jing Lusi, Ken Jeong,
Lisa Lu, Michelle Yeoh,Sonoya Mizuno
País: Estados Unidos
Año: 2018
Género(s): Comedia, Romance
Duración: 120 min
Clasificación: Mayores de 13
Guionistas:
Peter Chiarelli, Adele Lim
Fecha de
estreno en México 21 de Septiembre 2018
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