martes, 24 de octubre de 2017

PERDIDOS EN PARIS (PARIS PIEDS NUS)






Por Fabián Quezada León

Fiona (Gordon) vive en un lejanísimo pueblecito situado en una eternamente nevada parte de Canadá. Un día recibe una carta de su tía Martha, quien vive en París, pidiéndole que la rescate pues piensan enviarla a una residencia para adultos mayores, y ella solo tiene 88 años. 


Fiona no lo piensa mucho y se embarca hacia La Ciudad Luz,  cargando una monumental mochila (en cuya parte más alta ondea orgullosa la bandera de la hoja de maple) Pero su viaje y la búsqueda desesperada de su tía, van a resultar en un sinfín de aventuras, desventuras, equivocaciones, caídas al Sena, escaladas de la torre Eiffel,  visitas a Père-Lachaise y el encuentro fortuito con Dom, un estrambótico vagabundo, romántico perdido, persistente como una mosca y más parisino que Faubourg Saint-Honoré.

La comedia francesa es desde siempre el mejor sinónimo de diversión garantizada y esta película rinde un homenaje sincero y reverente a los mejores conceptos de "cine de comedia y acción", como los que veíamos hacer a Buster Keaton o Harlod Lloyd, con dos extraordinarios actores quienes además demuestran una probada capacidad física para enfrentar los retos de sus personajes.

Hoy en día el término “comedia” ha devenido generalmente en conjuntar  una serie de situaciones hilarantes que pueden resultar, en casos, bochornosas; condimentadas con lenguaje vulgar, uso de sustancias prohibidas y en muchos casos, situaciones con implicaciones sexuales, lo cual no quiere decir que no tengan el encanto del llamado “humor rudo” que no es apto para todo tipo de público.

Sin embargo la obra de Abel y Gordon (quienes han dirigido y protagonizado varias cintas juntos) se inserta en otra arena, con marcados elementos del cine mudo, superando de esta forma con mucho (y con extrema fineza) los planteamientos de una gran mayoría de las comedias con sello de nacimiento "made in Hollywood".

Como pareja y equipo han sabido colocarse en un privilegiado sitio dentro de la escena cinematográfica europea y esperemos, que con esta cinta logren ser difundidos en esta parte del mundo. 


Ambos son increíblemente talentosos y manejan la comedia con una elegancia hilarante, más aún cuando exageran sus propias características físicas para brindarle a sus personajes de Fiona y Dom un candor y una gracia completamente diferente a lo que estamos acostumbrados.

Perdidos en París logra la difícil combinación entre el infortunio y la comedia de lo absurdo.
Como si la presencia de Abel y Gordon no fuera suficiente comparten escena con nada más y nada menos que dos verdaderos iconos de la cinematografía francesa Richard y Riva y basta solo una escena de ambos para justificar su presencia en la cinta.

El viaje de Fiona y su larga y pelirroja figura, con ese desgarbado caminar y esos lentes de pasta, hacen que obligatoriamente se le mire a más de un kilómetro y que en cada escena no dejemos ni por un momento de seguirle los pasos. 

Ya sea mientras busca a su tía o mientras huye de Dom, Fiona es la quintaescencia de “estar fuera de sitio” y sus locuras móviles sirven para echar a volar la imaginación sobre qué será lo que le va a suceder.

Desde que pisa París, es evidente que Fiona y su maleta gigantesca sufrirán los “reveses de la vida” hasta llevarnos al punto justo en el que todo lo que le pasa a esta desafortunada mujer se transforma en algo tan terrible que es absurdamente gracioso.

El gran acierto de la historia es el que, aunque es "una historia de amor de dos que se atraen pero no lo reconocen", sabe enfocar la batería en la extrema comedia que sobrepasa los límites de las situaciones. Fiona huye de Dom, Martha huye de sus cuidadores… una puerta se abre y otra se cierra haciendo que nunca se encuentren.

La historia también realiza un elogio a la danza y no es simplemente en la complicada coreografía para hacer que los personajes no se encuentren, sino que se da también entre Dom y Fiona en dos ocasiones; en un tango improvisado en un restaurant y en un “sexy encuentro” mientras cada uno duerme en su propia cama. 

Otro magnifico momento y que es un aplauso final para Riva sucede con un “baile de zapatos” entre Martha y su ex amor (Richard) en una banca de Père-Lachaise. (Riva murió a principios de este año)

Delirante y humorística, con todo el sabor de París en cada cuadro y con cuatro magníficos intérpretes, Perdidos en París es en definitiva una pequeña y deliciosa joya que no debes perderte.    

Directores, escritores: Dominque Abel, Fiona Gordon.
Reparto:Fiona Gordon, Dominque Abel, Emmanuelle Riva, Pierre Richard, Fred Meert, Philippe Martz, Olivier Parenty.
País: Francia Bélgica
Año: 2016
Género: Comedia
Duración: 85 min
Clasificación: Mayores de 13

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