viernes, 9 de febrero de 2018

50 SOMBRAS LIBERADAS (FIFTY SHADES FREED)







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Por Fabián Quezada León


Anastasia (Johnson) y Christian (Dornan) ven culminar el fin de su ardorosa (que no ardiente) pasión en una boda blanca, con la falsa ilusión de que todas las sombras más oscuras de su pasado han quedado… bueno… en la película pasada.
Así que salen de luna de miel a Europa en la única manera en la que los ultramillonarios lo hacen: yates, aviones privados, exclusivos spots turísticos, fashion y glamour al tope..... Estando allá, el señor Grey es avisado que hubo un intento de ataque en sus oficinas.
Al parecer, algunas nubecillas insidiosas se empeñan en oscurecer su romance. 


Y sí, Jack Hyde (Johnson) el perverso exjefe de Anastasia (despechado y despedido), reaparece en escena para tratar de arruinarles su lujosísima felicidad y tórridas noches de sexo.



La lúbrica exhibición de “porno para mamás” llega a su culminación en el esperado momento de “sentar cabeza, planear una familia y ser muy felices” y para demostrar que pueden sostener una tercera instalación de una trama que se hubiera podido resumir en 20 minutos, recetan una especie de larguísimo videoclip de varias de las rolas que posee el soundtrack; que una vez más cabe decir han sido lo más rescatable de la serie completa. 


De esa forma la trama se resume en un set de varias rolitas cachondas para desenfrenar fantasías, mientras alrededor pasan varios temas que sirven a manera de plástico de burbujas para empacar un guión frágilmente construido basado en un texto de una repetición e inconsistencia monumentales. 


Basta decir que se empieza con la escena de la boda que podría rivalizar sin pena con la boda de Bella y Edward en Crepúsculo. Encajes, velos, lujo, flores y chantilly al pormayor mientras Ana hace su entrada y se abrocha los botones de su traje nupcial.


La temática general y el desarrollo de los personajes es tan pobre y lleno de clishes que difícilmente se podría elegir cuál de todos los Plots  es el más arquetípico en el peor sentido de la palabra.



Es muy fácil que de inmediato surja enorme el pensamiento de: cuánto de manipulación (y profusa entrega de lo esperado) a un público sin exigencias, al que se le conquistó prometiéndoles “noches de pasión desenfrenada” puede caber en casi dos horas? Las posibilidades son… infinitas. Pero estas Sombras liberadas dan buena cuenta de ello.


Pero, no todo está perdido; llega un momento en el que la película comienza a volverse contra sí misma, o vamos a llamar a “reconformarse”, como una sátira cómica de todo su contenido y abordando ese camino, la comicidad involuntaria puede ser la estrella absoluta. 


Solo hace falta saber leer entre líneas y puede pasarse un momento sumamente divertido riéndose a mandíbula batiente por el enorme cúmulo de insensatez con el que sin piedad se bombardea a la audiencia. 


También, en un deslavado intento por llenar el puntito del “empoderamiento femenino”, Ana posee varios diálogos que reafirman que cuando se es megamillonario no hace falta nada más para “empoderarse” que sacudir la cartera; se pueden dar “respuestas agudas” o tomar actitudes de poder solo porque se ostenta un título que anteriormente no se tenía. Dando como resultado no un empoderamiento, sino una prepotencia exultante.


Si algo hay que reconocerle a Dakota Johnson es que ella es en lo que se sostiene la película no nos sorprende en nada pero al menos es consistente con su personaje y tiene sus chispazos de buen humor, en lo que respecta a Dornan poco se puede decir más que, independientemente de sus atributos físicos, el personaje siempre le quedó grande y que si es buen actor se reservó sus talentos para una mejor ocasión.  


 
Ni hablar de todos los personajes del coro, ni de las situaciones colaterales, porque solo sirven en la medida en la que intentan (siempre sin éxito) atentar contra la calentura de Ana y Christian, todo el elenco restante se convierten en “extras” cuyo rol casi es de “árbol 2” dentro del glamoroso videoclip de lujo extremo y música ambiental para cuando se necesitan justificaciones para tener sexo. 


Algo de lo que no puede escapar la película es de tener el final conocido por los lectores de las novelas y fácilmente imaginable por cualquier ser humano que vea cinco minutos de la película 1.




Tal vez no importa que 592 páginas de este volumen posean o no justificación, estructura de sus personajes, crecimiento de la trama o giros inesperados para mantener la tensión… sino que según sus promotores plantee una “fábula romántica”; cada quién es libre de pensar lo que quiera.


Lo que es indubitable es que el leitmotiv principal de toda la trama, el ingrediente de los juegos sexuales, se ha hecho tan rutinario que ya no sobresalta a nadie y que Ana y Christian no tienen nada más que contarnos más que incidencias casi sin importancia, si Christian canta o no o si es capaz de derramar una lágrima. Si Ana es la reencarnación de Fitipaldi o si es solo un nuevo modelo de esposa perfecta de Stepford con aditamentos sexuales.


Director: James Foley
Reparto: Dakota Johnson, Jamie Dornan, Eric Johnson, Rita Ora, Luke Grimes, Victor Rasuk, Jennifer Ehle, Marcia Gay Harden
Año: 2017
País: Estados Unidos
Género: Drama erótico/romántico
Duración: 1 hora 45 minutos
Clasificación: Mayores de 18
Guión: Niall Leonard basado en la novela de E.L. James
Música Danny Elfman
Fecha de estreno en México: 9 de Febrero 2018
Calificación: 2 de 10


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