jueves, 24 de junio de 2010

EL GESTICULADOR: DE LA CREACIÓN DE MITOS POLÍTICOS.


Por Perla Schwartz.

Hay obras teatrales que no pierden vigencia, por el contrario, conforme pasa el tiempo, su discurso se torna más contundente y efectivo. Tal es el caso de El gesticulador de Rodolfo Usigli el padre de la dramaturgia mexicana moderna, con una obra que data de 1938 y que ofrece una certera e inteligente reflexión acerca de la megalomanía en torno al poder, al tiempo que traza de manera magistral, el nacimiento, la muerte y la resurrección de los mitos que alimentan al imaginario nacional.

El dramaturgo realiza una crítica a los políticos, a quienes considera como los creadores/destructores de una nación. Ahora en el marco de los festejos del centenario de la Revolución Mexicana, se puede acceder de nueva cuenta a una puesta en escena de la emblemática obra de Usigli (hace más de veinte años, la dirigió Rafael López Mirnau con la gran actuación de Carlos Ancira).

La adaptación y dirección del actual montaje está a cargo de Antonio Crestani y recientemente inició temporada en el Foro Cultural Chapultepec. Es una puesta en escena, ágil, bien trazada, muy cercana a los hechos de corrupción e impunidad, que en la actualidad se viven en nuestro país.

El gesticulador se desarrolla en las postrimerías de la Revolución Mexicana en un poblado (llamado Allende) que se ubica en el norte del país, ahí regresa el maestro universitario César Rubio (Juan Ferrara), acompañado de su mujer y sus dos hijos.

Por esos azares incomprensibles de la vida, él terminará por convertirse en un caudillo, sobreviviente de la Revolución y se tornará en toda una leyenda (por supuesto que el personaje de Usigli tiene ecos de Villa, Zapata o Carranza).

Una “gran mentira” es el eje temático de esta gran obra, que deja patente la manipulación, el cómo los mitos políticos surgen de la nada, la manera como los advenedizos pueden aspirar a su momento de gloria.

La puesta en escena cuenta con un elenco de primer nivel. A Ferrara lo acompañan en esta aventura teatral: Verónica Langer como la abnegada Elena, quien teme las consecuencias del embuste de su esposo, con una actuación muy convincente. Los hijos son Damayant Quintanar y José María Mantilla, ambos se despliegan con naturalidad.

Julián Pastor como el profesor Bolton, que a pesar de su breve intervención, se preocupó por construir a su personaje con agudeza y varios matices. Complementan el elenco: Joaquín Garrido, Irineo Álvarez, Fernando Banda (alternando con Juan Carlos Bonet), Jorge Ávalos y Aldo Verastegui.

La escenografía de Mario Lazo y Luz Bracho es un tanto grandilocuente y merecería ser transformada, en cambio la iluminación de Agustín Casillas y la escenofonía de Rodolfo Sánchez Alvarado apoyan el desarrollo de la acción dramática.

El gesticulador se presenta en el Foro Cultural Chapultepec, los viernes a las 20:30 horas, los sábados a las 18 y 20:30 horas y los domingos a las 13 y 17.30 horas. La localidad va de los $350 a los $150.

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