Por Julia Elena Melche.
Cineasta controvertido, y a su vez figura reconocida en los festivales internacionales de cine, Michael Haneke se ha colocado como un agudo observador del desasosiego y la podredumbre en la sociedad occidental contemporánea. Con un estilo sombrío y provocador, es un autor alejado de las fórmulas comerciales que consigue reflexiones turbadoras y es sin duda inclemente con sus personajes.
Por primera vez en nuestro país, la Cineteca Nacional ofrece una retrospectiva de la obra completa de este talentoso director del 24 de junio al 4 de julio en con la colaboración de la Embajada de Austria en México, el Comité Cinema Europa 2010 y con el apoyo de la Embajada de Francia en México.
Las exhibiciones se dividen en dos etapas. La primera, con cintas filmadas totalmente en Austria entre 1988 y 1997, y la segunda, iniciada en el 2000 con Código desconocido. Se trata de películas en co producción con otros países que le brindaron fama al cineasta, un mayor reconocimiento y premios importantes en los más destacados festivales cinematográficos del mundo.
De 1989, se presenta El séptimo continente, su ópera prima y primera parte de una trilogía de la glaciación, donde retrata el deterioro progresivo de una familia de clase media. El filme inaugura los finales terribles y sorpresivos, característicos a lo largo de la obra del realizador.
El video de Benny (92), segunda parte de la trilogía, muestra la falta de sensibilidad en la sociedad ante la violencia y señala a los medios como los principales culpables de este fenómeno, mediante la historia de un adolescente de 14 años que vive en una habitación equipada con varias cámaras y videograbadoras con las cuales interactúa con el mundo exterior.
En la tercera parte, 71 fragmentos de una cronología del azar (95), analiza la manera en que el público recibe y procesa la información de una noticia, a partir del reportaje de un asalto bancario en Viena con un saldo de cuatro muertos.
Originalmente realizada para la televisión, El castillo (97) es una fiel e inteligente adaptación de la novela homónima de Franz Kafka, donde el protagonista no encontrará salida posible. Convertida en una película de culto y premiada en Cannes, Juegos divertidos (97), introduce una fuerza malévola en la confortable vida burguesa al mostrar a dos sicópatas que irrumpen en la casa de campo de una familia para someterla a torturas físicas y psíquicas sin motivo alguno. Haneke va hasta el extremo del sadismo y la flagelación moral.
Código desconocido (00) se estructura a manera de rompecabezas, integrado por una serie de viñetas que van dejando huecos narrativos para que el espectador los vaya llenando y así decida si entra o no a un fascinante juego, como el de la protagonista, una actriz que se enfrenta a varios conflictos, en los que se alternan momentos de felicidad con los de confusión y caos.
El tiempo del lobo (03) es una historia futurista que relata la sobrevivencia de una familia en un entorno rural, donde la ley y el orden han dejado de existir, tras un desastre en el planeta. Haneke consigue una profunda reflexión acerca del individualismo y el egoísmo entre los seres humanos.
Caché: el observador oculto (05) mereció el premio al director en el Festival de Cannes y cinco galardones de los Premios del Cine Europeo 2005, entre ellos como mejor película y realizador. En este destacado filme, con elementos del thriller, el cineasta indaga en el miedo, la paranoia y la culpa en la sociedad de nuestros días, mediante el acoso psicológico de un desconocido a una familia francesa de clase alta. El realizador explora en los límites de la imagen como testimonio y sobre nuestra capacidad de interpretación. Desde la primera larga toma fija, nada es lo que parece. El público tratará de comprender lo que sucede a partir de pistas, que lo llevarán a un desenlace abierto muy estremecedor.
En el remake co producido por Hollywood del 2007, Juegos sádicos, Haneke conserva su depurada técnica cinematográfica para hablar de nueva cuenta sobre la banalización de la violencia. La cinta retiene la capacidad subversiva de la original y se destaca por sus brillantes actuaciones. También áspera y cruda, no se detiene en los excesos habituales del cine hollywoodense, sino en la crueldad fuera de campo.
Considerada la película más aclamada por la crítica, La pianista (01) mereció el Gran Premio del Jurado en el Festival de Cannes 2001 y se basa en la novela homónima de la escritora austríaca Elfriede Jelinek. Se trata de un melodrama sin concesiones ni lecciones morales que profundiza en la hipocresía de la clase acomodada. La protagonista, interpretada por una soberbia Isabelle Huppert, es una maestra de piano cuarentona que vive con su controladora madre. Un excepcional filme sobre las oscuras relaciones eróticas y la incapacidad para el amor.
Ganadora de la Palma de Oro en el Festival de Cannes y el Globo de Oro a la mejor película extranjera, El listón blanco (09) narra la vida en un pueblo protestante situado al norte de Alemania en las vísperas de la Primera Guerra Mundial mediante un deslumbrante blanco y negro. Con la violencia, como eje de la historia, la trama explora en los mecanismos educativos que llevarían a la Alemania nazi al poder y habla de la culpa y el pecado como generadores de traumas y de odios, mediante una devastadora reflexión de la doble moral en las sociedades puritanas.
Michael Heneke, un realizador provocador en toda la extensión de la palabra, que se aleja de las estructuras narrativas convencionales y logra distanciamientos brechtianos, no puede pasar desapercibido en esta inmejorable revisión de su obra.
El ciclo abre con el filme El listón blanco hoy jueves 24 de junio a las 19:00 horas en la sala 3, Fernando de Fuentes, de la Cineteca.
Para mayores informes de los horarios de las cintas, consultar la página: www.cinetecanacional.net
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