De
Bárbara Colio y dirigida por Antonio Serrano
NUEVOS HORARIOS
NUEVOS HORARIOS
Viernes 20:30hrs.
Sábados 19.00 y 20.30hrs.
Domingos 17.00 y 18.30hrs.
Sábados 19.00 y 20.30hrs.
Domingos 17.00 y 18.30hrs.
Teatro Ignacio López Tarso del Centro Cultural San
Ángel.
Sólo quedan cuatro semanas de la temporada que se está presentando en el Teatro Ignacio López Tarso del Centro Cultural San Ángel, finaliza el domingo 23 de agosto.
Tres hermanos, Peter, Paul y Prince se reúnen y sus diferencias de carácter quedan de manifiesto, sin embargo juntos han de emprender un viaje para ver a su padre. Tienen dos décadas de no haberlo visto, son invitados para presenciar un espectáculo del que se considera el mejor funámbulo del mundo. Ellos son los tres personajes de “Cuerdas” escrita por la dramaturga Bárbara Colio, quien se hizo acreedora por esta obra al Premio Nacional de Dramaturgia en el 2009.
Este texto que fue llevado a escena por primera vez en el 2011 en el Teatro El Galeón, ahora es dirigido con un toque lúdico por Antonio Serrano (“Sexo, pudor y lágrimas” y “Por arte”) y es actuado por Luis Roberto Guzmán, José María Yazpik y Oswaldo Benavides, quienes ofrecen interpretaciones magníficas, y su entrega en escena es increíble por lo que el público la disfruta en todo momento.
Jorge Ballinas es el responsable del espacio escenográfico, presidido por una plataforma gris, dejando al fondo un sitio para que se simule el aeropuerto, el avión, el taxi y una sala de detención; en total son quince locaciones que le brindan gran movilidad a esta conmovedora historia de unos perdedores que buscan de manera afanosa, el rumbo de sus respectivas brújulas existenciales. El montaje se enriquece con el cuidadoso diseño sonoro de Madame Miniatour.
“Cuerdas” aborda el equilibrio emocional del ser humano, así como el abandono paterno. El gran trauma del trío de hermanos es que su padre logró colocarse en los cuernos de la fama, mientras que ellos son hombres comunes y corrientes, que no han alcanzado a cubrir los objetivos existenciales que se han impuesto.
Peter, el hermano mayor interpretado por Luis Roberto Guzmán es el controlador, él que siempre busca imponer su ley. Es asimismo quien se encarga de organizar un viaje, donde una y otra vez se siente que está preso en una especie de cuerda floja que lo amenaza de caer en el vacío.
Por su parte, Paul, el hermano de en medio (José María Yazpik) es sombra de quien le antecede, es inseguro, se siente a sí mismo como un perdedor no tiene pareja ni empleo. Es muy apegado a su madre- a ésta se le menciona pero nunca aparecerá en escena.
Y finalmente Prince, el menor (Osvaldo Benavides) es el más cínico y sarcástico, ello le permite poner distancia de todo aquello que sucede a su alrededor. Pero llegará un momento en que perderá las defensas que se impone.
“Cuerdas” es un texto contemporáneo que en su humor ácido tiene uno de sus más altos valores. Su dinámica es ágil y poco a poco va dejando al descubierto las personalidades y los lados más obscuros de su trío de personajes. Es una obra que plantea las pérdidas y los traumas, y él cómo convivir con ellos
Sólo quedan cuatro semanas de la temporada que se está presentando en el Teatro Ignacio López Tarso del Centro Cultural San Ángel, finaliza el domingo 23 de agosto.
Tres hermanos, Peter, Paul y Prince se reúnen y sus diferencias de carácter quedan de manifiesto, sin embargo juntos han de emprender un viaje para ver a su padre. Tienen dos décadas de no haberlo visto, son invitados para presenciar un espectáculo del que se considera el mejor funámbulo del mundo. Ellos son los tres personajes de “Cuerdas” escrita por la dramaturga Bárbara Colio, quien se hizo acreedora por esta obra al Premio Nacional de Dramaturgia en el 2009.
Este texto que fue llevado a escena por primera vez en el 2011 en el Teatro El Galeón, ahora es dirigido con un toque lúdico por Antonio Serrano (“Sexo, pudor y lágrimas” y “Por arte”) y es actuado por Luis Roberto Guzmán, José María Yazpik y Oswaldo Benavides, quienes ofrecen interpretaciones magníficas, y su entrega en escena es increíble por lo que el público la disfruta en todo momento.
Jorge Ballinas es el responsable del espacio escenográfico, presidido por una plataforma gris, dejando al fondo un sitio para que se simule el aeropuerto, el avión, el taxi y una sala de detención; en total son quince locaciones que le brindan gran movilidad a esta conmovedora historia de unos perdedores que buscan de manera afanosa, el rumbo de sus respectivas brújulas existenciales. El montaje se enriquece con el cuidadoso diseño sonoro de Madame Miniatour.
“Cuerdas” aborda el equilibrio emocional del ser humano, así como el abandono paterno. El gran trauma del trío de hermanos es que su padre logró colocarse en los cuernos de la fama, mientras que ellos son hombres comunes y corrientes, que no han alcanzado a cubrir los objetivos existenciales que se han impuesto.
Peter, el hermano mayor interpretado por Luis Roberto Guzmán es el controlador, él que siempre busca imponer su ley. Es asimismo quien se encarga de organizar un viaje, donde una y otra vez se siente que está preso en una especie de cuerda floja que lo amenaza de caer en el vacío.
Por su parte, Paul, el hermano de en medio (José María Yazpik) es sombra de quien le antecede, es inseguro, se siente a sí mismo como un perdedor no tiene pareja ni empleo. Es muy apegado a su madre- a ésta se le menciona pero nunca aparecerá en escena.
Y finalmente Prince, el menor (Osvaldo Benavides) es el más cínico y sarcástico, ello le permite poner distancia de todo aquello que sucede a su alrededor. Pero llegará un momento en que perderá las defensas que se impone.
“Cuerdas” es un texto contemporáneo que en su humor ácido tiene uno de sus más altos valores. Su dinámica es ágil y poco a poco va dejando al descubierto las personalidades y los lados más obscuros de su trío de personajes. Es una obra que plantea las pérdidas y los traumas, y él cómo convivir con ellos
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