lunes, 5 de julio de 2010

NATÁN EL SABIO: EN TORNO A LA TOLERANCIA



Por Perla Schwartz.

Gotthold Ephraim Lessing (1729-1781) es un destacado escritor alemán, contemporáneo del gran Goethe, poseedor de una pluma incisiva, sustentada en una gran erudición. Ahora, por primera vez, en nuestro país, gracias a la iniciativa de la Compañía Nacional de Teatro, existe la oportunidad de ver representada su obra: Natán el sabio, en versión de Stephanie Weiss y Luis de Tavira.

Esta obra data de 1779, fue estrenada en Alemania en 1783, con una fría acogida por parte de la crítica especializada. Es un panegírico poético en torno a la tolerancia religiosa, a la diversidad de aproximaciones al mundo y sus contornos.

A decir de Luis de Tavira en el programa de mano: “drama emblemático de la unificación espiritual de la Europa actual y la expresión más lúcida de la reconciliación universal.”

En efecto, en estas palabras se encuentra la esencia de la propuesta de Lessing, Natán el sabio se sitúa en el convulsionado siglo XII, cuando las Cruzadas se encontraban en pleno apogeo. El protagonista es Natán, un viejo judío, espléndidamente interpretado por Ricardo Blume, él se verá en la necesidad de confrontar su propia realidad, y confesarle a Rea, su hija, que él no es su padre legítimo, como se lo hizo creer durante años.

La obra de Lessing tiene un brillante montaje, dirigido por el hábil Enrique Singer apoyado en un efectivo diseño escenográfico, de iluminación y un multimedia de la autoría de Philippe Amand. Es fácil que el espectador se traslade al siglo XII.

El texto es inteligente y en momentos, se encuentra habitado por bellas metáforas poéticas, el dramaturgo confronta a la razón con la fe profunda. Busca cimentar la tolerancia religiosa entre judíos, cristianos y musulmanes, todos ellos congéneres en el planeta Tierra.

En esta puesta en escena se conjuntan algunos actores veteranos de la CNT como el ya mencionado Blume y Adriana Roel, ambos estupendos, al igual que Arturo Beristáin y Luis Rábago. Con intérpretes más jóvenes como Ana Isabel Esqueira y Yullemi Pérez, ésta última representa con soltura a Sita, la hermana de Saladino.

También se cuenta con un grupo de actores invitados donde destaca Claudio Lafarga, quien no se amilana al compartir escena con sus experimentados compañeros, saca a flote su personaje de el Templario, que es la piedra de toque central para el desarrollo de la trama.

Natán el sabio es una obra en torno al peso de las tradiciones espirituales, es un grito de esperanza en los tiempos turbulentos que se viven en la actualidad El primer acto es redondo y sumamente efectivo, en cambio el segundo se debilita debido a que el desarrollo de la trama es un tanto disperso y reiterativo.

Sin embargo, Natán el sabio es una puesta en escena que hay que ver y que se presenta de manera gratuita en la sede de la CNT (Francisco Sosa 159, Barrio de Santa Catarina), los jueves y viernes a las 19 horas, los sábados a las 18 y los domingos a las 17 horas.


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