Por: Fabián
Quezada León
Cuando Richie Furst (Timberlake) un estudiante de Princeton se ve envuelto por las redes del
juego hasta tener un colapso jugando en línea que lo llevan a poner en riesgo
su propia carrera académica. Entonces, decide no quedarse de brazos cruzados y enfrentarse con el super magnate de los
casinos en línea para decirle dos que tres cosas. Toma un vuelo hasta Costa
rica donde Ivan Block (Affleck) tiene (por el momento) su cuartel general. En medio de una sofisticada fiesta Richie
aprovecha para reclamarle a Ivan. El magnate lejos de ofuscarse decide “jalar”
a Richie a este mundo de lujo y derroche lo cual no estaría tan mal, si el FBI
que ha estado siguiendo muy de cercal as actividades de Ivan no estuviera
desesperado por atraparlo a toda costa. Sin saberlo, Richie está en medio de
una apuesta que involucra mucho más que simples millones de dólares.
Con un elenco que involucra a Affleck y Timberlake esta
cinta posee un fuerte atractivo Affleck ha demostrado que ha madurado
actoralmente con el tiempo y que dirigiendo es magnífico. Timberlake es un niño
prodigio canta, baila, compone, produce, actúa en todos los géneros… ¿qué puede
ir mal con esta premisa?
¡El guion!... La historia es tan simple y
absolutamente regalada desde los primeros minutos que Richie e Ivan se
enfrentan, que el resto ya no importa.
Affleck es un fenómeno difícil de comprender. Encarna
a un poderoso magnate que se la ha pasado realizando estafas y que definitivamente
no se toca el corazón para obtener lo que desea pero… su fase de “despistemos
al enemigo” es mucho más convincente que su fase “destruyamos al enemigo” esto
es, siempre está instalado en actitud de buena persona.
Esto puede ser un arma de doble filo letal, porque habrá
quienes digan que no le creyeron y habrá quienes digan que esa bondad combinada
con esos trajes estilo presentador de tv de los 50’s son escalofriantes.
Timberlake por su parte aunque le pone todas las ganas
del mundo, debemos reconocer que le falto neura para que sintamos que se trata
de alguien perseguido, acorralado y en inferioridad de recursos que Affleck cuando
se ve cada vez mas atrapado por ese paraíso en el que se introdujo en busca de
venganza y del que ahora ha formado parte, no queda claro su posición.
Por otro lado aunque se asienta la idea de que Richie
es “un buen hijo” de “un mal jugador” hay rincones de su psicología como
personaje que no son suficientemente explicados y eso va en detrimento de su
conformación como un personaje fidedigno. Su padre un jugador compulsivo está
quebrado, aún con esto y gracias a que es un genio de las matemáticas y otras
cosas, Richie está en Princeton; nos queda claro que el muchacho tiene aspiraciones… pero aun así se engancha
en el juego hasta dejarse arrastrar por él y luego trabaja para el (ok quiere
vengarse pero… la vida que se da: chicas, yates, drink) tampoco es un
sacrificio ¿así que dónde está Richie?
Ese es el punto de inflexión en esto, la trama reúne temas
pero no los hila, dibuja levemente personajes pero no los acaba: pretende,
ambiciona, apuesta… pero todo eso se pierde dentro del soufflé de fiestas,
barcos, bikinis y computadoras. Sin causa aparente, pero justificada en la
película por una “atracción física” Rebecca, (Arterton) la mano derecha de Ivan, coquetea con Richie y
de repente se pasa a su lado (¿por amor?... ¿En serio?) y de ahí llegamos a que
la pobre Rebecca prácticamente sea irrelevante en la aventura. Baste decir que
pocas veces he visto desaprovechar los planteamientos para trama que puede
brindar un triángulo como en esta ocasión. Ella simplemente es un objeto
decorativo que se cambia de una mesa a la otra sin un por qué. A menos claro
está de que creas que se vieron y automáticamente se “enamoraron uno del otro y
eso les importó a ambos mucho más que los cheques de ocho cifras que recibirían
al año… (el amor no tiene precio pero… esto es ridículo)
Affleck y Timberlake divagan en una persecución anunciada
formando improbables alianzas con distintos sectores tanto de la corrupta
policía como del tampoco impoluto FBI comandado
por el fiero agente local Shavers (Mackie) buscando, claro está cada uno salirse
con la suya. Sí, claro está que en el camino dejan algunas víctimas colaterales
pero, pues así es este mundo de los gangsters de cuello blanco ¿no?
Entonces, con toda esta colección de hechos la
historia debería levantar pero no sucede. De tal forma que quizá valdría la
pena situarse en el trabajo de Furman en la dirección y ahi también hay spots
que llaman la atención de una manera poco favorable comenzando porque aún en
las escenas donde Black muestra su lado perverso, (con cocodrilos incluidos)
simplemente la adrenalina no corre todo parece ser … una pose. No logra
encender el motor de la audiencia para que corra la duda entre la venganza y la
ambición, o entre la venganza y la duda desde luego el problema no termina ahí porque
sobreviene el final de la película de una manera tan intempestiva como
sorprendente. Todo el cocktail de situaciones se pone en un embudo y se le
empuja para llenar el desenlace de una manera absurda por lo regalada.
Director: Brad Furman
Reparto: Ben Affleck, Justin Timberlake, Gemma Artertorn
País:
Estados Unidos
Año:
2013
Género:
Drama, suspenso, Thriller
Duración:
1 hr. 31 min.
Clasificación:
Mayores de 15
Fecha
de estreno en México: 11 de Octubre
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