El
regreso de un viejo conocido unos años después de donde lo dejamos en su última aventura.
Como lo pudimos ver en los trailers, ahora Jason recuerda poco a poco elementos de su vida, lo cual lo va a meter de nuevo en líos cuando confronte su pasado de “máquina asesina de la CIA” con su verdadero yo.
Como lo pudimos ver en los trailers, ahora Jason recuerda poco a poco elementos de su vida, lo cual lo va a meter de nuevo en líos cuando confronte su pasado de “máquina asesina de la CIA” con su verdadero yo.
Lo malo
es que esta recuperación de la memoria llega justo cuando sus ex jefes de la
CIA están poniendo en operación un nuevo, sofisticado, y no muy transparente programa de espionaje.
Contactado
en secreto por Nicky Parsons (Stiles) Jason comienza a reunir una a una, las
piezas de su muy turbulento pasado. (incluida la muerte de su padre) Desde luego, la CIA no se va a quedar de
brazos cruzados y entre Jason y sus ex jefes aún quedan cosas que decirse a la
cara.
Matt Damon y Paul
Greengrass se vuelven a reunir en torno a esta productiva franquicia de acción
y violencia. Escrita por el mismo Paul Greengrass y Christopher
Rouse, basada en los personajes creados por Robert Ludlum; para entregarnos un Jason más maduro
pero igualmente misterioso y sagaz.
El equipo conoce al personaje y el estilo narrativo de Greengrass es exactamente el adecuado para meternos a la acción incesante y veloz, con un vertiginoso manejo de cámaras y edición.
Encima de eso tenemos el
hecho de que la saga de Bourne se ha caracterizado por dar, además de altas
dosis de adrenalina y acción, una visión casi “de temer” a los alcances militares
y de espionaje que posee la agencia del gobierno norteamericano y que sin
pensarlo dos veces, ponen en práctica.
Si bien no es el
punto de las películas de Bourne, siempre queda la incómoda inquietud en estos
tiempos de qué tan “privado” es el ámbito de lo que teóricamente no es “público”
y qué tan posible es que, como cuentan
las leyendas urbanas, la CIA sepa cada uno de los movimientos de millones de
personas?
El guión de esta
entrega de la Saga Bourne se engolosina
en multitud de situaciones de tanta complejidad de acción y tensión que de
alguna manera (aunque estemos dispuestos a hacerlo como público de este tipo de
cine) se presiona al espectador demasiado
y se rebasan los límites de la lógica; de repente Jason se convierte
prácticamente en un semidios, es indestructible a choques, balazos, golpes y
demás. (Aunque es disfrutable al cien, la secuencia en las Vegas es “un poco
demasiado”)
Y es entonces, debido
a estas características casi suprahumanas, que Jason termina pareciendo un
personaje de comic, preparado para enfrentarse a los XMen si hubiera menester.
Sin embargo, dejadas de lado esas peripecias, Damon regresa al personaje para seguirnos intrigando con todo lo que nos falta por conocer de la bestia asesina en que llegó a convertirse “como un deber patriota” . Sólo nos consta una cosa, quien se acerca a Jason debe extremar precauciones, su vida corre un inminente peligro.
Como co-escritor
Greengrass hace hincapié en aspectos fundamentales del personaje pues, en conjunto
a su implacable destreza y asertividad en el crimen, sigue siendo un hombre
atormentado por un pasado del que apenas comienza a ver destellos y no todos
ellos son precisamente brillantes.
Al paso del tiempo Jason ya no es un hombre joven e irreflexivamente temerario, capaz de intensas secuencias de acción física, y como Damon ha reconocido en
entrevistas, hacer la película fue mucho más duro ahora que cuando empezó la
saga, de esta manera, el personaje no solo ha recobrado la memoria, sino que ha
evolucionado física y mentalmente y sabe que, al ritmo que van las tácticas de
espionaje, cada vez se hará más difícil pasar desapercibido por la CIA. Tiene una oportunidad única en su vida de recordar su pasado pero los efectos pueden ser francamente indeseables. Para él y para todos. (En especial para la Agencia)
Sin embargo, irónicamente todos estos elementos colocan a Bourne como una pieza clave, es demasiado valioso como para exterminarlo y aún con la serie de “detallitos” entre él y Robert Dewey (Lee Jones) el ahora nuevo director, la posibilidad de que Bourne sea “re-convencido” para colaborar con la CIA es bastante deseable.
Para ello es necesario
un sabueso que persiga implacable a Jason: y quién mejor que una ambiciosa
analista; Heather Lee (Vikander) deseosa de demostrar su valor a sus jefes.
Así que, básicamente, Heather no tarda en ubicar a una “vieja conocida” de Jason: Nicky Parsons (Stiles) quien jugará un papel determinante para que Bourne posea elementos que inclinen la balanza a su favor en su interminable lucha contra la CIA.
Así que, básicamente, Heather no tarda en ubicar a una “vieja conocida” de Jason: Nicky Parsons (Stiles) quien jugará un papel determinante para que Bourne posea elementos que inclinen la balanza a su favor en su interminable lucha contra la CIA.
Y es a partir de ahí que Greengrass se da vuelo con las escenas de
thriller y acción dirigiéndolas/visualizándoles y escribiéndolas directamente para satisfacer
a quienes van a ver la película. Bourne es literalmente "cazado" por los brazos de
la CIA y por un impenetrable asesino a sueldo (Cassel).
De paso, como toda
cinta de espías que se respete, Bourne se pasea por Europa en medio de
crisis de gobiernos Griegos y campos de refugiados, con la violencia como complemento
y tal profusión de imágenes en una carrera fugaz que hace, estilísticamente, un
efecto de hiperventilación y en este torrente, el guión nos fija con unas cuantas
líneas, las claves de los personajes y el lío muy gordo de proyectos secretos, en
los que ciertas partes oscuras colaboran y, por qué no? la tecnología,
infiltrada cuidadosamente en las vidas de los usuarios, sirve a un torcido y
poco noble fin, proporcionar de manera certera bajo mímesis de inocencia, toda
una serie de datos que: día a día, son alimentados por la siempre hambrienta base de consumidores
que con una afición casi pornográfica quieren exponer sus vidas en las redes.
De esta manera, la trama ataca un punto de actualidad vital y viral;
cuanto más se piensa que una aplicación es inocua… más probabilidades se tienen
de que realmente sea un “ojo en el cielo” que expone fielmente a su amo, todos
los detalles sobre la “privacidad publicitada” de sus usuarios, este plot se
representa con Aaron Kalloor (Ahmed) una especie de Zuckerberg
quien con 1.5 billones de usuarios de una plataforma conocida como Deep Dream ha
estado colaborando con la CIA (inquietante
en estos tiempos del pokemon go, no es cierto?)
Al final, la historia no termina en esta ocasión y
nos quedamos en suspenso. Tendremos que esperar para ver que otra sorpresa
nos depara Bourne, aunque tal vez sea la definitiva.
Reparto: Matt Damon, Tommy Lee Jones, Alicia Vikander, Vincent Cassel, Julia
Stiles, Riz Ahmed, Ato Essandoh, Scott Shepherd, Bill Camp, Vinzene Kiefer,
Stephen Kunken.
País: Estados Unidos
Año: 2016
Género: Acción,
Thriller, Aventura
Duración: 2 hr. 3
min.
Clasificación:
Mayores de 13. Intensas secuencias de violencia, crimen y acción
Fecha de estreno en
México: 26 de Agosto 2016
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