Por
Fabián Quezada León
Franny
(Gere), es un excéntrico y rico
filántropo, quien esconde un terrible secreto que tiene que ver con un
accidente en el que mueren sus dos mejores amigos; Bobby y Mia, que son padres
de Olivia (Fanning).
Atribulado,
lleno de culpas y envuelto en una peligrosa adicción, se retira de la vida pública.
Hasta que un día “x” Olivia le llama para avisarle que regresa a Filadelfia; se
ha casado con Luke (James) y esperan su primer hijo. Franny revive y de una manera absoluta y
nunca sabemos si en su afán de librarse de la culpa o por no muy claras intenciones sexuales, interfiere
de manera caótica en la vida de la pareja.
Esta película es el
estrepitoso debut en las grandes ligas de Renzi a cargo de la escritura/dirección
y es el culmen de como una trama, que podría haber dado para mucho, se
desdibuja y se malgasta en un caótico sinsentido.
El planteamiento se
antojaba por lo menos morboso: un poderoso hombre quien aparentemente posee
todo en la vida, se involucra de manera tóxica con quienes lo rodean; primero
sus mejores amigos con los que lleva una relación, que podríamos denominar de
“muy especial”… este ambiente es tan enrarecido que no sólo toca a la pareja,
sino también a su joven hija: Olivia.
Si leemos entre líneas
podemos saborear un subrepticio triángulo/cuadrángulo de atracción
sexual/romántica: primero entre Franny /Bobby (Baker) Mia (Hines) que se
extiende hasta Olivia.
En breves escenas
podemos ver esa intención, que de haber llevado más allá, hubiera dado un giro
profundamente oscuro y sexual a la trama; porque es difícil descubrir sobre de
quién van los intereses sexuales de Franny … o tal vez van sobre todos.
Cuando sobreviene la
tragedia y Franny se retira a vivir entre cortinas cerradas y excesos de
sustancias, Olivia escapa de su influencia pero no por completo.
Al regresar de la mano
de Luke , pone frente a Franny la oportunidad demasiado tentadora de
recrear ese sórdido triángulo amoroso que viviera años atrás.
Todo esto hubiera sido
lo que hubiera construido una mórbida historia, donde el poder económico y el
capricho jugaran roles protagónicos. Desgraciadamente eso no sucedió, ni
sucederá. Todo elemento de suspenso es tirado alegremente por la borda,
llegando a callejones sin salida que se resuelven de manera absurda. Renzi no
logra cuajar, y debe insistirse, no por falta de posibilidades de la historia,
sino porque da tantos giros que termina por marearse.
Los personajes y sus
historias se quedan justo en el filo de las posibilidades y no una, sino muchas
veces y eso va llevando al espectador de un “pequeño nerviosísimo anticipatorio”
a un franco “a ver a qué hora”. Una y otra vez, se prepara una situación, se
cree que se va a ella y de repente el camino se desvanece… dejando a los
personajes, al espectador y al suspenso en el suelo.
Renzi tenía un elenco
seductor: Gere, Fanning y James, como para poder haber organizado algo que
hubiera dado escalofríos si hubiera construido correctamente los arcos de los
personajes, si les hubiera dirigido hacia algún sitio, no dejarlos abandonados
en medio de un lío al que se mete a fuerzas en un happy ending.
Coloca a Franny como
un psycho con problemas de droga, culpabilidad,
deseos frustrados, prepotencia, soledad y tampoco llega a ninguna parte, no
explota los oscuros rincones de lo que un ser con ese poder y esos problemas
pueda llevar a cabo, ni siquiera logra que podamos tener un mínimo acercamiento
a comprender las motivaciones de su personaje central, los demás personajes
secundarios parecen ser inmunes al extrañísimo comportamiento y apariencia de
Franny y cuando hace unos pequeños arreglos en su apariencia sucede igual, no
hay una extraordinaria sorpresa por esa “milagrosa recuperación”, inclusive le
permiten estar cerca de un niño internado en su hospital (creepy!!!) las tablas y experiencia de Gere se quedaron fuera del
foro y suponemos se dejó guiar por el sinsentido de Renzi. Al igual que Fanning
y James que no pasan de ser un bonito atractivo visual sin mucho que hacer.
La trama coloca un re
encuentro de Olivia con Franny y a partir de ello se trata de justificar los
actos de él para acercarse a la muchacha.
En un primer
escenario, se podría pensar que la presencia de Luke podría desalentar las
intenciones de Franny, pero retomando el comentario de la relación con los
padres de Olivia, la presencia de Luke parece funcionar exactamente de la forma
contraria, dando un imán para que Franny; que se describe como un “solitario
empedernido” se “interese demasiado” en la bonita pareja.(en ambos)
Múltiples son los
esfuerzos y gastos que Franny hace para “quedar bien” pero jamás se sienten
como los delicados hilos de una telaraña para atrapar a sus inocentes víctimas,
sobre todo porque cada vez que hace un acercamiento/compromiso con la pareja, realiza una labor de reto que deshace el
encanto.
El guión se desbarata
entre las manos, la dirección es un limbo y los pobres protagonistas deben
flotar entre la inexistencia de suspenso.
El único “secreto
entre nosotros” que queda al descubierto a los cinco minutos, es que el secreto
se quedó perdido por ahí. Simplemente desapareció… inclusive también para el escritor y
director. Lástima que teniendo todas las posibilidades, no llegue a ninguna
parte.
Director-
guión: Andrew Renzi
Reparto:
Richard Gere, Dakota Fanning, Theo James, Clarke Peters, Dylan Baker, Cheryl
Hines
País: Estados Unidos
Año: 2015
Género: Drama
Duración: 92 min
Clasificación: Mayores de 15. Uso y consumo de droga
Fecha de estreno en México: 26 de
Agosto
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