Por Fabián Quezada León
Basada
en hechos reales, relata la tragedia sucedida en el Golfo de México el 20 de
abril de 2010, cuando la plataforma petrolera Deep water horizon explotó
causando el mayor accidente petrolero en la historia de los Estados Unidos y
uno de los mayores desastres ecológicos del siglo. La historia se centra en las
acciones del jefe de los técnicos electricistas Mike Williams (Wahlberg) y en
las vidas de sus compañeros y amigos que estuvieron en el accidente.
“Horizonte Profundo” no es nada más una cinta de desastre, en la que de
una manera que parece ficticia se van llenando todas las condiciones de que
sobrevenga una catástrofe. Lo impresionante es que esas condiciones, que son
tan usadas por los guionistas de este tipo de cintas fatalistas se vieron
cumplidas, una a una en la vida real.
La
diferencia es que en la ficción al seguir esos lineamientos con claros “errores
de juicio” “exceso de confianza””ambición desmedida” etc. al final del día los
actores regresan a sus casas… En la vida real, los participantes en una
tragedia regresan en ataúdes.
Por
eso, al mirar la indolencia que se dio de parte de los directivos de la empresa
petrolera, no se puede justificar de ninguna manera su proceder.
La
explosión de la plataforma petrolera no simplemente fue “un pozo perdido” sino
que por negligencia terminó con las vidas de varios trabajadores y aún más,
derramó ,por días, miles de barriles de petróleo en el mar.
Ante
la premisa de una película donde sabemos que la tragedia se acerca y explotará
con toda su magnitud, no queda mucho terreno en el cual guarecerse sólo se
esperan los daños y esta tensión se maneja con mano firme en el guión.
No
se regodea en exageraciones, y aunque tiene muchos efectos especiales están tan
limpiamente ejecutados que cimbran la acción en cada una de las secuencias en
la plataforma. El guión se focaliza en ello sin gastar demasiado tiempo en
acciones colaterales de los personajes secundarios, una vez que comienza, no
para, no se toma descanso y como una llamarada inesperada y hambrienta, devora argumentalmente
lo que encuentra a su paso.
Berg
lleva la acción y el ojo de la cámara a todas partes en medio de un infierno
incontrolable, en el vórtice de la tragedia delega en las tomas y los
acontecimientos todo el peso de la cinta, mucho más que en los diálogos (porque
de cualquier manera, en medio de las explosiones hubiera sido difícil hablar y
escuchar lo que se decía)
Berg
entra en la carrera de la imagen, ataca con ella, pero manteniendo las cosas en un caos férreamente conducido,
sin que se vea forzado, apegado a la realidad sin heroísmos panfletarios y sí
descarnando, paso a paso, gracias a la manera en la que presenta el cómo fue
que la situación acabó como acabó, ganándose el favor del público contra la
corporación, en mucho gracias a la fríamente cínica actuación de Malkovich como Don Vidrine, uno de los ejecutivos de la
petrolera, y ejemplo de la codicia desenfrenada y la
falta de humanidad que son el sine qua non
existencial de los grandes conglomerados económicos: un dólar vale mucho más
que todas las vidas humanas que pueda costar mantenerlo a salvo, eso es una
regla implacable y cierta, cuan fría y sádica suene.
En
este punto entra uno de los básicos
de la cinta, su sólida identificación con la clase “de abajo”, efectuando el homenaje
a todos esos hombres y mujeres que sin descanso trabajan para alimentar a las
grandes corporaciones y que siendo peones en el juego, muchas veces son quienes
cargan con los malos manejos o las
equivocaciones de los directivos.
Momento
a momento, aún sin saber qué fin tendrían, el rampante desprecio que ejercen
los directivos de la compañía sobre su gente va caldeando los ánimos y
detonando la trama (y esto es más que un eufemismo).
Berg
lleva la historia sobre los hombros de tres trabajadores principales: Mike
Williams, Andrea Fleytas (Rodríguez) y su supervisor Jimmy Harrell (Russell) gente
de un pueblo pequeño, con familias y sueños, como cualquiera, y se toma unos minutos al comienzo para establecerlos y
darles un sentido de vida que contrapone con su desempeño laboral y los
alcances multimillonarios que la existencia de la plataforma representa.
Una
vez que se trasladan a alta mar, a 41 millas de la costa, nos topamos con el
monstruo: El Deep Water Horizon cuya productividad está “atorada” y cuyo
calendario presupuestal se infla segundo a segundo llamando la atención de los
directivos. Su foco rojo habla de un estimado de 53 millones de dólares y de un
mes y días de retraso.
Obviamente
en medio de la rapidez y el desenvolvimiento de la acción, se usan los suficientes
términos técnicos, que para el común de los mortales resultan como dichos en
arameo antiguo. Pero las simples tomas de las agujas de presión de las tuberías
y el pozo van a indicar claramente aún para quienes desconozcan de “PSI y
colaterales” que si llegan a “peligro” no se puede esperar nada bueno.
Mucho
menos después de que comienzan los “derramamientos” sobre la plataforma y en
segundos, las explosiones. De ahí en adelante todo es una carrera contra las
flamas y la fuerza desatada del infierno petrolero.
Debido
al carácter y timing de la película, no
hay mucha oportunidad para los actores de demostrar su amplio rango dramático,
pero sin embargo el equipo es consistente y conectan muy bien con el carácter recio
de quienes trabajan en las plataformas; se puede decir que dentro de todo lo
explosivo que es la cinta, el director los mantiene con temperamentos creíbles,
para no caer en extremos de melodrama proporcionando de esa manera como
resultado un rango de “catástrofe con personas reales” inclusive, el cierre de la
historia no acaba en el rescate de los
sobrevivientes, sino que otorga un último vistazo que sirve de puente con la
realidad y que permite a los personajes poder, como cualquier humano, desmoronarse
ante la tragedia y en medio de ello, encontrar la fuerza para respirar de nuevo.
Director: Peter Berg
Reparto: Mark
Wahlberg, Kurt Russell, John Malkovich, Gina Rodriguez, Dylan O’Brien, Kate
Hudson, Ethan Suplee, Trace Adkins, Brad Leland, Joe Chrest, James DuMont, Dave
Maldonado, Douglas M. Griffin, Jeremy Sande
País: Estados Unidos
Año: 2016
Género:
Acción, Aventura, Drama, thriller
Duración: 1 hr. 47 min.
Clasificación: Mayores de 15
Fecha de estreno en México: 30 Septiembre
1 comentario:
Definitivamente esta reseña va más allá!, toca todos los puntos, que lo que se alcanzó a vislumbrar en la tragedia expuesta en el film , lo que se comenta aquí debe ser expresado tal cual al final de la película, además de la situación de las pérdidas humanas y de la vulnerabilidad en la que esta sostenida el hombre y que va de la mano con la perdida ecológica, es poner muy claro que estos desastres que se repiten sin parar a lo largo de la historia habían podido ser evitadas si hubieran cabezas, corazones más tocados amor y no dominados por esos actos o criterios de FICCIÓN como bien se comenta en la nota, en la toma de decisiones.
Las catástrofes de este tipo siempre está sustentado por la ambición desmedida que hace que la humanidad pase a segundo término. Sigue siendo increíble pensar que las grandes decisiones generalmente están tomadas por las cabezas equivocadas, seres con principios sostenidos en la indiferencia, segados por sus propias necesidades y que pareciera que se les olvida que todos estamos sujetos del mismo hilo, son ellos los que dirigen, los que mantienen la nariz arriba mientras las consecuencias de sus actos son asumidas por los más vulnerables los que tienen que meter las manos porque no hay opciones para sobrevivir.
Gracias por hacer más que una reseña, me gusto toda la nota!!!. Me dio puntos para reflexionar y recomendar aún más la película.
Irene MP
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