viernes, 21 de octubre de 2016

OUIJA: EL ORIGEN DEL MAL (OUIJA ORIGIN OF EVIL)




Por Fabián Quezada León
Qué tan inocente es abrir las puertas del mal?

En esta precuela  de la exitosa y terrorífica “Ouija” del 2014, nos vamos hasta 1965 cuando una madre y sus dos hijas que atienden un “negocito familiar” de “contactar a los muertos” facilitan la entrada de un espíritu malévolo en sus vidas y luego, sufren las consecuencias cuando una entidad del mismísimo infierno se adueña de la hija más pequeña.

Tratándose de Octubre y de la fascinación que tiene el público por las películas “de sustos”, es casi obvio que la Ouija tenía que hacer su aparición estelar, solamente que esta precuela viene a contradecir que las segundas partes nunca fueron mejores. Este “origen del mal” demuestra que aprendió al lección y se lanza con una realización (en foto y diseño de producción) mucho más cuidada que su primera parte.

Evidentemente la trama de posesiones, chamucos, espíritus chocarreros, exorcismos y demás entes ya las hemos visto repetidas en la pantalla hasta la saciedad. La narración argumental de esta película se queda en ese terreno conocido, (posesión/exorcismo) no va más allá.
Pero lo que si logra muy bien es crear sobresaltos con… demasiada frecuencia.
O sea, garantiza que vas a arañar el techo varias veces.

Es inevitable darle el crédito al escritor/director/editor Flanagan quien ya nos había dado muestras de su capacidad para provocar escalofríos, con cintas como “Oculus”  (2013) Entonces, Flanagan pone manos a la obra y recupera el clima y la historia de su predecesor y opta por irse hacia atrás para después unir ambas partes (Recomendación básica: no salgas del cine hasta que se acaben los créditos, hay una sorpresilla para ti)

Pero cómo logra Flanagan llevarte a brincar al techo? Simple y aterrador: enlazando la aparente inocencia de “es sólo por juego y diversión” una premisa que, según hemos visto en el cine innumerable veces, siempre va a desatar terribles consecuencias en las historias en pantalla.
La propuesta subyacente es muy básica: nunca pienses que contactar a lo desconocido, más si se relaciona con el chamuco,  no va a abrir una puerta al mal y eso jamás será un hecho sin consecuencias.  

De esta forma, después de una presentación bastante “vintage”, nos encontramos  en los finales de los sesentas en California con Alice Zander (Reaser), una joven viuda que juega a ser “medium”. Alice no lo hace de mala fe, ella cree que “con un poco de ayuda de efectos especiales” y proporcionando a los clientes buenas noticias sobre sus seres queridos desde el más allá, los ayudará a descansar sus conciencias.  
Entre ella y sus dos hijas: Lina, (Basso) y Doris (Wilson) hacen sus pequeños inocentes “performances” para ayudarse a pagar las cuentas.

De repente se topan con un nuevo “gadget” que piensan, dará más “condimento” a sus puestas en escena y el famoso jueguito de la Ouija (que aún se sigue vendiendo en la realidad) hace su aparición en pantalla.

Después de algunos intentos fallidos la tablita y su “flecha” demuestran su efectividad manejadas por Doris y de improviso la puertecilla al otro lado ya se ha abierto. Por demás está decir que por ahí se cuelan entidades indeseables que de inmediato se centran en la niña.

Flanagan dirige la película impregnándola del espíritu (en toda la extensión de la palabra) de los años sesentas: la foto, la ambientación y la atmósfera  alrededor con todo el estilo de “guerra fría” que nos colocan instantáneamente en este “mood retro”, como si abriéramos una vieja lata de película que hubiera estado abandonada por muchos años para irnos a topar con una entidad que es realmente escurridiza y repugnante…(primo del espíritu que se descolgaba del techo de American Horror Story en su primera temporada) pero que astutamente se presenta con cara de niña buena y mientras tanto, en cuanto te distraes, te da varios “trancazos” de terror.
  
En esta historia centrada en los tres personajes protagónicos Flanagan (en guión y en la pantalla) da a cada una “su momento estrella” en la trama que, insistimos, te dará tantos sobresaltos e imágenes perturbadoras como para que no duermas algunos días.

Sí, aunque una gran parte de la película  en diseño de producción y fotografía es buena, y se sostiene eficientemente en su argumento, hacia el último tercio de la cinta tiende a caer en los caminos demasiado recorridos de todas las cintas de posesiones demoniacas. Esto quizás no le logre el lugar de ser una cinta que revolucione temáticamente el género. Pero cumple con su cometido de aterrorizar una y otra vez y mantener la tensión al máximo (En ese tipo de momentos que provocan las típicas risas nerviosas en el público segundos después)

Director/guión/edición: Mike Flanagan.
Reparto: Elizabeth Reaser, Annalise Basso, Lulu Wilson, Henry Thomas, Parker Mack, Doug Jones.
País: Estados Unidos
Año: 2016
Género: Terror
Duración:  99 minutos
Clasificación: Mayores de 13. Secuencias de terror intenso
Fecha de estreno: 21 de Octubre 2016

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