viernes, 8 de abril de 2011

UN HOMBRE SOLITARIO (SOLITARY MAN): LA CRISIS MASCULINA.


Por Julia Elena Melche.

Durante muchos años los cineastas Brian Koppelman y Davil Devien observaron a hombres neoyorquinos con enormes atractivos, no sólo financieros, sino físicos. Tipos guapos, con gran personalidad, carismáticos, inteligentes y poderosos, pero que por alguna razón se les acaban esos encantos y se perdían en el camino. Al pasar de los años, los directores vieron como envejecían y se desvanecían tanto en el aspecto profesional como personal. “Eran los Reyes de Nueva York, los Gordon Gekko que dominaban la ciudad, como el legendario personaje ficticio de Wall Street. Seres astutos, hábiles en las finanzas, calculadores, manipuladores e inescrupulosos, que saben la manera de materializar sus ambiciones y dispuestos a todo para conseguirlo.

El casi sesentón Ben Kalmen fue uno de ellos. Con una vida marcada por el éxito, tuvo una hermosa familia y una notable carrera. Ahora es un exmagnate de una cadena de concesionarios de automóviles, que ve como sus negocios y vida personal se han arruinado a causa de sus excesos. Está divorciado de su esposa Nancy (Susan Sarandon), tiene grandes deudas, y padece de un problema cardíaco que decide ignorar. En su lugar continúa con su vida disipada, tratando de recuperar su grandeza pasada y su juventud.

Los realizadores eligieron acertadamente a Michael Douglas para interpretar a Ben. Con su acostumbrada destreza verbal, consigue el retrato de un hombre encantador, pero que se ha convertido en un ser nefasto y no acepta su nueva condición. Su novia (Mary-Louise Parker) es una empresaria adinerada a la que ve como la salvadora de sus negocios perdidos. No permite que su hija Susan (Jenna Fisher) le llame papá ni su nieto, abuelo porque lo hacen parecer viejo. Vive en un hotel de tercera, del que están a punto de correrlo porque no paga, pero sigue siendo un seductor incorregible.

Los guionistas y directores consiguen una inteligente comedia sobre el comportamiento masculino, cuando el individuo ha sido despojado de todas las herramientas que le daban seguridad en la vida. Ben es un hombre en crisis que no acepta el paso del tiempo y un tipo enfermo que busca en las chicas de 19 el antídoto para su vejez. Michael Douglas se mete en la piel de una especie de continuación del personaje Gordon Gekko que interpretó en Wall Street de Oliver Stone, quizás un poco más cínico, aunque igual de vanidoso. No tolera el envejecimiento y se rebela contra su derrota. Al final de cuentas es un hombre solitario.

Los personajes alrededor de Ben cobran esencial importancia. Las mujeres de su vida lo han abandonado y Ben recibe lo que sembró en el pasado. A su hija la busca para pedirle dinero y está con su nueva novia por conveniencia. Ben no cambia, su espíritu de conquistador sigue activo y trata de seducir a la hija de su prometida. Sus comportamientos en el pasado hacia los demás y sus malas decisiones son las consecuencias de lo que vive ahora. Sin duda, se trata de una estupenda crónica del poder del carisma humano y un inmejorable estudio de los hombres de negocios, admirados y temidos.

Dirección: Brian Koppelman y Davil Devien.

Reparto: Michael Douglas, Susan Sarandon, Danny DeVito, Jenna Fischer, Jesse Eisenberg,

Mary-Louise Parker, Imogen Poots y Ben Shenkma.

País: Estados Unidos.

Año: 2009.

Género: Comedia dramática.

Duración: 90 minutos.

Clasificación: Mayores de 15 años.

Fecha de estreno en México: 8 de abril de 2011.

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