MENSAJEROS 2: EL ESPANTAPÁJAROS (MESSANGERS 2: THE SCARECROW)

CINTA CON UN TERROR QUE PESA IGUAL QUE LA PAJA

Por Jorge Cirerol Ojeda.

Los hongkoneses Oxide y Danny Pang, luego de dirigir varias cintas de horror en Tailandia -Bangkok Dangerous (99), El Ojo (02)-, llamaron la atención en Hollywood por su buen trabajo y hace dos años debutaron como realizadores en los Estados Unidos con Los Mensajeros (The Messengers) una efectiva e inquietante película de terror sobre una familia que deja Chicago y se establece en una apartada granja de Dakota del Norte para sembrar girasoles. Sin embargo, pronto la hija mayor y su pequeño hermano comienzan a ver siniestras apariciones en la casa, las que a cada momento se vuelven más violentas. Con un buen manejo de cámara, y haciendo un claro homenaje a Hitchcock, la intriga y el suspenso que los gemelos Pang manejan, consiguen en más de un momento erizar la piel del espectador.

Pero como la especialidad de Hollywood por los remakes es muy grande, decidieron hacer una nueva versión, con un nuevo director, el danés Martin Bernewitz (Kollegiet, 07) quien deja un lado los espectros que buscan comunicarse con el ser humano y las casas embrujadas para sumar un elemento más a la larga lista de seres demoníacos e inhumanos que portan maldiciones y que buscan tomar fuerza y poder del miedo causado al ser humano para dañarlo y acabar con él: Un espantapájaros.

Unos dicen que se trata de una precuela, otros de que es una secuela. El caso es que éste filme gira con una historia diferente, caminando paralelo a la original. Un granjero con mala suerte que lo único que busca es vivir tranquilo y mantener unida a su familia pero se topa con un objeto misterioso que comienza a cambiar su entorno.

Todo vuelve a desarrollarse en una granja, sólo que ahora, en ésta, viven John Rollins (Norman Reedus), con su esposa Mary (Heather Stephens) y sus hijos Lindsay (Claire Holt) y Michael (Laurence Belcher). Desesperado ante una mala cosecha por falta de agua, y una parvada de hambrientos cuervos que están acabando con el poco maíz que queda, a lo que se suma la presión del banco que quiere embargarle sus tierras, John implora que las cosas mejores. Accidentalmente da con un escondite en donde encuentra un extraño espantapájaros que termina por colocar en medio del sembradío.

Los días pasan y las cosas extrañamente van mejorando. Los cuervos mueren, la bomba de agua se arregla sola, la plantación reverdece y el maíz crece y quien interfiere en las cosas de John, muere.

Pero la salud mental del granjero comienza a deteriorarse. John entra en un estado en el que no sabe si está viviendo en la realidad o pasando por una alucinación, va de lo coherente a lo impulsivo y eso pone en peligro a su familia.

Un filme serie B que en los Estados Unidos y algunos otros países se fue directamente a video pero que en el nuestro, consigue colarse a la pantalla grande aprovechando el nombre y fama de los hermanos Pang.

Los primeros minutos son los efectivos. Barnewitz envuelve su trama con una atmósfera intrigante pero por desgracia ésta nunca llega a ser terrorífica y pasa pronto. Entre diálogos frágiles y escenas predecibles el suspenso decrece para ser suplido por el drama, incluso, el cineasta echa mano de algunas secuencias eróticas que buscan enredar un poco la historia que la mayor parte del tiempo permanece plana y aburrida y que nada tienen que ver con la trama original. A pesar de concluir de manera complaciente con un “happy end”, celebrando en grande el triunfo del bien sobre el mal, el sabor que nos deja a los espectadores al levantarnos de la butaca es de habrán una o más secuelas, tal y como ha ocurrido con muchas películas del género. Esperemos que no.

Director: Martin Barnewitz.
Reparto: Norman Reedus, Claire Holt, Richard Riehle, Matthew McNulty, Heather Stephens, Darcy Fowers, Laurence Blecher, Erbi Ago, Michael McCoy, Kalina Green.
País: USA.
Año: 2009.
Género: Terror.
Duración: 94 minutos.
Clasificación: Mayores de 15 años.
Estreno en México: 26 de febrero de 2010.