Por Fabián Quezada León
Corre
el año de 1720. Un próspero mercader que tiene seis hijos de repente se ve en
la ruina cuando un temporal destroza su flota. Tras de ese terrible cambio del
destino, se ve forzado a mudarse al campo con su familia y a comenzar una vida
de “penurias”. Lo que no logra explicarse muy bien es por qué ninguno de sus
vástagos o varios se ponen a trabajar para sacar a la familia adelante. El buen
hombre sigue manteniendo a la familia y al salir de viaje sus hijas le hacen
pedidos para su regreso, Bella, la más pequeña de ellas, solo le pide una rosa.
En
su camino de regreso, el pobre se pierde y va a dar a un castillo que parece
abandonado y en el cual decide cortar la rosa que ha prometido a su hija. (que
cualquiera pensaría que se podría marchitar en el trayecto, pero… es cuento de
hadas) Al cortar la rosa, un extraño y terrorífico ser se le presenta y lo
amenaza de muerte por su osadía de cortar rosas. El hombre promete regresar a
cumplir su pena. Sin embargo, Bella al conocer la promesa de su padre, decide
escapar sin que nadie la detenga y pagar ella misma la afrenta con su vida. Lo
que sigue a continuación es de todos conocido.
Tras de la popularización vía Disney de la historia de la
Bella y la Bestia de la que si bien es cierto existen muy variadas y remotas
versiones, la más conocida de ellas y en la que se basa esta cinta es la de Gabrielle-Suzanne
Barbot de Villeneuve.
Sin duda, remitida a su contexto original como todos los
cuentas clásicos de hadas, posee significativos simbolismos entre los que
podrían citarse las costumbres cortesanas, la sujeción femenina, los
matrimonios arreglados, el dominio feudal, etc. Todo eso es mérito de la
historia original.
En esta cinta además se ha mezclado otro relato ancestral, el
del "Ciervo de oro", para redondear la trama de La Bestia y dotarle de mayor peso
a los arcos amorosos de la cinta.
Desde los primeros minutos de la película resalta el
impecable y extralujoso diseño de producción de Thierry Flamand. Complementado con el soberbio vestuario de Pierre-Yves Gayraud y la cinematografía de Christophe
Beaucarne. Sí, visualmente la cinta es lucidora, de un detallismo preciosista, una
impecable representación de un puro cuento de hadas en la forma más tradicional y decimonónica entonces, es de esperarse la misma floritura verbal que la visual.
Pero, por alguna oscura razón, la distribuidora decidió no
hacer copias en su idioma original, tal vez pensando que se trata de una cinta
para niños y nos receta una versión doblada al español, francamente
deprimente y desangelada.
Vamos a ver, se está haciendo un cuento de hadas en toda la
redondez de la intención, no es una “reinterpretación” de una historia como el
caso de “Maléfica” sino que el objetivo es contar un “cuento de hadas a la manera tradicional” luego entonces
se deben seguir los patrones, no solamente en lo visual ( que es perfecto) sino
en los personajes y desde luego importantísimo, en el texto. No puedo decir si
la versión en idioma original (francés) posea las características literarias del relato
clásico, lo que es un hecho, del tamaño de una catedral, es que la versión
doblada es lastimosa.
Aún más, en lo referente a los protagónicos. Hay una regla en los
cuentos de hadas ; la pareja central debe ser de una belleza tan extraordinaria como casta. Es el amor romántico exacerbado en su forma más pura. Y he aquí que
llega el siguiente punto, nadie duda de la belleza y sensualidad casi insolente
de la protagonista, pero precisamente esa belleza sexy no es de heroína
romántica y qué decir de Cassel al que la agresividad sexual se le sale por los
ojos y por la boca cada vez que tiene un acercamiento con su reina (Catterfeld) y la lleva a
la cama .
Lo verdaderamente extraño es que con tanta sensualidad junta,
ni Seydoux ni Cassel logran prender la chispa de la pasión, ni aún en los
momentos cruciales y esto es malo para el balance de la película. No se siente el amor fluyendo entre ellos, hay confrontaciones pero no hay amor ni ternura entre ellos, las miradas no dicen absolutamente nada.
El resto de los personajes apenas si tiene intervención memorable;
los hermanos son acartonados y obviamente son un relleno que se usa, muy pero
muy pobremente, para mover los resortes de la historia de amor. El villano (Noriega) es
acartonado con unas lineas en español absurdas. En
resumen: el libreto deja mucho que desear en su resolución de situaciones y formación
de los personajes y el drama amoroso es tibio por no decir inexistente. Nunca se llega a una base.
Para colmo hay una jauría de perros (convertidos por los FX en una especie de perros/lemur) que prácticamente no sirven ni aportan nada: ni dan respiro cómico, ni se convierten en personajes memorables y queridos. Su unica utilidad pareciera hacer parecer a la historia una "cinta infantil" y no lo es propiamente.
Para colmo hay una jauría de perros (convertidos por los FX en una especie de perros/lemur) que prácticamente no sirven ni aportan nada: ni dan respiro cómico, ni se convierten en personajes memorables y queridos. Su unica utilidad pareciera hacer parecer a la historia una "cinta infantil" y no lo es propiamente.
En la versión animada de Disney tenemos a esos personajes de soporte
cómico en los fieles servidores del castillo, transformados en candelabros,
plumeros, relojes y demás mobiliario; ellos apoyan la historia y se hacen
querer, (Hasta hacen uno de los números musicales estrella de la película) pero los perros acá francamente, salen sobrando.
La trama de Cassel y su reina, que sienta los antecedentes (y
el comienzo de la maldición) se siente como un relato anexo que visto de forma idnependiente, hubiera hecho tal vez un buen corto y que
acá luce como un pegote. Los sueños recurrentes de la protagónica para tener la
excusa para mostrar el pasado de La bestia son repetitivos y no acaban por
cuajar dentro de la historia; faltan explicaciones y datos de muchas cosas, se
abren puntos que no se concluyen bien.
Al final, no obstante lo Bello de la imagen, lo rico de la
producción y el logrado ambiente de cuento de hadas, la cinta y el guión (y en
promedio las actuaciones) se hunden en un triste desacierto Bestial.
Dirección:
Christophe Gans.
Reparto: Vincent
Cassel, Léa Seydoux, André Dussollier, Eduardo Noriega
Año: 2014.
Género:
Fantástico, romance.
Duración:
114 min.
Clasificación: No
apta para niños de menos de 7 años
Fecha de estreno en México: 22 de Enero.
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