viernes, 17 de junio de 2011

MI OTRO YO (THE BEAVER)










Por Fabián Quezada León


Un heredero y ex brillante ejecutivo dueño de una compañía de juguetes (Gibson) cae en una desenfrenada "cuesta abajo mental". El una vez amante padre y esposo, se distancia de su mujer(Foster) y sus hijos hasta transformarse en un desconocido.


Hasta que “una vocecita en su cabeza” o en este caso en su mano, toma posesión en un castor de felpa. Esta extraña coincidencia hace que el hombre comience un arduo camino hacia la recuperación, tanto de su salud, como de su vida, su trabajo y su derruida familia. Un “danzón dedicado a”, una ofrenda de amistad de Jodie Foster a uno de los mas controvertidos actores de los últimos años: Mel Gibson.
Acercarse al concepto y al hecho de esta cinta no es un asunto fácil pues tiene tantos lados que fácilmente se pueden pasar por alto y que al fin van a alterar la apreciación que se haga del trabajo en conjunto.
En primer lugar el tema, un hombre que se comunica a través de un castor de felpa insertado en su mano es de tal rareza porque conlleva una desgarradora manera de aferrarse a una vetusta tabla de salvación cuando se navega en los tempestuosos mares del freak mental. Eso por un lado y por el otro, la profunda obra de amor que significa tratar una enfermedad mental con un espíritu diferente, y encima dándole la parte principal a Mel, quien antes de la película podría decirse que se encontraba aun mas hundido que Walter Black, su personaje.
Y luego el hecho de que Jodie fuera la única que confiara en resucitar a alguien que fuera vetado por sus mismos compañeros para participar en algunas cintas… Jodie no se midió arriesgando todo para sacar a su amigo del hoyo.
El resultado… Mel tiene esa extraña mezcla que puede hacer creer en su autentica demencia y los papeles donde se desliza sobre la delgada raya de la salud mental le han sido favorables, para muestra tenemos desde Arma Mortal, hasta Hamlet, o Million Dollar Hotel, por no mencionar Revancha, El Complot o el mismísimo Mad Max de tal suerte que la delgada línea entre la locura cinematográfica y su propia vida siempre han estado ahí, de la mano.
De repente se presenta a Walter en un marasmo emocional, imbuido en la depre, las pastillas y el fracaso total; hasta llegar a pintar una cuasi cómica imagen de la depresión con una única salida: el suicidio. Pero, tras el intento de sanar se desata el carril de alta y el Castor hace su aparición. Mel se lleva al público de la risa (por algo que se percibe en primera instancia como cómico y luego se le refunde en la completa desolación de un tipo que termina por ser auto devorado por su otro yo.)
Foster presenta a Gibson como si lo acabara de atropellar un tren bala. Lejos quedó aquel galán de los ochentas (pero muy lejos, realmente lejos!) Foster lo controla lo lleva a los bordes pero de repente la película es desigual, tiene baches en los que el guion se aletarga y se enreda se profundiza en cuestiones que luego no se soluciona con sabiduría sino con formulismos de cómo las cosas deberían de ser y solitas se curarían. Y eso no es culpa de la dirección sino de un trabajo literario desigual.
Walter tiene un hijo mayor; Porter (Yelchin) (que ha demostrado que es un buen actor desde sus primeras intervenciones en cintas como Star Trek), Porter odia evidentemente a su padre y tiene un gran conflicto con el su drama propio es rechazar al padre y tratar de eliminar en el mismo todo lo que pueda recordarle someramente a su papá, esta línea dramática daría para un fuerte contenido pero sin embargo queda corta y su salida es facilona.
Sin embargo, Mi otro yo va a ser para Mel una brisa fresca que puede darle nuevos aires a su carrera. Sin ser la mejor obra de Foster, si será seguramente su obra mas humana debido a todas las motivaciones que existieron para realizarla. Afortunadamente la película se puede leer en muchos sentidos y puede haber quienes se compensen solo por la lectura simple y a veces cómica pero algunos otros también pueden buscar otras causas y razones para efectuar su juicio. Las cuales sin duda serán analizadas especialmente en dos de las escenas de la película que obvio no puedo contar acá porque me acusarían de dar spoilers


Dirección: Jodie Foster
Reparto: Mel Gibson, Jodie Foster, Anton Yelchin, Cherry Jones, Jennifer Lawrence, Riley Thomas Stewart
País: Estados Unidos
Año: 2011
Género: Drama
Duración: 91 minutos
Clasificación B 13. temática adulta, sexualidad y uso de droga y alcohol Fecha de estreno en México: Junio 17, 2011

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