Por Julia Elena Melche.
Hace 10 años, el realizador surcoreano Park Chan-wook
entregó la segunda parte de una trilogía de la venganza, Old boy, precedida de Sympathy
for Mr. Vengeance y seguida de Simpathy for Lady Vengeance. Vuelta
cinta de culto instantáneo, se trató de un thriller psicológico en seco,
perturbador y memorable, con una violencia extrema y estilizada y basada en un
comic japonés homónimo, que mereció el Gran Premio del Jurado en Cannes 2004.
Tratándose de un filme mítico, es imposible no compararlo con el remake
hollywoodense bajo la dirección del afroamericano Spike Lee, quien
desafortunadamente no supera el original ni le agrega nada novedoso.
La película se centra en Joe Doucett, un publicista bebedor,
divorciado y con una hija de tres años, quien es secuestrado el 8 de octubre de
1993 y despierta en lo que parece la habitación de un motel. A través de la
televisión, ve en las noticias que ha sido acusado de violar y asesinar a su
esposa y que su hija ha sido dada en adopción. Sin poder salir, permanecerá
encerrado veinte años, tiempo durante el cual escribe cartas a su hija, se convierte
en un hábil boxeador viendo entrenamientos televisados y hace una lista de
todas las personas que pudieran ser responsables de su cautiverio.
En el 2013 es liberado y aparece dentro de una maleta en
medio de un campo con dinero y un celular, mediante el cual una voz le comunica
que si quiere volver a ver con vida a su hija deberá descubrir la identidad de
su secuestrador, las razones por las que fue encerrado y lo más importante, los
motivos por los que fue soltado. Joe deberá apresurarse, pues tiene muy pocos
días para encontrar las respuestas.
Con algunos cambios en las situaciones y en la personalidad
y carácter de los personajes, el filme de Lee sigue el esquema del original,
destacándose la interpretación de Josh Brolin como Joe Doucett, un tipo
desagradable, intolerante, déspota y maltratador. El actor de Sin
lugar para los débiles (07), de los hermanos Coen, ofrece una rica gama
de matices emocionales, particularmente en la primera parte, cuando lo invade
la angustia, la rabia, la soledad y la incertidumbre en un encierro
inexplicable.
En cuanto al manejo de la violencia, Spike Lee ofrece
escenas realmente intensas y desagradables, pero sin alcanzar la perversidad enfermiza y retorcida de Park
Chan-wook. En su lugar, la satura con las rutinas, efectismos y los estereotipos
típicos del cine de acción norteamericano, provocando que en algunos momentos
resulten poco convincentes, para que el protagonista aparezca como súper héroe
indestructible.
Aunque ambos filmes coinciden en su historia de odios y
rencores acumulados y sobre las pulsiones humanas más primitivas, la gran
diferencia entre los dos, es que Lee muestra las acciones en encuadres
visualmente muy cuidados y estiliza la violencia, en cambio Park Chan-wook, las
encierra en atmósferas tétricas, oscuras y muy sugerentes, donde se respira un
suspenso que corta la respiración, haciendo que las tensiones vayan en un
aumento que parece no tener fin.
El también guionista, productor, actor y documentalista;
realizador de cintas como Haz lo correcto (nominada al Óscar
en 1989 por Mejor Guión Original), Fiebre
de selva, Malcolm X y Clockers, donde ha reflejado su
compromiso con los derechos de los afroamericanos en su país, muestra su oficio
y habilidad para dirigir actores en un remake innecesario que quizás sorprenda
al público que no conoce el original.
Dirección: Spike Lee.
Guion: Mark Protosevich; basado en la película surcoreana
“Old boy” (2003) dirigida por Park Chan-wook.
Reparto: Josh Brolin (Joe Doucett), Samuel L. Jackson
(Chaney), Elizabeth Olsen (Marie), Sharlto Copley (Adrian / el desconocido),
Michael Imperioli (Chucky), Linda Emond (Edwina), James Ransone (Dr. Tom Melby)
y Pom Klementieff (Haeng-Bok).
Género: Drama-Thriller.
Clasificación: Mayores de 15 años.
Duración: 104 minutos.
Fecha de estreno en México: 18 de septiembre de 2014.
OLDBOY: DÍAS DE VENGANZA (OLDBOY) SE EXHIBE EN CINÉPOLIS.
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