Por Julia Elena Melche.
El título en español del filme de la realizadora francesa
Alix Delaporte, Angèle et Tony, resulta todo un
desacierto y nada más alejado de su contenido. En Un amor
apasionado, lo que menos existe es eso precisamente, un amor
lleno de pasión, sino un amor atípico, contenido y hasta gélido, con un sexo
torpe y mecánico. No obstante, se trata de un inmejorable ejemplo del cine galo
sobre la soledad y las necesidades afectivas de una hosca y torpe ex convicta
de 27 años y un duro pescador mayor que ella.
Angèle (Clotilde Hesme) acaba de salir de prisión en
libertad condicional y llega a un pequeño puerto pesquero en Normandía para
comenzar una nueva vida y recuperarla tutela de su hijo Yohan, quien está al
cuidado de sus abuelos paternos. Tony (Grégory Gadebois) vive con su madre
viuda, dedicado por completo a su trabajo. Por un anuncio, se conocen en una
cita a ciegas en un café.
Con buen pulso, la cineasta hace avanzar la historia sin
prisa, para explorar en el interior emocional de los personajes a través de la
observación de sus miradas, gestos y detalles, en apariencia irrelevantes, pero
que van revelando sus vacíos, sus heridas y sus pérdidas; ella arrastra con la
muerte accidental y en circunstancias no muy claras de su marido, y él con la trágica
pérdida de su padre, desaparecido en el mar.
Aunque seres solitarios que necesitan cariño, Angèle y Tony tienen maneras diferentes de
relacionarse y demostrar afecto. Ella es torpe e ignorante en su forma de
seducir, sobre todo en el terreno sexual. Tony, en apariencia es un tipo duro e
incapaz de conmoverse. No obstante, es poseedor de una gran humanidad que encuentra
reciprocidad en sus necesidades amorosas.
En la cinta, el espectador encontrará sin duda vasos
comunicantes con el cine social, humano y conciliador de los hermanos Jean-Pierre
y Luc Dardenne (Rosetta, El hijo, El niño, El silencio de Lorna, El niño de la
bicicleta). A los planos fijos, donde la cámara tiene un lugar esencial
en la observación de la interioridad de los personajes, se une el escenario de
un poblado pequeño con problemas laborales y la marginalidad económica de sus personajes.
La directora deja a grandes rasgos un
conflicto pesquero y apunta en la pareja el factor económico.
Destaca la
magnífica interpretación de los
debutantes como protagonistas Clotilde Hesme y Grégory Gadebois, en quienes recae
todo el peso dramático del filme. Su trabajo equilibrado y convincente confiere
intensidad a la radiografía emocional de sus personajes.
LA CINTA SE EXHIBE EN CINETECA NACIONAL.
PARA INFORMACIÓN DE LOS HORARIOS, CONSULTAR:
www.cinetecanacional.net
Dirección y guión: Alix Delaporte.
Reparto: Clotilde Hesme (Angèle), Grégory Gadebois
(Tony), Evelyne Didi (Myriam), Jérôme Huguet (Ryan), Antoine Couleau (Yohan),
Patrick Descamps (abuelo) y Lola Dueñas (Anabel).
País: Francia.
Año: 2010.
Duración: 87 min.
Género: Drama.
Clasificación: Adolescentes y adultos.
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