Un re
make de la cinta de 1987 en la que Alex Murphy (Kinnaman) quien es policía en Detroit, al estar
realizando una investigación sobre un misterioso caso de armas que, tras de ser
incautadas por la policía son regresadas a las calles, sufre un grave atentado
Tras de
su “accidente”, la corporación OmniCorp que fabrica drones para que el gobierno
norteamericano preserve la paz “en todo el mundo menos en territorio
norteamericano” y que es dirigida por Raymond Sellars (Keaton) convence a la
esposa de Alex de que los deje “ayudar” a su esposo insertándolo en una maquina
y salvándole la vida.
Cuando
Alex se despierta más de la mitad de su cuerpo ha sido sustituida por una
hipertecnologica estructura que lo convierte en Robocop.
De ahí Alex
va a debatirse entre su “ordenador” que le impulsa a luchar contra el crimen y
lo que queda de sus sentimientos humanos.
Vamos a
ver, Robocop del 2014 tendría que haber pensado muchas cosas antes de salir de
su sueño criogénico a resucitar la franquicia.
Primero,
la innovación. La primera cinta del 87 poseía el candor de imaginar tecnologías,
insospechadas en ese tiempo, como una realidad; la historia era innovadora y subversiva
por los planteamientos de control, invasión de campos y otras señaladas
verdades que se descubrían como este enfrentamiento “hombre/ tecnología” bien
vs mal, progreso vs humanismo, etc.
Padilha,
el director de esta versión, trata de llevar la temática a los terrenos que ha
manejado en otras de sus cintas (focalizándolo en el interés humano) sin
embargo los hilos aquí son muy frágiles y casi imperceptibles si se combina el
tema robótico y de efectos especiales con los palpitantes deseos de darle un
fondo mas “humano” a este refrito.
De esta
manera se pone énfasis en la relación humana de Alex (con su compañero, con su
esposa y su hijo, y hasta con sus enemigos) y en medio de la avalancha de efectos
especiales se intenta sin mucho éxito dar el trasfondo sentimental, solo que se
da en una fragmentada serie de “episodios” o subtramas que no alcanzan a
eclipsar las llameantes escalas de que “se trata de una película de ciencia ficción/acción”
entonces, lo que podría ser una especie de denuncia /concientización, se
transforma en diletante de la acción en la cinta; una pálida sugerencia ahogada
en efectos especiales .
Qué
decimos de los personajes; Keaton, como el malvado/ambicioso/desalmado dueño de una corporación y Oldman como su fiel
científico quedan vagando sin llegar al fondo de sus personajes.
Los “adelantos”
tecnológicos de OmniCorp están lejos de ser inquietantemente fantásticos para
caer en lo “común” hoy sabemos que los drones ya entregan hasta paquetería y
han viajado a marte así que es bien claro que la conciencia tecnológica de las
masas ha evolucionado a velocidad luz desde los 80’s y ahora la percepción de
los “avances” está a la mano de cualquier hijo de vecino, por ello no
sorprenden, ni logran hacer un segundo pensamiento enfocado a la ética de su aplicación
en suelo norteamericano.
Si son
tan buenos para pacificar medio oriente como dicen en la cinta, debieran ser
cuanto y más efectivos para actuar en el tranquilo suelo de América.
Samuel
L Jackson encarna a una especie de gurú/starlett de los medios de comunicación que
esta por demás decir es una magnífica representación de estos exitosos presentadores que manipulan
la información a favor de los intereses de las cadenas de televisión o el poder
gubernamental. Y esa actuación se convierte en la única denuncia unívocamente solida
que enarbola la cinta.
Por lo
demás la historia es ya conocida, el policía/robot es “reprogramado” para
actuar como una “máquina con conciencia” pero con un discernimiento censurado. Y aunque sus deberes
policiacos lo llaman en primera instancia, el giro “sentimental” debe ganar, de esta manera Robocop no solo
detiene a los malos sino que hasta se da tiempo y forma para ejercer sus
deberes de padre hacia su bulleado hijo.
Es
curioso como al ver el tráiler la cinta se le “vende” como una película de
acción, con harto balazo y pelea y los intereses humanos (que están ligados indivisiblemente a la trama
original) son olvidados
Entonces
a lo largo de la trama el director va
dejando sutiles pistas de cuáles eran sus intenciones originales, (en teoría
siguiendo la idea de la cinta original) pero no logra hacerlas patentes, de tal forma
que la subversión original queda diluida.
Por el
otro lado, la lucha de Robocop contra el crimen si bien atraviesa por sus
momentos de acción, no es sorprendente (ya vimos los mejores momentos en el tráiler)
los personajes no evolucionan fuera de
lo que se les espera, ni se esfuerzan en tratar de plantearnos un posible giro
de tuerca. El bueno sufre, el malo confabula y el científico duda. Mientras el líder
de opinión habla (habría que reconocerle a Jackson que tiene su mala leche)
Lo
interesante es que se haya realizado un remake de una cinta de ciencia ficción
(en la que el principal elemento de atracción es la novedad) sin presentar ninguna. Y desde el momento en
el que Alex se acerca a su destino, ya sabemos lo que sigue en la película y
por más que tratemos de seguir el rastro de la original es un hecho que la
primera versión posee muchas características superiores a esta.
Director: José Padilha
Reparto: Joel Kinnaman, Gary
Oldman, Samuel L. Jackson, Abbie Cornish, Michael
Keaton.
País:
Estados Unidos
Año:
2013
Género:
Acción/Aventura Ciencia Ficción/ Drama
Duración:
1 hr. 48 min
Clasificación: Mayores de 13, violencia
Fecha
de estreno en México: 14 de Febrero
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