viernes, 28 de febrero de 2014

PARAÍSO: AMOR, UN RELATO PERTURBADOR.

Por Julia Elena Melche.

En las playas de Kenia se conoce como “sugar mammas”, a las mujeres maduras europeas que vacacionan en  buscan de jóvenes africanos para tener relaciones sexuales con ellos a buen precio. Ellas buscan amor y consiguen satisfacer sus deseos primarios y ellos se prostituyen para ganarse la vida.

El tema del turismo sexual  de las mujeres entradas en años y de los hombres jóvenes, tuvo una  mirada muy acertada en la cinta francesa Bienvenidas al paraíso de Laurent Cantet, donde el Haití de los años setenta era el refugio preferido de dos mujeres adineradas primermundistas que buscaban los servicios sexuales de los jóvenes de la zona.

Ahora, el realizador nacido en Viena Ulrich Seidl, explora en el asunto en Paraíso: amor, mediante la historia de Teresa, una austriaca de 50 años que llega a las playas de Kenia, junto con otras dos amigas contemporáneas. Ahí, va de un muchacho a otro para comprender que en esas maravillosas playas el amor es un negocio.


En ese mercado sexual, Teresa es un objeto de deseo, pero no por su atractivo físico; es obesa y su piel está marchita. Su encanto radica en su poder económico que le permite convertir en mercancía desechable a cualquier nativo. Su color de piel es otro privilegio sobre la piel oscura de sus efebos, cuya belleza primitiva encuentra fascinante. “Tienes que oler la piel de los negros. Huelen como a coco, podría olerlos y morderlos por siempre”, le comenta una de sus amigas. No obstante, esa aparente admiración  disfraza fuertes sentimientos racistas.

En su búsqueda del amor, Teresa pide al esbelto Munga que la toque con sentimiento y vea su corazón a través de sus ojos.  Él obedece porque “el que paga, manda”. El joven le pide dinero porque tiene problemas  y ella accede a dárselo, aunque pronto se da cuenta  que ha sido víctima de una estafa. Luego, encuentra otro joven y le demanda lo mismo. Pero Teresa  quiere creer, aunque solo le digan mentiras. Sus romances son productos que se compran y se venden.

Ulrich Seidl, uno de los cineastas más destacados del cine europeo actual y con una carrera de dos décadas en el cine documental, quien se define a sí mismo como un “pornógrafo social”, se ha dedicado a retratar la soledad, las necesidades afectivas, los prejuicios, las obsesiones y las miserias morales de la sociedad austríaca, mediante un realismo en frío, casi documental, que muchas veces, consigue molestar al espectador. Su película Días perros fue un ácido y perturbador mosaico de personajes en un suburbio vienés que ganó el Premio Especial del Jurado en el Festival de Venecia de 2001.

Paraíso: Amor  es la primera parte de una controvertida y punzante trilogía, a la que sigue Paraíso: fe, donde una fanática misionera cristiana, hermana de la turista sexual Teresa, busca la flagelación para purificar su alma. En Paraíso: Esperanza, Melanie de 13 años e hija de Teresa, se encuentra en un campamento de dietas, donde un grupo de adolescentes  con sobrepeso como ella, son sometidos a un estricto entrenamiento físico y a un asesoramiento nutricional en lucha contra la obesidad.

Se trata sin duda de una cinta cruel y desgarradora sobre el turismo sexual femenino, al que su realizador observa  sin concesiones ni lecciones morales. Una película que recibió el Premio del Cine Europeo  2012 y se presentó en la Sección Oficial de Largometrajes  en el Festival de Cannes 2012, donde provocó polémica y perturbación entre el público.

Dirección y guión: Ulrich Seidl.
Reparto: Margarethe Tiesel (Teresa), Peter Kazungu (Munga), Inge Maux (amiga de Teresa), Dunja Sowinetz (turista), Gabriel Mwarua (Gabriel) y Carlos Mkutano (Salama).
País: Austria-Alemania-Francia.
Año: 2012.
Género: Drama.
Duración: 120 minutos.
Clasificación: Adultos.
Fecha de estreno en México: 28 de febrero de 2014.

PARAÍSO: AMOR SE EXHIBE EN CINETECA NACIONAL Y EN CINÉPOLIS PERISUR, PLAZA CARSO, Y DIANA.
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