Por Julia Elena Melche.
“Llega un punto en la
vida en que el amor entre parientes y el fin de la infancia no son simples, se
tornan complicados y son propensos a malos entendidos”, comentan las
realizadoras uruguayas Ana Guevara y Leticia Jorge, acerca de su primer
largometraje, la historia de un padre y sus dos hijos, quienes se aman a pesar
de no entender sus objetivos y pasan unas vacaciones en familia en las que nada
sale como debería.
Cinta intimista de desencuentros generacionales y sobre la
educación sentimental adolescente, donde Alberto, un padre de familia
divorciado y quiropráctico, alquila una cabaña en un balneario para pasar unos
días con sus hijos, la casi adolescente Lucía de catorce años y el púber de
nueve, Federico. Sin embargo, el cielo amenaza con lluvia y el panorama pronto se torna en un desalentador diluvio,
por lo que no les queda más remedio que permanecer en la pequeña casa. Alberto
trata de distraer a los chicos para remediar el fracaso de su excursión, pero
entre más lo intenta, menos lo consigue.
Las cineastas
consiguen un trazo firme de los personajes
a los que no victimizan ni juzgan, sino que los vuelven en muchos
momentos entrañables. A esto, se agrega también una observación elocuente y
profunda de las tensas relaciones entre padre e hija, cuya comunicación es complicada y el entendimiento
es casi inexistente. Lucía se encuentra en la edad difícil, en la que ya no es
una niña y está en tránsito a la adolescencia.
Es rebelde, introvertida, insegura y se
avergüenza de todo en general,
sobre todo de sus frenos dentales y de las reacciones exageradas de su
padre, quien la sigue viendo como su niñita aunque ella quiere sentirse
independiente. Si bien, vive en su mundo impenetrable, habrá cabida para un
primer encuentro amoroso que le inaugura
el camino hacia la madurez.
Se trata de una narración con buen pulso y construida de
manera sólida, que evita el dramatismo, la solemnidad, las lecciones morales y
los lugares comunes al abordar los temas de la adolescencia, de los dilemas del
crecimiento, de las brechas generacionales y del divorcio, y en su lugar los
guía por los terrenos de un fresco humor negro, con inteligentes tintes de
melancolía.
Un filme sutil y notable de lluvias torrenciales anímicas y familiares,
de anécdota mínima de sabor agridulce, en la línea de las crisis y los
crecimientos emocionales de padres e hijos de las cintas Temporada de patos, Lake Thaoe
y la reciente Club sandwich del mexicano Fernando Eimbcke .
Tanta agua recibió el premio de Mejor Ópera Prima en el
Festival Internacional de Cine de Guadalajara, México, 2013. El Premio FIPRESCI
a la mejor película en el Festival Internacional de Cine de Cartagena,
Colombia. Como Mejor Guión de la competencia Knight Iberoamericana en el
Festival Internacional de Cine de Miami, Estados Unidos.
Dirección y guión: Ana Guevara y Leticia Jorge.
Reparto: Néstor Guzzini (Alberto), Malú Chouza (Lucía),
Joaquín Castiglioni (Federico).
País: Uruguay-México-Holanda-Alemania.
Año: 2013.
Género: Comedia dramática.
Duración: 100 minutos.
Clasificación: Mayores de 15 años.
TANTA AGUA SE EXHIBE EN LA CINETECA
NACIONAL A PARTIR DEL VIERNES 13 DE JUNIO.
PARA INFORMACIÓN DE
HORARIOS Y SALAS, CONSULTAR: www.cinetecanacional.net
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