La
balada del Oppenheimer Park
Compite por el Premio Mezcal en el 31 Festival
Internacional de Cine en Guadalajara
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El filme, tercer largometraje del cineasta
mexicano Juan Manuel Sepúlveda, reflexiona acerca de la marginación y la
resistencia histórica de los grupos indígenas en Canadá a partir del retrato de
tres personas que se reúnen a beber en un parque de Vancouver.
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Seleccionada en el Festival Internacional de
Cine de Cartagena de Indias y en el Festival Internacional de Cine Documental
Cinema du Reel de Francia, la película hablada en inglés pero con producción
completamente mexicana, compite también por el Premio Mezcal al mejor
largometraje en el 31 Festival Internacional de Cine en Guadalajara.
Canadá es uno de los países de América más
desarrollados, después de Estados Unidos. Sin embargo, poco o nada se conoce de
sus pueblos indígenas, en buena medida porque quienes colonizaron el Oeste
Norteamericano se encargaron de erradicar a la mayoría y a los demás de
recluirlos en reservas, siendo prisioneros y desplazados en sus propias
tierras.
De
1860 a 1990, ciento cincuenta mil niños
indígenas canadienses fueron internados forzosamente en escuelas residenciales
con la finalidad de “matar al indio en el niño,” según el lema oficial. Sujetos
a maltratos, abusos, hambre y enfermedades, sólo 80 mil lograron sobrevivir.
La balada del Oppenheimer Park
(México, 2016) busca dar voz a algunos de los sobrevivientes que debido a las
escasas oportunidades, el rechazo constante tanto de los “blancos” como de su
propia comunidad, encuentran en el alcohol un escape y un catalizador a su
dolor, su esperanza, su deseo, odio y su resistencia ante el sistema.
El
tercer largometraje del cineasta mexicano Juan Manuel Sepúlveda, sigue la línea
de su anterior trabajo Lecciones para una
guerra, donde reflejó la resistencia del pueblo Ixil al genocidio perpetrado
por el ejército Guatemalteco. Hablada en inglés, pero producida por mexicanos
con apoyo del IMCINE, la UNAM a través del Centro Universitario de Estudios
Cinematográficos y el FONCA, es un filme de atmósferas, de percepciones y
experiencias, con tintes de western y
humor negro que aunque posa la mirada
sobre los pueblos indígenas de Norteamérica, también lo hace para hablar de la
resistencia indígena en México y el resto del continente.
El filme compite por el Premio Mezcal al Mejor
Largometraje en el 31 Festival Internacional de Cine en Guadalajara. Sus
funciones son las siguientes:
FUNCIONES PARA EL PÚBLICO:
10 DE MARZO / 18:30 HRS /
CINEFORO
11
DE MARZO / 17:00 HRS / CINÉPOLIS CM3
12
DE MARZO / 16:45 HRS / CINÉPOLIS CM3
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